El chamán de QAnon, condenado a tres años de prisión por el asalto al Capitolio

Los hechos del día de Reyes llenan las salas de los juzgados norteamericanos, que acumulan una larga lista de acusados

Mar Bermúdez i Jiménez
2 min
Jake Angeli,  Q Shaman, miércoles al Capitolio.

BarcelonaJacob Chansley, más conocido como Jake Angeli o el chamán de QAnon, el personaje con cuernos y torso desnudo que fue imagen icónica del asalto al Capitolio de los Estados Unidos, ha sido condenado a tres años y cinco meses de prisión. Se le atribuye el delito de obstrucción procedimental del Congreso, del cual se declaró culpable a principios de septiembre ante el tribunal federal del Distrito de Columbia que lo ha juzgado. Los 51 meses que se le pedían inicialmente han quedado en 41.

El joven, de 34 años y de Arizona, confesó estar "arrepentido" y que se sentía "traicionado" por el expresidente republicano Donald Trump. Chansley es miembro de QAnon, considerada una organización de terrorismo interior por el FBI, y fue de los primeros en entrar en el Capitolio el 6 de enero. Su imagen se hizo tan viral que tres días después fue detenido y acusado de seis delitos. Finalmente, solo ha sido condenado por uno, el de obstrucción del Congreso, que es el más grave. Su confesión lo llevó a firmar un acuerdo de culpabilidad en el que acepta pagar 2.000 dólares en restitución por daños al Capitolio, a pesar de que todavía es posible que se enfrente a una multa de 250.000 dólares.

Una investigación exhaustiva

Los hechos del asalto al Capitolio continúan pasando por los tribunales del país. Siguen en curso centenares de casos de detenidos y acusados a raíz de lo que sucedió en Washington el 6 de enero. Las condenas se espera que establezcan un precedente y eviten que se repita una situación como esta. También exasesores, fieles aliados, portavoces, jefes de campaña e ideólogos de jefatura de Trump recorren los pasillos de los juzgados norteamericanos que intentan sacar en limpio no solo de los hechos del mismo día de Reyes, sino también de los previos que derivaron en el estallido violento: la organización de la manifestación, la campaña de desinformación y el atizar a las masas para provocar la revuelta, entre otros.

El alcance de la investigación y el número de implicados pretenden generar un ambiente de presión que acabe haciendo confesar a algún miembro destacado de la trama para poder esclarecer los hechos. La estrategia parece estar dando el resultado esperado, puesto que el exasesor y mano derecha de Trump, Steve Bannon, se entregó a la justicia este lunes. Aun así, el rendición de cuentas de los acusados puede estar condicionado por hechos como por ejemplo que el juez a quien se ha asignado el caso de Bannon, Car Nichols, fue nombrado por Trump y tiene un sólido historial conservador.

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