Sánchez y Al Sisi escenifican el rechazo al plan de Trump de expulsar a los palestinos de Gaza
Egipto y España estrechan la colaboración en materia de inmigración y de economía con un acuerdo de asociación estratégica

MadridEl presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, que gobierna el país con mano de hierro, ha visitado este miércoles la Moncloa para abordar la situación en Gaza con Pedro Sánchez. Tanto el régimen egipcio como el gobierno español han mostrado su negativa en el plan de limpieza étnica que Donald Trump quiere aplicar con los palestinos de la franja de Gaza. "Quiero reiterar el rechazo rotundo a la propuesta de trasladar a la población de Gaza. Gaza es de los palestinos y del futuro estado palestino. Su expulsión no sólo sería inmoral y contraria al derecho internacional, sino que desestabilizaría toda la región", ha dicho el presidente del gobierno español.
Al Sisi ha insistido en sacar adelante el alto el fuego y ha elogiado la posición española a favor de un estado palestino. "Hay que continuar con el alto el fuego sin el desplazamiento forzoso de la población de Gaza", aseveró. También ha explicado que El Cairo y Madrid están de acuerdo en pedir la retirada de las tropas israelíes desplegadas en Líbano y Siria. Sánchez también ha reafirmado la importancia del "liderazgo árabe" y ha apoyado la cumbre de la Liga Árabe prevista para el 27 de febrero para abordar un plan árabe en respuesta al plan de Trump. También recordó que España es uno de los estados que aportan más efectivos a la misión de la Autoridad Palestina al paso de Rafah, actualmente bajo control israelí.
"Hay una gran coincidencia de intereses de apoyar una solución", contextualiza el experto en el norte de África del Real Instituto Elcano José Vericat, en conversación con el ARA. De entrada, Egipto tiene un "interés de seguridad nacional prioritario" en evitar el desplazamiento de los palestinos de Gaza. "Es absolutamente clave en el conflicto porque comparte frontera con Gaza y ha jugado un papel importante y positivo: ha impedido el éxodo masivo de palestinos y desempeña un papel histórico de mediación entre facciones de palestinos y entre Israel y Gaza", añade. Más allá de la seguridad, existe una cuestión "de principios, identitaria e histórica" que Egipto y Jordania "no pueden facilitar la limpieza étnica de Palestina; no pueden colaborar".
El rechazo frontal de Al Sisi, que hace unos días pospuso una visita a Trump a Washington por su toma de posesión a raíz de este plan del nuevo mandatario, es especialmente relevante teniendo en cuenta la dependencia económica que Egipto tiene de Estados Unidos, básicamente en materia militar. Con todo, Vericat cree que el país mediterráneo podría prescindir de esa ayuda y opina que Trump se equivoca haciendo pagar a Egipto y Jordania esa "deuda" con la limpieza étnica que propone a Gaza. "No se da cuenta del factor desestabilizador regional que supondría", subraya. En esta línea, Egipto también hace frontera con Libia y Sudán, dos países inestables que tocan con el polvorín que es Sahel, una de las principales preocupaciones de España como país receptor de migrantes que huyen de esa zona en conflicto.
De hecho, la visita del rais ha servido para firmar acuerdos en materia de inmigración, cooperación al desarrollo y también en el ámbito económico y comercial para elevar la relación bilateral entre Egipto y España al nivel de asociación estratégica. Otro de los intereses que Vericat apunta a que Egipto tiene en la resolución del conflicto de Gaza es poner en marcha un plan de reconstrucción que no solo detenga el plan de Trump, sino que pueda beneficiar a empresas de construcción.
El liderazgo de Sánchez
Antes de recibir a Al Sisi, que también ha visitado a Felipe VI en la Zarzuela, Sánchez ha visitado Egipto en cuatro ocasiones. En noviembre del 2023 fue hasta el paso de Rafah, en la frontera entre Egipto y la Franja de Gaza, para decir que España reconocería el estado palestino si la UE lo hacía, y el gobierno español dio el paso la pasada primavera, con Irlanda y Noruega, un gesto que aplaudieron a Egipto y al resto de países árabes. Sánchez lideró esta iniciativa y puso en evidencia una "doble vara de medir", dice Vericat, del resto de socios europeos, que en cambio sí se han implicado con Ucrania. "Europa no puede imponer una solución al conflicto entre Ucrania y Rusia por falta de músculo militar, pero también está perdiendo la carta de la Europa de los valores, principios y derechos humanos [con el conflicto de Gaza]", destaca.