Netanyahu disuelve el gabinete de guerra mientras las protestas contra el gobierno ganan bastante

La disolución del órgano no tendrá efectos prácticos, pero evidencia el creciente aislamiento del primer ministro israelí

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Protesta en Jerusalén por reclamar elecciones anticipadas a Benjamin Netanyahu.

El CairoEl primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, disolvió este lunes el reducido gabinete de guerra del país, formado en octubre para deliberar y tomar decisiones sobre la ofensiva militar contra Gaza y sus repercusiones regionales. El gesto, en gran medida simbólico, se consideraba una cuestión de tiempo después de la dimisión del líder opositor y miembro del órgano Benny Gantz la semana pasada por desavenencias con el jefe del gobierno, sobre todo en torno a la gestión estratégica de la guerra en la Franja. Pero su disolución formal evidencia el creciente aislamiento político de Netanyahu justo en una semana en la que están convocadas grandes movilizaciones antigubernamentales en todo el país para exigir elecciones anticipadas y un acuerdo para liberar a los rehenes retenidos por Hamás.

A raíz de los ataques de octubre de Hamás en el sur de Israel, Gantz aceptó que su Partido de la Unidad Nacional, el principal de la oposición, entrara a formar parte sin ningún ministerio de un gobierno de emergencia nacional, pero con tal de establecer en paralelo un gabinete de guerra sin el sector ultra del ejecutivo que le garantizara influencia en la toma de decisiones. El órgano, que en todo momento quedó supeditado a la última palabra de Netanyahu, estaba integrado por tres miembros con derecho a voto –el primer ministro, Gantz y el ministro de Defensa, Yoav Gallant– y por varios observadores, incluido uno otro miembro destacado del Partido de la Unidad Nacional, Gadi Eizenkot, que también lo abandonó junto a su jefe.

Todo apunta a que la disolución del gabinete de guerra no tendrá efectos prácticos sobre el rumbo de la guerra, pero deja a Netanyahu políticamente más aislado y expuesto en la extrema derecha. A partir de ahora, está previsto que las decisiones más sensibles sobre la guerra se debatan con los miembros que no dimitieron del órgano disuelto, y que son sobre todo figuras muy cercanas a Netanyahu, que seguirá al volante, según anticipan medios israelíes . Las decisiones menos trascendentales, en cambio, seguirán tomándose después de abordarse en un segundo foro más amplio, el gabinete de seguridad, que ya funcionaba en paralelo al de guerra y que incluye a los ministros de extrema derecha, que Netanyahu prefiere mantener en los márgenes.

Una semana de manifestaciones

La esperada decisión de Netanyahu de disolver el gabinete de guerra coincide con un nuevo intento de varios grupos de la sociedad civil israelí de reavivar el movimiento de protesta contra el gobierno con la convocatoria de una semana de manifestaciones en todo el país que piden principalmente elecciones anticipadas. Su organización se precipitó la semana pasada a raíz de la salida del partido de Gantz del gobierno y de la primera votación en el Parlamento de un proyecto de ley promovido por el ejecutivo para mantener la exención de la mili obligatoria para los judíos ultraortodoxos. Se trata de una decisión muy polémica en el contexto actual, pero la estabilidad del gobierno depende en parte de dos partidos ultraortodoxos.

El pistoletazo de salida de la semana de movilizaciones tuvo lugar este domingo con acciones limitadas. Y las principales manifestaciones han comenzado este lunes con una protesta ante el Parlamento en Jerusalén que, según medios israelíes, ha congregado a miles de personas y miembros de la oposición. Este martes está prevista otra en el mismo emplazamiento, y el miércoles arrancará una gira de tres días que se dirigirá primero al sur de Israel para poner el foco en los rehenes y comunidades de alrededor de Gaza que permanecen evacuadas, antes de poner rumbo a la ciudad de Cesarea, en el norte, donde existe una residencia del primer ministro.

A finales de semana están convocadas más manifestaciones en Jerusalén por la espiral de violencia en la frontera con Líbano, donde las hostilidades con el movimiento Hezbolá han aumentado de forma alarmante en los últimos días y donde este lunes el ejército israelí ha anunciado que había matado a un nuevo miembro destacado del grupo libanés. La batería de movilizaciones concluirá el sábado con nuevas manifestaciones en Tel Aviv, el epicentro del movimiento.

El objetivo de los grupos que han organizado la semana de movilizaciones es intentar revivir un movimiento de protesta antigubernamental como el que se articuló en Israel antes de octubre, catalizado entonces por los intentos del ejecutivo de minar las prerrogativas y la independencia de la judicatura. En este sentido, aunque en los últimos meses se han producido constantes protestas contra el gobierno por la gestión de la ofensiva en Gaza, en ningún momento se ha alcanzado los niveles anteriores y las protestas han chocado con una represión policial creciente.

Hasta ahora, además, los esfuerzos por vertebrar un movimiento que priorice elecciones anticipadas y un acuerdo con Hamás han topado con el límite de unos niveles de aprobación social de la guerra en Gaza todavía muy elevados. Asimismo, el ejecutivo de Netanyahu dispone de una mayoría sólida en el Parlament y la tendencia de las últimas encuestas muestra que la oposición ganaría hoy unas nuevas elecciones pero por un margen cada vez más estrecho y sin mayorías claras para constituir un gobierno. Por estos motivos, no se considera que las manifestaciones actuales supongan una amenaza a menos que logren ensanchar sustancialmente su base de apoyo e incluir actores sociales de peso como sindicatos y ayuntamientos.

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