Los hijos de espías que no sabían que eran rusos y otros titulares del intercambio de presos

El acuerdo ha sido posible gracias a los servicios secretos de Turquía, que han actuado como mediador entre Occidente y Rusia

ARA
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Joe Biden recibe al exsoldado Paul Whelan, liberado por Rusia en un intercambio de presos.

BarcelonaAdemás delliberación del periodista español Pablo González y del estadounidense Evan Gershkovich, el inédito intercambio de presos entre Rusia y Occidente, el mayor desde la Guerra Fría, ha dejado varios titulares.

Espías rusos entre los liberados

El Kremlin reconoció ayer que entre los ocho prisioneros rusos intercambiados con Estados Unidos se encontraban espías de los servicios secretos. El portavoz presidencial admitió por primera vez en rueda de prensa que Vadim Krasikov, encarcelado en Alemania desde el 2019 por el asesinato de un separatista checheno en Berlín, es miembro del Servicio Federal de Seguridad. Putin le recibió en Moscú como un héroe.

El dilema alemán del intercambio

El histórico intercambio ha suscitado sentimientos contradictorios en Alemania, donde se ha visto con malos ojos la deportación de Vadim Krasikov. “Nadie toma a la ligera la decisión de deportar a un asesino condenado a cadena perpetua después de varios años de cárcel”, dijo el canciller alemán Olaf Scholz. Los críticos temen que el acuerdo pueda incentivar a Rusia a encarcelar a más inocentes.

El papel negociador de Turquía

El acuerdo fue posible gracias a la mediación de los servicios secretos de Turquía. “Nuestra organización ha asumido un importante papel de mediación en esta operación de intercambio”, decía un comunicado de la Agencia Nacional de Inteligencia turca. Pese a ser miembro de la OTAN, Ankara no aplicó sanciones a Moscú por la invasión de Ucrania, lo que le ha permitido mantener la comunicación y ser un interlocutor válido para ambas partes.

“Supimos ayer que eran rusos”

Los hijos de dos espías rusos detenidos en Eslovenia en el 2022 y liberados el jueves en el intercambio no sabían que eran rusos, según dijo ayer el portavoz del Kremlin. “Ni siquiera sabían quién era Putin”, afirmó, y añadió que los dos menores preguntaron a sus padres quién era el hombre que les recibía en el aeropuerto. Los hijos de la pareja de espías Artem y Anna Dulcev utilizaban la nacionalidad argentina en Eslovenia y tampoco hablaban ruso.

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