La profecía que nadie creyó sobre la catalana que domina el pádel mundial
La reusense Ari Sánchez, elegida mejor deportista del año


BarcelonaCuando sólo tenía nueve años, Ari Sánchez empezó a jugar a pádel en el Club Tenis Reus Monterols. Desde muy pronto todo el mundo se dio cuenta de que tenía traza con la pala, pero nadie se imaginó nunca que acabaría convirtiéndose en la mejor jugadora del mundo. La pala era más grande que ella. Comparada a menudo con Roger Federer por su elegancia, pero también con Arantxa Sánchez Vicario por su capacidad de lucha, la reusense ha hecho de la regularidad su gran virtud.
Sánchez y su pareja de juego, Paula Josemaría, tuvieron que ganar 20 partidos consecutivos para hacerse con la primera plaza del ranking mundial. "Cuando llegué a convertirme en la número 1 del mundo sentí una alegría inmensa. Fue un momento de mucha emoción, porque logré la cosa por la que había luchado toda la vida. He tenido muchos malos momentos durante mi trayectoria, pero ha sido de esas situaciones de donde he aprendido mejor para buscarme en un tramo." .
"Soy muy competitiva, y eso me ha ayudado a llegar a donde estoy ahora", asegura Sánchez, que ha vivido un 2024 impresionante. Además de mantener el número 1 mundial, la catalana se proclamó campeona del mundo con la selección española y sumó 10 títulos en torneos por parejas del Circuit Premier Padel, que culminó con el Premier Padel Finals disputado en Barcelona. "El año 2024 fue muy duro, porque todas las rivales querían ganarnos, pero nosotros no hemos perdido ambición", analiza. Sánchez y Josemaría, que llevan cinco temporadas juntas, son la pareja con más títulos del pádel profesional.
El departamento de Deportes de la Generalidad de Cataluña, la Unión de Federaciones Deportivas de Cataluña (UFEC) y el diario Sport premiaron a Sánchez como la mejor deportista del año durante la Fiesta del Deporte Catalán, que se celebró el miércoles. "Recibir el premio fue muy importante para mí, pero también para el pádel. Estoy muy contenta. Me gustaría compartir el premio con mi familia, mi equipo y mi compañera", dice. La catalana se impuso a Aitana Bonmatí (fútbol) y Bea Ortiz (waterpolo) en la votación final.
Cuando todavía era una adolescente, estuvo cinco años sin perder ningún set con su pareja, Marta Ortega. En 2016 comenzó su gran eclosión en el World Padel Tour. El momento actual de forma de Sánchez es muy bueno. La reusense, que hace unos días se proclamó campeona del Riyadh Season P1 en Riad, quiere seguir mejorando. "Espero que podamos terminar el año en lo más alto", adelanta la campeona del mundo, que hace unos años inició estudios de fisioterapia en Bellaterra.
La suya es una generación que ha aprendido a asociar la raqueta a una pista cerrada, que no ha ido a parar al pádel a partir del tenis. "No es determinante, pero es cierto que yo me inicié con mentalidad 100% pádel", dice. Con el paso de los años, su juego ha ganado solvencia. "Antes me precipitaba en algunos puntos. Ahora busco un estribillo más", reconoce. Sánchez ha aprendido a estabilizar los golpes sin perder agresividad. El control del centro de gravedad, la espera para atacar la pelota, la frecuencia de pies, la zona de impacto o el ángulo de salida de la pala son detalles que le ayudan a marcar la diferencia.
"Un deporte muy social"
El pádel lleva años creciendo. "La clave es que es un deporte muy social y fácil de practicar. No necesitas tener una técnica muy buena para pasar la bola al otro lado. Muchos participantes lo aprovechan para hacer una cerveza cuando acaban de jugar... Pega mucho y, además, es muy vistoso. Cuando yo empecé tenía 9 años y era un deporte que casi nadie conocía", explica Sánch.