La calamidad de Ansu Fati: no se descarta otro paso por quirófano
El delantero hispano-guineano recae de la lesión en el bíceps femoral y condiciona la temporada del Barça
BarcelonaAnsu Fati rebobina a principios de noviembre. El delantero hispano-guineno ha recaído de la lesión muscular que sufrió en Balaídos contra el Celta de Vigo y tendrá que estar más meses de baja. Vuelve a tener afectado el bíceps femoral de la pierna izquierda después de notar una punzada en el partido de este jueves en San Mamés, correspondiendo a los octavos de final de la Copa. El joven atacante abandonó el césped en el minuto 96, cuando hacía solo 35 que había entrado a jugar. El consuelo de Xavi Hernández no evitó que derramara lágrimas de rabia. La primera exploración del doctor Ricard Pruna, en los vestuarios del estadio del Athletic Club, apuntaba a una lesión grave de fibras. Otra. Las pruebas realizadas este viernes confirman el diagnóstico: el 10 azulgrana no volverá a jugar como mínimo hasta la primavera. La afectación está en el tendón proximal y se decidirá el tratamiento a seguir los próximos días. No se descarta el quirófano.
Los actuales problemas musculares de Ansu son consecuencia de los 11 meses de baja que necesitó para rehacerse de la lesión de menisco que sufrió en otoño de 2020. Una entrada de Aïssa Mandi, entonces central del Betis, le ocasionó una rotura en la rodilla justo cuando lideraba el ranquin de goleadores culés y superaba a Messi y a Griezmann. Aquel contratiempo supuso el comienzo de un calvario que duró todo el curso y que lo privó de ir a la Eurocopa con la selección absoluta. El joven atacante necesitó cuatro intervenciones quirúrgicas para ver la luz, la última de las cuales instado por Jorge Mendes. Tip de los errores de diagnóstico y de recuperación de los servicios médicos del Barça, el poderoso agente llevó a Fati a operarse con un especialista portugués y a ponerse a tono con fisioterapeutas con consulta en Madrid. Poco después, el jugador heredaría el dorsal 10 de Messi y renovaría como jugador franquicia del club.
Ansu volvió a competir (y a golear) a finales de septiembre, todavía a las órdenes de Ronald Koeman, y sufrió la primera lesión muscular un mes y pico después, en el empate en Vigo. En el clásico de Supercopa volvió a jugar (y a marcar), ya con Xavi en el banquillo culé , pero apenas empezar ha recaído. No ha perdido el olfato realizador (cinco goles en nueve apariciones), pero físicamente, y aunque médicamente tuviera el alta para jugar tanto en Riad como en Bilbao, todavía está lejos de recuperar la regularidad. "Está muy descompensado. A diferencia de Pedri, que ya está plenamente recuperado del quádriceps, con Ansu se tiene que hacer todavía muchísimo trabajo de readaptación", apuntan al ARA fuentes del vestuario del Barça. El hispano-guineano paga ahora con lesiones musculares la recuperación deficiente de la rotura de menisco del 2020. Con la prudencia de Xavi y Ciruela no ha habido bastante para controlar las lesiones asociadas, que pasan cuando un futbolista carga demasiado determinadas partes del cuerpo por miedo a recaer de problemas del pasado.
"La responsabilidad es de todos"
La gran pregunta que se hace el barcelonismo es si la recaída de Ansu Fati se habría podido evitar. Y, para el doctor Miquel Llobet, la respuesta es que sí. "Xavi ya avisa el día antes de que Ansu no está bien del todo. Por eso, hacerlo jugar a San Mamés, en un partido físico, en el que llovía y había riesgo de ir a la prórroga, fue un error. Si tenía que volver después de una lesión larga, tenía que ser con el campo seco". El prestigioso traumatólogo, con un largo historial de intervenciones, también a jugadores del Barça, evita señalar directamente culpables y dice que la "responsabilitat es de todos". Desde el entrenador hasta los servicios médicos, pasando por el mismo jugador, los aficionados y los medios. "Hay mucha presión por parte de todo el mundo, y más en una temporada como esta. Si todo esto lo pones en una olla y empieza a hervir...", dice.
El riesgo de jugar a San Mamés era claro, según los expertos, pero este no es el único motivo para explicar la recaída de un Ansu que estará bastantes semanas fuera de los terrenos de juego . Es una suma de factores que empiezan, evidentemente, con la lesión que sufrió en la rodilla hace más de un año. "Ha sido mucho tiempo de baja. Su musculatura no está en condiciones. Con tanto de tiempo se atrofia todo, sobre todo en estos jugadores que esprintan y que hacen unos contra unos", apunta Llobet, que califica de "normal" la lesión muscular. Un colega suyo, el doctor Pere Mir, traumatólogo del deporte de la Clínica Teknon, se expresa en una línea similar: "El caso de Ansu es complicado desde hace mucho tiempo. Ha sufrido cuatro cirugías en la rodilla izquierda, estuvo cuatro días ingresado por una primera cirugía cuando normalmente es ambulatoria... y a esto se suman diferentes lesiones musculares importantes".
Ninguno de los especialistas consultados por el ARA se atreve a marcar un plazo para volver a jugar, independientemente de lo que se apunte a los comunicados. La recaída de Ansu supone que la cicatriz que tenía en el músculo (fibrosi) se ha vuelto a abrir. Esto alarga el proceso de recuperación. "El consejo médico es que no vuelva a jugar hasta que esté todo el mundo seguro que está 100% recuperado. Aunque esto, en un jugador de su edad y proyección, no es fácil", apunta Llobet. "La carga muscular que lleva es muy alta y tendrá que buscar otras soluciones (fibrolisis, kinesiotape, más carga haciendo ejercicios excéntricos…), especialmente en la fase final de recuperación. Las rupturas lo hacen más complicado por la necesidad de añadir tratamientos para la cicatriz muscular", analiza Mir, quien receta para Ansu "confiança en los fisios, en su recuperador y quitar presión al jugador". "El heredero [de Messi] solo podrá jugar cuando esté recuperado. Esto no tiene fecha y requiere la ayuda de todo el mundo", añade.
La recuperación de Ansu será lenta, pero esta lesión que se hizo a la rodilla izquierda el noviembre del 2020 le dejará secuelas que marcarán su carrera deportiva a medio plazo, porque le sacaron parte del menisco interno. "Tendrá una vida deportiva más corta. Si esto pasa a un futbolista de 30 años, los problemas no son tan graves. Pero en un chico de 18 compromete mucho la carrera y comporta consecuencias serias en un deportista de primer nivel", explica Llobet. A corto plazo, y una vez recuperado de los problemas musculares derivados de la lesión en la rodilla, Ansu podrá volver a rendir al máximo nivel, pero estas secuelas podrían evidenciarse cuando ronde la treintena.
Tres lesiones musculares severas
En el Barça empiezan a asumir, pues, que la mejor versión de Ansu tardará en llegar y que hay que trabajar con él de cara sobre todo a la temporada que viene, que a principios de diciembre vivirá un Mundial en el Qatar. El encargado de su recuperación es Carlos Nogueira, físio gallego que Xavi pidió en su desembarco en el Camp Nou. De sus pautas dependerá en buena parte que el 10 azulgrana , gran esperanza de futuro, pueda por fin expresarse sin trabas en los campos de fútbol. Con Fati, ya son tres los lisiados musculares de larga duración que el Barça tiene que tratar en este segundo tramo de campaña. Sergi Roberto, que se operó hace unas semanas en Finlandia, no volverá a jugar hasta abril, mientras que Eric Garcia, que se lesionó en Linares el día de Reyes, tiene para un mes.