El mes más gris en Barcelona en 54 años

BarcelonaSe ha acabado marzo con lluvias, mucho viento y mediodías fríos, pero si por algo ha sido excepcional el mes ha sido por la ausencia de sol. El Observatorio Fabra de Barcelona ha hecho oficial que en el Tibidabo no había habido un mes con tan pocas horas de sol como mínimo desde 1968. Este mes de marzo se han contabilizado 81,2, dato que supera el anterior récord de noviembre de 1980, en el que hubo 83. Otros meses con pocas horas de solo habían sido enero de 1996 (95,1) y diciembre de 1996 (98,8).

El récord es especialmente espectacular si se tiene en cuenta que marzo no es habitualmente ninguno de los meses del año con menos horas de sol. De media, en marzo Fabra tiene 188 horas de sol; es decir, que este mes ha habido un 56% menos de las que suele haber. Febrero, enero, diciembre y noviembre suelen tener menos horas de sol, y en diciembre de media hay 156. Curiosamente, venimos de un invierno que ha sido extremadamente soleado. En enero hubo 247,3 horas de sol en Fabra, más del triple que en marzo.

Otra cosa que se suele hacer en estos casos es la comparación con una ciudad habitualmente más gris como Londres. En marzo en la capital inglesa suele haber 124 horas de sol, muchas más de las que ha habido este mes en Barcelona. En febrero suele haber 78, de forma que se puede decir que este marzo en Barcelona ha sido como un mes de invierno en Londres en cuanto a insolación.

La ausencia de sol no ha sido importante solo en Barcelona. Cogiendo datos de 25 estaciones del Meteocat, la sección de meteorología del ARA ha encontrado que la anomalía de irradiación solar global del mes ha sido del -38%, un dato que por sí solo no dice gran cosa, pero que coge una dimensión de clara excepcionalidad si se tiene en cuenta que con datos desde 2009, el mes en el que había habido más ausencia de luz del sol hasta ahora había sido enero de 2010, con una anomalía del -22%. El gráfico es muy útil en este caso para ver cómo ha sido de extraña la falta de luz solar de este mes de marzo.

El método: heliógrafo y piranómetro

La cantidad de luz del sol que recibimos se mide habitualmente de dos maneras. La clásica es mediante el heliógrafo, un instrumento analógico que está compuesto por una bola de vidrio, detrás de la que hay una parte metálica que hay que ajustar y orientar correctamente según la latitud. La bola de vidrio hace que, al atravesarla, la luz del sol aumente enormemente su poder calorífico, hasta el punto que tiene la capacidad de quemar una parte de cartón. Cada día se pone un cartón diferente en la parte metálica del heliógrafo y según el trozo que queda quemado se puede saber las horas de sol que ha habido.

Actualmente, la luz del sol se mide también con otros aparatos como el piranómetro, que permite saber no solo de forma binaria si hace sol o no, sino qué cantidad de luz llega. Los primeros datos que os hemos presentado en el artículo se han obtenido con el sistema clásico, los segundos con piranómetros de las estaciones del Meteocat.