El Kremlin acusa a EEUU de "echar leña al fuego" al permitir a Kiiv lanzar misiles a territorio ruso
Zelenski no detalla dónde utilizarán los cohetes de largo alcance, pero avisa de que "los misiles hablan por sí solos"
BruselasEl cambio de postura de Washington en autorizar a Ucrania a lanzar misiles de largo alcance de fabricación estadounidense contra territorio ruso ha provocado, como era de esperar, una respuesta por parte del Kremlin, que ha acusado a Estados Unidos de "echar leña al fuego" en la guerra. El portavoz del gobierno ruso, Dmitri Peskov, afirmó que este movimiento significará "una nueva fase de tensión y una nueva situación respecto a la implicación de Estados Unidos" en el conflicto, y lo consideró una "provocación".
Peskov ha recordado que Vladimir Putin ya avisó en septiembre de que este paso supondría "que los países de la OTAN, EEUU y los países europeos estarán en guerra con Rusia". El presidente ruso ve esta decisión como una línea roja, y dijo que Moscú podría responder, por ejemplo, suministrando armamento de largo alcance a rivales de Occidente en varios lugares del mundo.
Es previsible que la autorización de EEUU tenga un efecto secundario y permita también mover ficha en Reino Unido y Francia, que han entregado también a Kiiv los misiles de largo alcance de fabricación franco-británica Storm Shadow (Scalp en la denominación francesa ), con capacidades similares a los ATACMS estadounidenses. Sin embargo, de momento no ha habido ninguna confirmación en este sentido.
Según medios estadounidenses, la autorización de Biden para que el ejército ucraniano dispare misiles en territorio ruso se limita, de momento, a la zona de la región rusa de Kursk, ocupada parcialmente por tropas ucranianas y que Rusia quiere recuperar con la ayuda de soldados norcoreanos. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aunque evitó adelantar cuándo los utilizará, ya dijo que los "misiles hablan por sí solos".
Tras el cambio de postura de Joe Biden, este lunes el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha vuelto a presionar a los Estados miembros para que sigan el mismo camino, tal y como lo había hecho el anterior secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. De hecho, el jefe de la diplomacia europea desveló que la máxima distancia que EEUU permite disparar sus misiles en Ucrania es de "unos 300 kilómetros" hacia Rusia adentro. Y pese a que criticó que no le parece "una distancia espectacularmente grande", celebró lo que "ha decidido la administración Biden". "Es mejor eso que nada", ha añadido.
Ahora bien, la luz verde sobre cómo utilizar los misiles que se entregan en Ucrania no es competencia de Bruselas o del jefe de la diplomacia europea, sino de cada estado miembro. Y, por el momento, Francia no modifica su postura. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, se limitó a decir que la idea de permitir el uso de sus misiles contra territorio ruso "es una opción" que hace tiempo que se plantean. Y fuentes del Elíseo han recordado que Francia ya permite a Ucrania utilizar las armas que le suministra contra las bases rusas desde donde se lanzan los ataques contra territorio ucraniano, informa Efe.
Italia, por su parte, reafirmó su rechazo a esta medida: "Solo se pueden utilizar dentro del territorio ucraniano", dijo el ministro de Exteriores, Antonio Tajani. Por otra parte, Alemania, que es el estado miembro de la UE que ha suministrado más ayudas y armamento a Ucrania, se mantiene firme en su negativa y quiere evitar la imagen –que le recuerda demasiado a la Segunda Guerra Mundial– de misiles alemanes siendo disparados contra territorio ruso. Sin embargo, la división interna de la coalición de gobierno germánica se ha vuelto a hacer evidente este lunes. Mientras el canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz, se opone, la ministra de Exteriores, la ecologista Annalena Baerbock, ha defendido en el Consejo de Exteriores de la UE que la "protección de Ucrania no se limita a Ucrania" porque el "derecho a autodefensa" implica poder atacar desde donde se lanzan los proyectiles, aunque sea en territorio ruso.
La luz verde de los 27 es aún más difícil si se tiene en cuenta que algunos gobiernos europeos, como el del húngaro Viktor Orban o el eslovaco Robert Fico, se han pronunciado incluso en contra de la decisión de los Estados Unidos. Fico que calificó el gesto de "escalada sin precedentes de las tensiones" al considerar que tiene el objetivo de "frustrar o retrasar las negociaciones de paz". También Hungría ha interpretado el permiso estadounidense para lanzar misiles de largo alcance en territorio ruso como un movimiento "sorprendentemente peligroso", según palabras del ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto.
Borrell: "El papel de China cada vez es más importante en Ucrania"
El jefe de la diplomacia europea también ha querido lanzar un aviso en su último Consejo de Exteriores sobre China, a la que ha acusado de "cada vez tener un papel más importante en la guerra de Ucrania" y ha dicho que está "preocupado" por los informes que apuntan a que China estaría suministrando armamento a las tropas rusas. "Sin Irán ni China, Rusia no podría aguantar su esfuerzo militar", ha dicho Borrell en rueda de prensa.
Por otra parte, el dirigente socialista ha asegurado que la UE "necesitará una coordinación sin precedentes" para hacer frente a la incertidumbre que suponeel regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, especialmente en lo que respecta a la guerra de Ucrania. Sin embargo, Borrell no ha logrado esquivar el veto de Hungría de Viktor Orbán y encontrar la manera de desatascar de una vez por todas el préstamo de 35.000 millones de euros que la UE quiere entregar a Ucrania. Y, por eso, antes de marcharse, el dirigente catalán ha aprovechado para criticar la falta de consenso y determinación que en situaciones como ésta hace que el bloque europeo pierda influencia en la escena internacional. "Para utilizar el lenguaje de poder debe demostrarse que se tiene poder y estar unido", concluyó Borrell.