La guerra de Ucrania cumple mil días con la amenaza de un giro de guión
La nueva capacidad de Kiiv de golpear territorio ruso, el apoyo norcoreano en Rusia y la futura presidencia de Trump abren una nueva etapa en el conflicto
BarcelonaLa guerra de Ucrania cumple este martes mil días, justo en un momento en el que varios factores auguran un cambio de escenario que puede determinar si cumple o no su tercer aniversario. La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos –con la promesa de acabar la guerra al día siguiente de tomar posesión–, la irrupción de Corea del Norte en el frente de batalla para dar músculo al bando ruso y la decisión del todavía presidente estadounidense, Joe Biden, de dar permiso a Kiiv para utilizar misiles de largo alcance en territorio ruso, son hechos que confluyen justamente en esta efeméride de los mil días y que pueden acelerar los eventos en el campo de batalla.
La guerra de desgaste en la que se convirtió el conflicto desde muy pocos meses después de la invasión militar rusa en Ucrania, lanzada el 24 de febrero del 2022, mantiene todavía hoy los frentes muy estancados. La única sorpresa de los últimos meses ha sido la incursión del ejército de Ucrania en territorio de Rusia, que en agosto le permitió ocupar buena parte de la provincia rusa de Kursk. Sin embargo, en los últimos días, el ejército del Kremlin, ha recuperado territorio en esta zona y ha reducido la superficie en manos de Ucrania. Y la concentración de tropas tanto rusas como norcoreanas cerca de esta zona hace prever una contraofensiva para expulsar a los soldados ucranianos.
La previsión de que Trump quiera forzar un acuerdo de paz en cuanto vuelva al Despacho Oval el 20 de enero y que pueda obligar a Ucrania a ceder territorio a Rusia, con la amenaza de dejar de suministrarle armas y apoyo económico, está motivando a los dos bandos a ganar el máximo terreno posible antes de que llegue esa fecha. No es ningún secreto que uno de los motivos que llevó al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a ocupar territorio ruso fue también el de tener una moneda de cambio de cara a una posible negociación futura para poner fin al conflicto.
Según medios estadounidenses, el permiso de EEUU se limita al uso de los misiles en esta provincia de Kursk, la más cercana a Ucrania y donde sus fuerzas ya están desplegadas y se enfrentan ahora a la contraofensiva rusa con ayuda norcoreana. El hecho de que la decisión de Washington se haya filtrado a la prensa, aún sin confirmación oficial, lleva a algunos analistas militares a pensar que hay un componente disuasivo dirigido a Corea del Norte en este anuncio. De hecho, los expertos consideran que para que este permiso genere un giro real en el conflicto debería ampliarse a otras zonas del territorio ruso.
En los últimos días, sin embargo, Rusia no sólo ha recuperado territorio en Kursk, sino que también ha ido sumando ganancias, pequeñas pero constantes, en el frente del Donbás, en el este de Ucrania. Este 2024 Rusia ha ganado 2.455 kilómetros cuadrados de terreno dentro de Ucrania, según AP, una cifra muy pequeña, pero que ha tenido un gran impacto psicológico en el bando ucraniano, que ya estaba desmoralizado y con problemas de reclutamiento. A esto se suman los ataques de este mismo fin de semana, que han sido los más intensos desde diciembre de 2023.
Febrero de 2024
Mil días después de lanzar su invasión a Ucrania, Rusia controla una quinta parte del territorio de Ucrania, un área equivalente al tamaño de Grecia, según Reuters. Aunque en los primeros meses de guerra, Ucrania forzó al ejército ruso a retirarse de Kiiv y de su región del norte, el Kremlin ha logrado retener amplias zonas del este y del sur, donde controla todo el litoral del mar de Azov desde la caída de Mariúpol en el 2022. Poco después de que se cumpliera un año de guerra (en febrero del 2023), Rusia conquistó Bakhmut, al frente del este. Y aún marcó su segundo aniversario, en febrero del 2024, con otra victoria, la caída de Avdíivka. Desde entonces, las ganancias en el frente del Donbás han continuado lentamente, aunque no han sido tan simbólicamente significativos.
Mayo de 2024
El pasado mayo, Rusia lanzó una ofensiva terrestre y aérea sobre la región de Járkov, en el noreste de Ucrania, atravesando la frontera desde la provincia rusa colindante de Belgorod. Los soldados rusos lograron ocupar varias localidades pequeñas del norte de la región de Járkov como Krasne, Borysivka, Strilecha y Pylna. Ésta es una zona que Rusia había logrado ocupar durante su primera ofensiva del 2022, cuando quedaron a las puertas de hacerse con la ciudad de Járkov, la capital de provincia y la segunda ciudad más grande del país. Pero esta vez no llegaron tan lejos. El ejército ucraniano logró hacer retroceder a las fuerzas rusas, según Kiiv.
Agosto de 2024
El movimiento más sorprendente de los últimos meses ha sido la decisión de Zelenski de enviar sus tropas más allá de la frontera e invadir territorio ruso, por primera vez desde el inicio del conflicto. Los vídeos filtrados en las redes mostraban explosiones y edificios dañados, además de soldados rusos capturados por las tropas de Kiiv. Uno de los objetivos era reducir las incursiones rusas desde allí, como la que había invadido Járkov hacía unos meses, y atacar a las fuerzas que entrenaban y concentraban en aquella región. En medio de la confusión informativa, Rusia decía que había repelido ataques también en las provincias de Belgorod y Bryansk. En los días siguientes, los soldados ucranianos lograron tomar el control de varias localidades en Kursk y ocupar una parte de esa provincia.
Noviembre de 2024
Desde octubre, sin embargo, Rusia ha ido recuperando terreno ocupado por Ucrania en la provincia de Kursk. Con la pérdida de control sobre estas zonas rusas, Kiiv va perdiendo también poder de palanca en una eventual negociación de alto el fuego. Ninguno de los dos bandos parece dispuesto a iniciar un diálogo, de momento. Pero el profesor de estudios estratégicos en la Universidad de St. Andrews, Phillips O'Brien, apuntaba a AP que Trump puede intentar forzar el fin de la guerra deteniendo el suministro de armas a Ucrania, y ante la posibilidad de que se llegue a un alto el fuego que deje "el conflicto congelado", dice, "Rusia quiere asegurar tanto territorio como pueda ahora".
Balance de bajas
Los datos de bajas militares son imposibles de saber, aunque varias organizaciones y medios han realizado aproximaciones. El diario Wall Street Journalpublicó el mes pasado que, según fuentes confidenciales, ambos bandos han perdido aproximadamente un millón de combatientes, entre muertos y heridos. En concreto, estiman que murieron 280.000 soldados (200.000 rusos y 80.000 ucranianos), mientras que 800.000 resultaron heridos, 400.000 en cada bando.
También a mediados de septiembre, el ministerio de Defensa británico cifró en 610.000 las bajas rusas y el estado mayor del ejército ucraniano, en 635.000. En el segundo aniversario de la invasión, en febrero de este año, Zelenski apuntó que 31.000 miembros del servicio ucraniano habían fallecido.
En cuanto a las víctimas civiles, la Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos de la ONU en Ucrania había documentado el pasado 31 de agosto al menos 11.743 civiles fallecidos y 24.614 heridos desde el inicio de la invasión. Según la fiscalía ucraniana, en ese tiempo han muerto 589 criaturas en el país.