EEUU se desmarca de la regulación de la IA: "Es un terrible error"
Europa invertirá 200.000 millones de euros en impulsar el sector de la inteligencia artificial

ParísLa nueva administración estadounidense no se caracteriza precisamente por su diplomacia. Lo ha dejado bien claro el vicepresidente estadounidense, JD Vance, en la cumbre internacional sobre inteligencia artificial (IA) que se ha celebrado en París. El enviado de Trump al encuentro ha hablado sin tapujos ni sutilezas para defender una IA sin regulaciones ni censuras que "ahoguen" el desarrollo de esta tecnología. Vance ha sostenido durante su discurso en la cumbre este martes que una regulación internacional "es un terrible error".
El vicepresidente estadounidense ha advertido contra la "reglamentación excesiva" de la IA en Europa y de la moderación de los contenidos online así como del "sesgo ideológico", que Washington ve como una "censura autoritaria". Vance criticaba tanto el reglamento europeo de servicios digitales –la base legal con la que la UE intenta prevenir interferencias electorales y desinformación en las redes sociales, especialmente en X, propiedad de Elon Musk– como la nueva regulación europea de IA, que entró en vigor hace una semana y que apuesta por una inteligencia artificial ética, que evite los abusos y malos usos. La nueva reglamentación, entre otras cosas, reclama que no haya sesgos de género o raciales en las aplicaciones de IA.
"Estamos convencidos de que la IA debe quedar fuera de los sesgos ideológicos y que la IA estadounidense no se convertirá en una herramienta de censura autoritaria", aseguró el vicepresidente estadounidense, en alusión tanto a Europa como a China. Vance también ha lanzado dardos directamente contra el país asiático, que recientemente ha desafiado el liderazgo de EEUU en la IA con la aplicación DeepSeek, advirtiendo de los partenariados con "regímenes autoritarios". Y ha dejado claro que EEUU no cederá terreno ante el gigante asiático: "Estados Unidos somos los líderes en IA y tenemos la intención de seguir siéndolo", remachó.
Visiones contrapuestas
La posición de Vance, pese a no ser ninguna sorpresa, evidencia dos visiones totalmente contrapuestas. Mientras Europa defiende una IA más ética, regulada y sostenible, Estados Unidos rehuye cualquier normativa que limite esta tecnología y proclama un desarrollo de la IA sin limitaciones. El artífice de la cumbre, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aspiraba a un acuerdo de mínimos para una regulación mundial, pero ni Estados Unidos ni Reino Unido han querido firmar la declaración final del encuentro, que pide una IA "abierta a todo el mundo, inclusiva, transparente y ética". Que Washington y Londres se hayan desmarcado del texto ha sido un cubo de agua fría para Macron.
Con todo, la cumbre ha servido para dar un empujón a los actores europeos. La UE no está dispuesta a perderel tren de la inteligencia artificial (IA). La carrera estádominada claramente por Estados UnidosyChina, pero los países de la UEquieren impulsar a la industria europea para intentar entrar en la carrera y no perder la oportunidad de la nueva revolución tecnológica. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado este martes que se movilizarán 200.000 millones de euros en inversiones en el sector de la IA en los próximos cinco años.
Europa, continente IA
El dinero, sobre todo privado pero también público, servirá "para desarrollar los grandes modelos más avanzados que harán de Europa un continente de IA", ha dicho Von der Leyen en la conferencia final de la cumbre. "Este es el reto al que nos enfrentamos con la inteligencia artificial: abrazar transformaciones tecnológicas estupendas, conseguir dominar avances profundos y hacerlo al servicio de nuestra humanidad", ha destacado Macron. Francia, que acaba de lanzar su propia aplicación de IA, LeChat, de la empresa Mistral, aspira a liderar su nuevo impulso europeo y ha anunciado inversiones de 109.000 millones de euros para el sector.
De los 200.000 millones europeos, al menos 150.000 millones serán capital privado que invertirán unas sesenta grandes empresas europeas de distintos ámbitos –como Airbus, Orange, Spotify, Siemens, L'Oréal, Philips y Henkel, entre otros– en una nueva alianza anuncia. El resto, 50.000 millones, serán fondos comunitarios que servirán para financiar cuatro futuras "gigafábricas" en Europa que estarán especializadas en la creación de modelos de IA más complejos y mayores que los actuales.
Una startup catalana, en la alianza europea
La start-up catalana TravelPerk, dedicada a la gestión de viajes de negocios, también participa en la alianza de empresas europeas que invertirán en la IA europea. Es la única empresa del estado que se ha sumado al proyecto. Ninguna de las grandes empresas o multinacionales españolas participa, salvo el grupo Airbus, que tiene su sede en Francia pero cuenta con participación española. TravelPerk está dirigida por el israelí Avi Meir, afincado desde hace años en Barcelona, y es una de las llamadas "unicornos", las compañías que superan una valoración de 1.000 millones de dólares sin tener presencia en bolsa.
La capital catalana estrenó la semana pasada el primer ordenador cuántico estatal realizado con tecnología 100% europea, instalado en el Barcelona Supercomputing Centre, una de las fábricas europeas de IA financiadas con fondos comunitarios. Ahora Europa aspira a impulsar gigafábricas con 100.000 chips de IA de última generación, cuatro veces más que las actuales fábricas. Aunque España tiene poca presencia en la alianza empresarial europea para relanzar la IA, el ministro de Transformación Digital, Óscar López, ha asegurado en la cumbre de París que España "es uno de los principales motores europeos en IA".
Con esta iniciativa, Europa quiere dar un impulso histórico a la IA e intentar competir con el ambicioso proyecto estadounidense Stargate, financiado con 500.000 millones de dólares, y con China, que acaba de lanzar la aplicación de IA DeepSeek con un coste muy inferior a los modelos estadounidenses de IA.