El perfil

Laia Rogel: "A las mujeres que quieren emprender les falta creer que pueden asumir riesgos, pero a los hombres no les pasa"

CEO de La Pometa

Laia Rogel
Irene Riart
08/01/2023
3 min

Vida personal

“Detrás del nombre de la agencia La Pometa hay una historia personal muy bonita. Mi empresa se llama La Pometa porque mi padre, más allá de ser maestro, abrió también el primer Apple Center de Lleida ofreciendo servicio técnico y distribución. Él siempre había sido muy autodidacta y en los años ochenta se marchó a San Francisco, en Estados Unidos, para aprender a hacer funcionar el sistema operativo Macintosh. Más tarde decidió llevarlo a la ciudad, siendo uno de los pioneros de esta tecnología. En cierto modo, he crecido con un ordenador debajo del brazo y la tecnología forma parte de mi ADN desde siempre. He tenido todos los ordenadores habidos y por haber, así que la parte del diseño visual y digital siempre me había llamado la atención. Mirando atrás, ahora veo que la parte emprendedora me viene de mi referente, mi padre, mientras que la parte digital me viene también de haber vivido la tecnología en casa”.

Formación

“Yo estoy nacida en Lleida, como toda mi familia. Mi padre era maestro y mi madre se dedicó al mundo de la importación y exportación. Al terminar el instituto, estudié bellas artes en la Universidad de Barcelona entre los años 2000 y 2004. La realidad es que, en ese momento, me decanté por esta carrera porque quería centrarme en el diseño gráfico. Desde pequeña me había gustado mucho dibujar, dedicaba un rato antes de ir a dormir, y después descubrí que podía unir la tecnología. Así que busqué unos estudios con los que pudiera acercarme a ellos y me fui a estudiar a Barcelona. A la larga, aunque no me he dedicado a ello, formarme en bellas artes me ha ayudado mucho para trabajar la creatividad. Más tarde hice un máster de comunicación y publicidad en Elisava. Recientemente, también hice un MBA en 2018 en el EAE Business School. Quería formarme a nivel empresarial, ya que emprendí, pero quería tener más conocimientos propios”.

Vida profesional

“Cuando terminé los estudios, me ofrecieron algunos trabajos en pequeñas agencias de diseño. Sin embargo, alrededor del 2006 decidí volver a Lleida porque me ofrecieron ser profesora de diseño y arte en el colegio episcopal de la ciudad. Allí ejercí hasta el 2009. De pequeña siempre había sido muy inquieta y uno de mis objetivos era ir realizando trabajos de diseñadora, así que decidí emprender creando la agencia creativa La Pometa en el 2012. De hecho, empezamos en el mismo local donde mis padres habían tenido su tienda de productos de Apple. Ellos dejaban el negocio y emprendí continuando en la misma oficina, sólo heredando cuatro muebles y ordenadores. Empecé sola, pero enseguida hemos ido creciendo hasta llegar a donde estamos ahora. Desde hace cuatro años soy también la presidenta de la Asociación de Empresarias de Lleida y la vicepresidenta de la Asociación Empresarial de Publicidad de Catalunya”.

Lecciones de vida

“He hecho muchas mentorías a emprendedoras, ya las mujeres que quieren crear su propia empresa siempre les digo que no tengan miedo y que los riesgos están ahí para asumirlos. Hay que aprender a vivir con riesgo porque es bueno y te mantiene alerta, pero en un inicio todo el mundo quiere estar dentro de su zona de confort y nadie quiere salir de allí. Muchas veces a las mujeres les falta creer que son capaces de asumir estos riesgos, pero en cambio a los hombres no les ocurre. Ellos suelen asumirlos en muchos aspectos de la vida, también a nivel empresarial. Hay que romper esa barrera de género y empezar a tomar riesgos como mujeres”.

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