Moda

¿Podemos ir con una camiseta de fútbol a un restaurante de lujo?

Diseñadores de moda colaboran con clubs y consiguen que ir a un festival de música o al trabajo con una prenda futbolera esté bien visto

Venecia, club de fútbol que apuesta por la moda
11/10/2023
9 min

BarcelonaEn enero del 2023, un día que hacía calor en Los Ángeles, la mediática Kim Kardashian salió a pasear con una camiseta de fútbol del Roma de la temporada 1997-98. "Es cool", explicó pocos días después, añadiendo que su hijo era un loco del fútbol. De hecho, le llevó meses más tarde a ver el debut de Lionel Messi en Miami. "Son cómodas y bonitas", argumentaba Kardashian. No era la única que lo pensaba: la moda y el fútbol, aparentemente dos mundos que caminan lejos el uno del otro, se han ido acercando, y, claro, el epicentro de esta relación de amor es Italia. No podía ser otro sitio.

La camiseta del Padova inspirada en el Caffè Pedrocchi

"Las grandes marcas de ropa se dedican a cambiar el diseño de las camisetas cada año para hacer dinero. De acuerdo, lo aceptamos. Nosotros lo que les pedimos es que si deben hacerlo, que sea apostando por diseños bonitos y que tengan relación con nuestra ciudad", decía Francesco Peghin, el presidente del Padua, histórico club que ahora juega en Tercera. Este año, la tercera equipación del equipo es de color verde turquesa, inspirado en las mesas de mármol del histórico Caffè Pedrocchi, un elegante local que lleva más de 200 años abierto. La camiseta, hecha por la marca Macron Sports con el apoyo de la agencia Superfly Lab, ha sido un éxito. La sesión de fotos, en vez de realizarse con los jugadores del equipo, se realizó con modelos. Algo cada vez más habitual, sobre todo en la ciudad que lidera esta revolución: Venecia.

Una camiseta del Venecia inspirada en las gondolas
Una camiseta del Venecia

En las últimas temporadas, un montón de personas esperan cada verano a ver cómo serán las camisetas del Venecia, club que actualmente juega en la Segunda División italiana. Desde que un grupo inversor estadounidense pasó a controlar al club, se ha apostado con fuerza por la moda. En una conversación con la revista Esquire, el director de marca del club, Ted Philipakos, recordaba que cuando llegaron a la ciudad de los canales el club no tenía "ninguna cuenta de Instagram ni de Twitter... A nivel internacional era poco conocido". En una ciudad en la que los vecinos han sido expulsados por el turismo masivo, sólo los aficionados fieles seguían las aventuras del club, acostumbrado a sufrir en categorías inferiores. Lo que hicieron los propietarios fue popularizar la marca internacionalmente utilizando las camisetas y la fama de Venecia para generar recursos. "Más allá de lo que pase en el terreno de juego, hemos apostado por cuidar la imagen. Apostar por la mezcla de la cultura del fútbol con una cultura más amplia. Un intercambio entre el fútbol y la moda, entre el fútbol y otras facetas de la cultura moderna", explica Philipakos. ¿Si los accionistas habían adquirido el club que lleva el nombre de una de las ciudades más famosas del mundo, había que aprovecharlo, ¿no? Uno de los primeros movimientos fue romper con el entonces patrocinador Nike y firmar con la empresa italiana de ropa deportiva Kappa. "Tienen una herencia maravillosa que se remonta a los años 90, cuando eran una marca muy potente, con una estética retro que queríamos recuperar", dice Philipakos. El club pactó con Kappa ofrecer a los directivos de la entidad el control creativo del diseño. La idea era clara: no podían permitirse que, como ocurre en la mayoría de clubs, fuera la marca la que decidiera el diseño y causara, a veces, el desencanto entre los aficionados.

El Kallithea, un modesto club de fútbol griego que apuesta por la moda

El resultado fue una colección de cuatro camisetas para la temporada 2021-22 inspiradas en los colores y rincones más conocidos de la ciudad. Desde entonces, cada año las camisetas han sorprendido encargando su trabajo al diseñador Mirko Borsche. El club ha presentado camisetas que recuerdan a los gondoleros, los colores de la bandera de la República de Venecia y la luz cuando cae el sol sobre la laguna. Cada año, la gente las agota por internet. Gente que seguramente ni sabe qué jugadores juegan en Venecia. Gente que ni sabe si ganan o pierden los partidos. "Las chicas las llevan a los festivales de música, los chicos las utilizan cuando van a la universidad. Las vendemos a más de setenta países, es una locura. El 96% de las ventas son de fuera de Italia", dice Philipakos, que admite que fue clave promocionar las camisetas haciendo sesiones de fotos con modelos, especialmente mujeres, en vez de futbolistas. "Era una manera de decir que la puede utilizar todo el mundo, que la camiseta la puedes llevar todos los días", añade este hombre de origen griego que ahora compagina el trabajo en Venecia con el de CEO en Kallithea, un club griego comprado por los mismos accionistas del Venecia que apuesta por el mismo camino con camisetas que lucen modelos.

De los años 80 a la actualidad

La relación de la moda y el fútbol nace en los años 80 en Italia, cuando los grandes clubs del país vieron que podían hacer negocio vendiendo camisetas a los aficionados. Hasta entonces, la gente llevaba una bufanda hecha a mano en el estadio. Durante esos años se empezaron a hacer productos oficiales de los clubs y camisetas que la afición podía comprar. Los grandes equipos italianos rehicieron los escudos de los clubs, para hacerles atractivos a los jóvenes, contratando a diseñadores. En 1990, cuando el Mundial se celebró en Italia, el partido inaugural se hizo en una de las capitales de la moda, Milán. Y los organizadores hicieron un desfile de moda sobre el césped, poco antes de ver cómo Camerún sorprendía a Argentina de Maradona. Unir moda y fútbol ya no era un pecado.

Y algunos diseñadores lo han ido demostrado, como el ruso Gosha Rubchinskiy con su colección SS18 Collection, donde cogía camisetas y chándales precisamente del Mundial de 1990. También marcas como Balenciaga y Bikkembergs harían colecciones inspiradas claramente en este deporte. De hecho, el belga Dirk Bikkembergs, que admitía que no sabía mucho de fútbol, se obsesionó con este deporte cuando llegó a Italia, hasta el punto de que en el 2005 compró un modesto club regional, el FC Fossombrone, por convertirlo en su experimento personal. Lo rebautizó FC Bikkembergs Fossombrone. "Exploraremos la relación entre estética y deportes, entre la moda y el fútbol", afirmaba, sin dejar de cuidar lo que ocurría en el césped. El club, que tenía su sede en un pequeño pueblo de la región de las Marcas, empezó a jugar con camisetas bien vistosas y logró el ascenso de quinta a cuarta. En 2010, Bikkemberbergs puso punto y final al experimento y se vendió el club.

El club de fútbol italiano propiedad del diseñador Dirk Bikkembergs

Pero seguramente ha sido en la última década cuando la moda ha entrado por la puerta grande en el deporte rey. En los últimos años, el PSG francés lo ha entendido y ha cuidado mucho su marca con acuerdos como el de Nike para hacer camisetas inspiradas en la célebre colección de baloncesto de los años 90 Air Jordan. Tiene sentido porque el PSG es el club de una de las capitales de la moda. Y un club muy vinculado al diseño, porque en sus primeros años de vida un diseñador importante fue presidente y diseñó una de las camisetas más bonitas de todos los tiempos: Daniel Hechter, que se había hecho rico con la modaprêt-à-porter y era socio del actor Jean-Paul Belmondo. En los últimos años, el PSG ha entendido que había que crear complicidades con una estética callejera, urbana, para promocionar que la gente llevara todo el día su ropa, como había ocurrido en los años 90 con la moda de Nike inspirada en el jugador de baloncesto Michael Jordan.

En Italia, el éxito de Venecia ha inspirado al resto de clubs, como el Inter y el Roma. Los romanos, también en manos estadounidenses, acaban de cerrar un acuerdo con Adidas en el que exigen diseños con un toque retro y urbano. En el caso de Roma ha sido clave también el elemento de identidad, que la gente sienta que la camiseta tiene un sentido. Así, cuando el pasado año el club se quedó sin patrocinador principal para la camiseta, en vez de dejar el espacio vacío pusieron cuatro letras: SPQR. Es decir, Senatus Populusque Romanus, la frase latina que significa el Senado y el Pueblo Romano, en referencia al gobierno del viejo Imperio Romano. La camiseta se vendió mucho más que antes. "Si la gente percibe que haces diseños bonitos, pero sin una idea detrás, se nota", afirma Philipakos.

Los diseños de Stella McCartney con el Arsenal

Ejemplos como éstos se han ido extendiendo por Europa. El Arsenal inglés, por ejemplo, ha firmado un acuerdo con la marca de diseño LA Boutique 424 para crear ropa del club alejada del fútbol, que permite llevar productos oficiales de los gunners en la calle. Moda inspirada en el hip hop, elskate y otros modos urbanos. De hecho, una de las últimas iniciativas del club ha sido encargar a la diseñadora Stella McCartney una línea de ropa urbana, además de cuidar la camiseta del equipo femenino. Hace unos años, el Real Madrid ofreció al diseñador japonés Yohji Yamamoto realizar el diseño de su tercera equipación, de color negro con un dragón grabado.

En el Barça, en los últimos años también se ha buscado la complicidad con artistas populares, como Bad Gyal, para dejar claro que la camiseta no es sólo para ir al estadio. Este año, por ejemplo, el club ha firmado un acuerdo con la marca de ropa urbana neerlandesa Patta, que le permite utilizar el escudo y colores del club. Si bien la empresa se fundó en 2004, la línea de ropa Patta nació en 2010 con dos colecciones de temporada. Haciendo pactos con artistas como grafiteros, músicos y deportistas urbanos como skaters, Patta se ha hecho un espacio y ahora ya puede colaborar con el Barça. "Crear puentes con ideas que no son del deporte permite sacar las camisetas del ámbito deportivo. Nosotros hemos buscado la elegancia y las imágenes venecianas, otros clubs buscan crear complicidades con las nuevas tendencias urbanas, para que los jóvenes la sientan suya", admite Philipakos.

Una nueva vida para las camisetas del pasado

La relación entre la moda y el fútbol ha empezado a explorar nuevos caminos, fuera de los clubs. Por ejemplo, con gente como la diseñadora Diana Al Shammari, que se hace llamarThe Football Gal y apuesta por coger camisetas de fútbol viejas y hacerlas suyas. Si llevar camisetas del pasado es toda una moda que hace parar locos a los coleccionistas, En Shammari ha apostado por ir más allá modificándolas y cosiendo nuevos detalles a mano. En octubre del 2022, por ejemplo, presentó un modelo en el que cogía una tercera equipación de la selección japonesa de hace años, un diseño poco recordado, para hacerlo más bonito con flores de cerezo. Hace poco, el jugador del Barça Jules Kounde llegó al campo antes de un partido contra el Celta llevándola. Kounde forma parte de la larga lista de futbolistas apasionados de la moda, como Héctor Bellerín.

Jules Kounde, con una camiseta de diseño

Otro ejemplo de la creciente complicidad entre moda y fútbol es el mexicano Antonio Zaragoza, que se marchó de su país para formarse en París, donde creó la marca Liberal Youth Ministry. Inspirándose en modas juveniles, primero hizo ropa influida por los videojuegos. Pero este año ha llegado a la Semana de la Moda de París con una colección que ha hecho para cuyo equipo de fútbol es seguidor, las Chivas de Guadalajara. "Soy un gran aficionado del fútbol, me gusta lo que representa a México y une a la gente”, afirma. "Hay una moda elitista, alejada de las calles. Y una moda que quiere ver qué ocurre fuera de los palacios. A mí me gusta una moda viva. Y por eso veía ideal el fútbol y las Chivas", añadía el día de la presentación de la colección. “Cuando creé mi marca en el 2016 se llamaba Weimar Youth, en homenaje a un poema de William Burroughs que para mí representa los primeros actos de rebeldía, los primeros punks de la historia. Quiero hablar de una juventud global. Me gusta todo lo que habla de la libertad. Y para mucha gente, ir a un estadio es libertad”.

El éxito de la estética del fútbol, especialmente la retro, ha hecho en los últimos años que algunas marcas de ropa, como Umbro, arrojen al mercado colecciones inspiradas en camisetas de los años 90 sin tener relación con ningún club. Sencillamente, apostando por una estética que ha encontrado ya un espacio fuera de los estadios. Lo han hecho copiando los diseños de los años 80 y 90, con camisetas y jerséis que remiten a las imágenes de jugadores internacionales de esos años. Este año, la marca Louis Vuitton ha trabajado con el músico y artista Pharrell Williams, que apostó por una colección inspirada en las camisetas de fútbol para desfilar en París. De hecho, llevar por la calle camisetas de fútbol ha sido rebautizado como Bloke core, una tendencia que han puesto de moda a personas como la influencer italiana Clara Ferragni. Se trata de llevar una camiseta de fútbol con faldas, shorts o botas de marca.

Algunas marcas comerciales como la cerveza Voll Damm han lanzado al mercado su camiseta de estilo futbolero, demostrando el éxito de una ropa que antes sólo podía llevarse para sudarla jugando o sufriendo en una grada. Ahora puedes llevarla a un restaurante elegante: algunos te mirarán con desaprobación y otros con admiración.

stats