Los expertos aconsejan subir entre 12 y 19 euros el salario mínimo interprofesional este año
El objetivo es que a finales de legislatura el SMI se sitúe entre los 1.011 y los 1.049 euros mensuales
BarcelonaLas discrepancias de principios de año entre la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y los ministros de Economía y Seguridad Social, Nadia Calviño y José Luís Escrivá, sobre el salario mínimo interprofesional (SMI) las ha acabado resolviendo una comisión de expertos. El debate sobre si este 2021 se tenía que subir el SMI en plena crisis del covid o atrasar la subida a los dos años restantes de legislatura, llevó al gobierno central a encargar una valoración y un calendario a un grupo de académicos.
Díaz defendía incrementarlo ahora, mientras que Calviño y Escrivá preferían esperar. En lo que sí coincidían los tres ministros es en cumplir el objetivo fijado por el gobierno de que el SMI se sitúe en el 60% del salario medio neto cuando acabe esta legislatura, en 2023. Dicho de otro modo, que llegue a los 1.011 euros, en el caso del rango más bajo, y a los 1.049 en el más alto, repartidos en catorce pagas. Esto representa un aumento de entre 61 y 99 euros, respectivamente, en relación al actual SMI, que es de 950 euros.
Este viernes la comisión de expertos ha hecho pública finalmente su conclusión y lo que aconseja es que este año el SMI se incremente en un tenedor de entre 12 y 19 euros. El grueso principal del incremento se dejaría para el 2022 y el 2023. La referencia que han cogido los expertos como salario medio neto de un trabajador a tiempo completo es el de la Encuesta de Estructura Salarial de la INE de 2018, el último año que se publicó. Aún así, han hecho sus proyecciones de evolución teniendo en cuenta tres escenarios.
El primero es que el SMI crezca en 99 euros desde este año hasta 2023. El calendario que ponen encima de la mesa es un aumento del 1,8% (19 euros) en 2021, un porcentaje de crecimiento similar al que experimentaron los sueldos que tienen convenios. El incremento sería de 40 euros tanto en 2022 como en 2023.
El segundo escenario sería subir el SMI en 77 euros. Para hacerlo proponen un aumento del 0,9% (15 euros) este año, tal como lo hicieron los sueldos de los funcionarios y las pensiones, y de 31 euros en 2022 y en 2023. Finalmente, la última opción es que el incremento sea de 61 euros hasta 2023. En este caso el reparto sería aplicar una subida de 12 euros en 2021, de 24 euros el próximo año y de 25 euros en 2023.
La comisión de expertos, que han llegado a un acuerdo unánime, ya ha entregado su dictamen —que obviamente no es vinculante— a la ministra de Trabajo. La presidenta de la comisión, Immaculada Cebrián, ha dejado claro que será el gobierno español quien en el marco del diálogo social con la patronal y los sindicatos mayoritarios decida cuál es el camino más adecuado.
Por su parte, la ministra Díaz ha anunciado que se reunirá con "rapidez y discreción" con el presidente Pedro Sánchez para tratar la cuestión. "Tengo una reunión pendiente con el presidente del gobierno", ha insistido. Díaz también ha avanzado que contactará con los agentes sociales para establecer una hoja de ruta para lo que queda de legislatura.
Respuesta al Banco de España
La ministra ya ha hecho un llamamiento para que no "se contraponga" la creación de puestos de trabajo a la subida del salario mínimo. En este sentido ha destacado la importancia del SMI para combatir la desigualdad e impulsar el consumo, que ha quedado muy tocado debido a la crisis del covid. Por otro lado, Díaz se ha comprometido a garantizar la continuidad de este comité asesor durante toda la legislatura.
Las conclusiones de la comisión llegan una semana después de que el Banco de España asegurara que el aumento del salario mínimo hasta los 900 euros en 2019 -un incremento histórico, puesto que fue del 22%- conllevó un recorte en la creación de ocupación de entre el 0,6% y el 1,1%. El estudio defendía que se crearon menos puestos de trabajo de los esperados, sobre todo en sectores con salarios más bajos, con especial incidencia en los jóvenes y las personas de más de 45 años. Además, apuntaba que los indicadores de ocupación se desaceleraron a un ritmo más elevado que el de la evolución del PIB.