Los supervivientes de Auschwitz claman contra la extrema derecha y el antisemitismo: "El odio engendra más odio"
Putin y Netanyahu han sido los dos grandes ausentes de la ceremonia de conmemoración del 80 aniversario de la liberación de Auschwitz
BerlínEuropa ha conmemorado este lunes el 80 aniversario de la liberación, el 27 de enero de 1945, del campo de concentración y de exterminio de Auschwitz a manos del ejército soviético en una sobria y emotiva ceremonia en presencia de una cincuentena de supervivientes y de varios jefes de estado y de gobierno. Entre los asistentes estaba el canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente francés, Emmanuel Macron; el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el rey Carlos III del Reino Unido y los reyes de España. Las grandes ausencias de la ceremonia fueron el presidente ruso, Vladimir Putin, y el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, aunque fueron las tropas soviéticas las que liberaron el campo y los judíos a las principales víctimas de la barbarie nazi. Putin no ha sido invitado por la invasión a Ucrania. Netanyahu, contra quien existe una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional (TPI), tampoco ha viajado a Polonia.
Auschwitz —ubicado en Oswiecim, 60 kilómetros al oeste de Cracovia— se ha convertido, después de la Segunda Guerra Mundial, en un símbolo del Holocausto. De los 1,3 millones de prisioneros que estuvieron internados en Auschwitz, 1,1 millones fueron asesinados, de los que unos 900.000 eran judíos que fallecieron en las cámaras de gas. "Nosotros, polacos, somos hoy los guardianes de la memoria", ha asegurado el presidente polaco, Andrzej Duda, tras el homenaje que se ha hecho por la mañana al "muro de los fallecidos", cerca del bloque 11 del antiguo campo de Auschwitz.
"Hijos, hermanas, madres, padres, amigos, vecinos, abuelos: más de un millón de personas con sueños y esperanzas fueron asesinados en Auschwitz por los alemanes. Lloramos sus muertes y expresamos nuestro pésame más sentido. Nunca los olvidaremos. Ni hoy ni mañana", ha escrito el canciller alemán, Olaf Scholz, en las redes sociales. "Con motivo del 80 aniversario de la liberación de Auschwitz, el mundo entero debe escuchar una vez más estas palabras: ¡Nunca más! No debemos olvidar esta lección trágica de nuestro pasado. El mal, la violencia y el desprecio no pueden volver a triunfar. ¡En ninguna circunstancia!", ha dicho en la red social X el primer ministro polaco, Donald Tusk.
Los supervivientes, protagonistas
Los supervivientes del Holocausto —muchos de ellos vestidos con un pañuelo de rayas azules y blancas que recordaba el uniforme que vestían en el campo de concentración— han sido los auténticos protagonistas de la jornada. "De los que vivieron para ver la libertad, apenas hay ninguna. Tan pocos. Y ahora sólo hay un puñado", ha constatado Marian Turkski, superviviente polaco de Auschwitz, que ha recordado a los millones de víctimas "que nunca nos dirán lo que vivieron o sintieron, porque fueron consumidos por esta destrucción masiva".
En la entrada del campo, Josef Mengele, el llamado "ángel de la muerte", y otros médicos nazis seleccionaban a los judíos deportados. Los adultos físicamente aptos debían realizar trabajos forzados en el campo de concentración. Quienes no eran escogidos, los nazis los asesinaban en las cámaras de gas o los médicos de la SS los utilizaban como conejitos de indias en sus experimentos médicos. "Nos despojaron de toda nuestra humanidad", recordó el superviviente Leon Weintraub, de 99 años. "En ese momento éramos víctimas en un vacío moral. Hoy, todos tenemos la obligación no sólo de recordar, sino también de advertir y enseñar que el odio engendra más odio, y matar, más matar", ha añadido Tova Friedman, de 86 años.
Aunque Friedman sólo tenía seis años cuando el Ejército Rojo liberó a Auschwitz, aún recuerda, como si fuera ayer, "los brillantes dientes de los [perros] pastores alemanes" que recibían los prisioneros en el campo, así como un grupo de niñas de seis o siete años que "lloraban y temblaban" mientras se dirigían a las cámaras de gas. "Ellas también se convirtieron en cenizas -recordó Friedman-. Los gritos y oraciones de tantas mujeres desesperadas calaron en mi alma y me persiguen hasta el día de hoy", ha explicado en inglés esta superviviente.
La política, en segundo plano
Aunque no ha habido discursos de políticos para evitar que la ceremonia fuera politizada, varios supervivientes han hecho referencia a los ataques de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023, defendiendo el derecho de Israel a existir y la necesidad de seguir luchando, 80 años después de la liberación de Auschwitz, contra el antisemitismo y contra la extrema derecha. "Seamos muy serios y ponemos atención a lo que predican los enemigos de la democracia. En general, pretenden poner en práctica las consignas que promueven. Si consiguen el poder, debemos evitar el error de los años 30, cuando el mundo no se tomó en serio el régimen nazi. y se subestimaron los planes de crear un estado libre de judíos, gitanos y personas de opiniones distintas, o enfermas, o consideradas no aptas para vivir", ha recordado Weintraub.
La emotiva ceremonia ha acabado con los supervivientes y jefes de estado y de gobierno llevando velas encendidas desde las vías del tren hasta uno de los vagones de mercancías que los nazis utilizaron para transportar a los deportados a Auschwitz, como ganado, desde diferentes puntos de Europa.