Elecciones en Austria

Un candidato islamófobo y pro-ruso, favorito por ser el próximo canciller de Austria

El Partido de la Libertad, de ultraderecha, llega a las elecciones parlamentarias como favorito

Herbert Kickl, candidato a canciller de Austria del Partido de la Libertad (FPÖ).
Beatriz Juez
28/09/2024
4 min

BerlínLos austríacos votarán este domingo en unas elecciones generales en las que el Partido de la Libertad (FPÖ), una formación ultraderechista y ultranacionalista, parte como favorito en los sondeos. El controvertido Herbert Kickl, líder del FPÖ, aspira a conseguir la primera victoria electoral nacional para este partido ultra y convertirse en el próximo canciller federal de Austria.

El FPÖ ya fue el partido más votado en Austria en las europeas del pasado junio. La campaña electoral, centrada en temas como la inmigración, la seguridad y el alza de precios, ha dado alas a Kickl, crítico de la Unión Europea y contrario a las sanciones occidentales en Rusia por la guerra en Ucrania.

El FPÖ –actualmente, la tercera fuerza política en Austria– lidera los sondeos con un 26% de intención de voto, seguido muy de cerca por el democristiano Partido Popular de Austria (ÖVP) del canciller saliente Karl Nehammer (con 25%), y por el Partido Socialdemócrata (SPÖ), con 21%. También lograrían escaños el partido liberal NEOS y los Verdes, a los que los sondeos otorgan un 12% y un 8% de intención de voto, respectivamente. En cambio, se quedarían fuera del hemiciclo los comunistas del KPÖ y el Partido de la Cerveza (Bierpartei) del músico punk y médico de profesión Dominik Wlazny, alias Marco Pogo.

Sin embargo, si el FPÖ gana las elecciones, estaría lejos de la mayoría absoluta, según las proyecciones de escaños, por lo que no podría gobernar en solitario y necesitaría un socio de coalición. Los dos grandes partidos tradicionales austríacos se han mostrado reacio hasta ahora a entrar en un gobierno dirigido por el populista Kickl, considerado demasiado radical y adepto a las teorías de la conspiración y las ideas identitarias.

"Lo paradójico es que si el partido ultraderechista FPÖ queda en segundo lugar, es más probable que acabe entrando en el gobierno, pero si queda primero, no es probable" que Kickl se convierta en el próximo canciller, afirma al 'AHORA el politólogo Reinhard Heinisch, profesor de política austríaca comparada de la Universidad de Salzburgo.

Hay que ver si el Partido Popular de Austria da la sorpresa a última hora y gana, amparado por la rápida movilización del canciller Nehammer después de las recientes inundaciones en Austria por la borrasca Boris y las promesas de ayuda a los damnificados. El líder conservador, que gobierna desde diciembre del 2021 en coalición con los Verdes, ha acortado distancias con el FPÖ en las encuestas en los últimos días. A Kickl podría pasarle factura el discurso negacionista del cambio climático.

Un cartel electoral del partido conservador ÖPV, junto a su candidato y actual canciller austríaco, Karl Nehammer.

Gane quien gane, parece que será el ÖVP quien tendrá la clave del futuro gobierno austríaco, ya que nadie puede formar gobierno sin él. "El partido conservador tiene dos opciones: ser el mejor socio en un gobierno de Kickl o ser el socio principal en una coalición con el Partido Socialista y otro partido pequeño", añade Heinisch.

Islamófobo, antivacunas y pro-ruso

Kickl, ex ministro austríaco de Interior, es una figura controvertida en Austria. Es antiinmigración, islamófobo, antivacunas, pro-ruso y un admirador declarado del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que ve como un modelo a seguir.

Este político austríaco de 55 años se afilió en 1995 al FPÖ, seducido por el discurso del carismático líder ultraderechista austríaco Jörg Haider. Hábil comunicador y gran estratega, trabajó en las bambalinas del partido, escribiendo los discursos primero de Haider y después de Heinz-Christian Strache, el exvicecanciller austríaco implicado en el 2019 en el caso de corrupción conocido en la prensa como el Ibizagate.

Kickl tomó las riendas del partido en junio del 2021 y le radicalizó aún más. Pese a no ser muy carismático, el líder del FPÖ seduce a muchos votantes con su discurso populista y crítico con los partidos tradicionales. Durante la pandemia de la cóvido, se convirtió en el abanderado de las protestas contra la vacunación obligatoria en Austria.

Pero el líder ultraderechista también provoca un fuerte rechazo. El 60% de los austríacos no quiere que sea canciller. “Una parte lo quiere y otra la odia”, explica el politólogo austríaco.

Referencias nazis

El líder del FPÖ promete a sus votantes que será el Volkskanzler ("canciller del pueblo", en alemán). Volkskanzler, palabra que los nazis utilizaron en la década de 1930 para describir a Adolf Hitler, es “un término muy problemático debido a su legado histórico en el Tercer Reich”, explica Valentina Ausserladscheider, profesora asistente de sociología económica de la Universidad de Viena.

“La FPÖ de Kickl utiliza el término y la provocación que genera para seguir presentando el partido como víctima del «escrutinio de la corriente dominante», así como para la movilización populista al sugerir que será un canciller «para en el pueblo»”, añade Ausserladscheider.

A diferencia de Alemania, donde existe un cordón sanitario otros partidos para evitar que la extrema derecha llegue al poder, en Austria esto no ocurre. La FPÖ, cuya entrada en el gobierno austríaco en el 2000 provocó sanciones de Bruselas, ha formado parte en tres ocasiones del ejecutivo como socio menor de los conservadores y antes, en los años 80, con los socialdemócratas.

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