Egipto redobla los esfuerzos por cerrar un acuerdo en Gaza que evite el asalto de Israel a Rafah

El Cairo y Tel-Aviv definen una nueva propuesta de tregua y de intercambio de rehenes que Hamás estudia bajo la presión para aceptarla

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Abdel Rahman Barika, superviviente de un ataque aéreo israelí, en una casa destruida en Rafah, en el sur de la franja de Gaza, este lunes.

El CairoDespués de semanas con las miradas centradas en un eventual asalto del ejército israelí a Rafah, la ciudad más al sur de Gaza y la única que por ahora no ha sido atacada por tierra, el péndulo ha oscilado de nuevo y las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás sobre un alto el fuego en la Franja y un intercambio de rehenes han vuelto a tomar impulso en los últimos días. Este lunes una delegación de alto rango del movimiento palestino viajó a Egipto, que ha tomado la iniciativa en esta última ronda de contactos, para dirigir la última propuesta planteada por Tel-Aviv y El Cairo en un contexto de cierto optimismo pero de desenlace todavía incierto.

Siguiendo un largo período de estancamiento, los esfuerzos de Egipto, Qatar y Estados Unidos por mediar para un alto el fuego en Gaza y un intercambio de rehenes recobraron bastante la semana pasada, después de que altos cargos del ejército y la inteligencia israelí se reunieran en El Cairo con sus homólogos egipcios, que propusieron un nuevo marco de acuerdo. El jueves se convocaron en Israel los gabinetes de guerra y seguridad del país. Y el viernes fue una delegación de los servicios de inteligencia egipcios, encargada de la carpeta de Gaza, la que se desplazó a Israel para seguir definiendo la nueva propuesta.

En un comunicado difundido la madrugada del sábado por Hamás, uno de los líderes del movimiento en la Franja y el jefe de su equipo negociador, Khalil Al Haya, confirmó que habían recibido la nueva propuesta y que la estudiarían antes de darle respuesta . Al Haya ha encabezado la delegación que ha viajado este lunes a El Cairo para reunirse con las autoridades egipcias. Aunque los detalles del nuevo documento no están claros y están sujetos a cambios, medios locales han señalado que las partes muestran más flexibilidad que en anteriores rondas de negociaciones y que están acercando posiciones. El Cairo también ha difundido mensajes de optimismo.

Sillas con pósters de personas secuestradas por Hamás el 7 de octubre, en Tel-Aviv.

Públicamente, Hamás ha defendido en todo momento que sus condiciones para acceder a un acuerdo incluyen una tregua permanente, la retirada del ejército israelí de la franja de Gaza, el regreso a casa de los desplazados palestinos, sobre todo en el norte de la Franja, y el aumento de la ayuda que entra en el enclave. Sin embargo, Tel-Aviv sólo se ha mostrado abierto a un alto el fuego temporal ya un incremento de la ayuda humanitaria vinculados a la liberación de los rehenes retenidos en Gaza. El número de rehenes y prisioneros que liberaría a cada banda también ha sido un punto de fricción.

Mano extendida de la oposición israelí

En Israel, uno de los principales obstáculos para cerrar un acuerdo con Hamás ha sido la oposición del sector más ultraderechista de la frágil coalición de gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, que ha amenazado con derribar al ejecutivo si se hacen concesiones al movimiento palestino o se prioriza la liberación de los rehenes sobre el asalto de Rafah.

Sin embargo, en los últimos días, figuras más proclives a un pacto se han expresado con mayor firmeza. El sábado, el ministro de Exteriores, Israel Katz, declaró en el Canal 12 israelí que si las negociaciones en El Cairo prosperan podría suspenderse la ofensiva contra Rafah. Y Benny Gantz, líder de la oposición y miembro del reducido gabinete de guerra, aseguró el domingo en X que "entrar en Rafah es importante" pero que el regreso de los rehenes tiene una "importancia mucho mayor". Otro líder de la oposición, Yair Lapid, se mostró igualmente dispuesto en el pasado a sostener el gobierno si lo requiere un pacto con Hamás.

Asimismo, la posibilidad de que el Tribunal Penal Internacional dicte órdenes de detención contra altos cargos israelíes, incluido Netanyahu, la presión de las familias de los rehenes y la relativa oposición a una ofensiva en Rafah que ponga en riesgo la vida de soldados israelíes se cree que está empujando al primer ministro a considerar un acuerdo.

Washington también se ha movilizado en paralelo para intentar lograr el acuerdo. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, abordó el domingo por teléfono con Netanyahu las conversaciones en curso “para asegurar la liberación de los rehenes junto a un alto el fuego inmediato en Gaza”, según la Casa Blanca. El portavoz de Seguridad Nacional, John Kirby, declaró, a su vez, en una intervención en la cadena ABC, que están presionando para un alto el fuego que dure inicialmente “unas seis semanas” y que permita la salida de los rehenes, aumentar la ayuda que entra en Gaza y trabajar para una tregua más larga.

Y el secretario de Estado, Antony Blinken, que está previsto que viaje este martes a Israel, ha afirmado desde Arabia Saudí que la propuesta hecha a Hamás es "extraordinariamente generosa". Sin embargo, todas las partes implicadas en la mediación ya se han mostrado repetidamente optimistas en los últimos meses en un intento de intentar influir en el curso de las negociaciones, hasta ahora sin éxito.

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