Putin y Xi Jinping hacen piña contra la "ideología de Guerra Fría" de la OTAN

China se suma a la petición rusa y también quiere garantías de que no habrá ninguna expansión de la alianza militar occidental

ARA
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El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping.

BarcelonaEn pleno resurgimiento de la diplomacia de bloques, Rusia y China han querido exhibir este viernes un frente común inapelable ante las "injerencias" de Occidente, y más concretamente de los Estados Unidos. El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, han firmado un comunicado conjunto en el que instan a los países occidentales a abandonar la "ideología de Guerra Fría" y en el que reclaman a coro una garantía de que la OTAN no se expandirá. De este modo, China se une a la principal exigencia de Rusia para desescalar las tensiones en la frontera ucraniana. A cambio, Moscú deja claro su total apoyo al principio de "una sola China" y se opone a la independencia de Taiwán en cualquier forma, considerando que la isla es "una parte inalienable" del gigante asiático.

Esta declaración conjunta la han publicado durante la jornada de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, en la que los dos mandatarios se han encontrado por primera vez cara a cara desde que estalló la pandemia del coronavirus. El texto, en el que exponen sus posiciones comunes sobre "democracia, orden, desarrollo y seguridad", no hace ninguna referencia clara a la actual crisis en Ucrania, pero sí deja claro que China apoya las propuestas de Rusia para "crear garantías de seguridad legalmente vinculantes a largo plazo en Europa", haciendo referencia, pues, a las demandas de Moscú en los Estados Unidos y la OTAN.

Los dos países han manifestado su preocupación ante "el avance de los planes de los Estados Unidos para desarrollar una defensa global antimisiles y desplegar sus elementos en varias regiones del mundo", y han dejado clara su oposición a una posible ampliación de la Alianza Atlántica, a la que han pedido que abandone su "interpretación ideológica propia de la Guerra Fría" y que respete "la soberanía, la seguridad y los intereses de otros países".

La declaración constata que las dos potencias se oponen a las "injerencias de fuerzas externas" en sus asuntos internos. Además, añaden que están "seriamente preocupadas por los graves retos en seguridad internacional" y reafirman su "fuerte apoyo mutuo para la protección de sus intereses fundamentales, la soberanía estatal y la integridad territorial". Además de las referencias indirectas a las tensiones en Ucrania, el texto también hace alusión a la alianza entre Australia, el Reino Unido y los Estados Unidos (conocida como AUKUS) y, en particular, a la cooperación en el ámbito de los submarinos de propulsión nuclear. "Rusia y China creen que estas acciones son contrarias a los objetivos de seguridad y desarrollo sostenible de la región Asia-Pacífico, aumentan el peligro de una carrera armamentística en la región y conllevan graves riesgos de proliferación nuclear", sostiene.

Más gas ruso para China

Putin también ha aprovechado el viaje a Pekín para anunciar un nuevo contrato de 30 años para suministrar más gas ruso a China a través de un nuevo gasoducto, con lo que refuerzan una alianza energética en medio de las recurrentes amenazas de los Estados Unidos y la UE de cortar las exportaciones a Europa. Rusia ya envía gas a China a través de su gasoducto Power of Siberia, que empezó a bombear gas en 2019, y también a través de barcos que transportan gas natural licuado. El año pasado Rusia exportó 16.500 millones de metros cúbicos de gas a China.

El Kremlin ha informado también de que los dos presidentes han discutido la necesidad de ampliar el comercio en monedas nacionales, debido a la imprevisibilidad que rodea el uso del dólar. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho que las empresas rusas podrían quedarse sin la posibilidad de comerciar con dólares como parte de las sanciones si se acaba produciendo una invasión de Ucrania.

Rusia tilda de "absurdas" las acusaciones de los EE.UU. sobre vídeos manipulados en Ucrania

El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, ha considerado "absurdas" las acusaciones de los servicios de espionaje de los Estados Unidos, que aseguran que Rusia está preparando vídeos manipulados para utilizarlos como pretexto para invadir Ucrania. Varios medios norteamericanos, que citaban múltiples fuentes anónimas del gobierno de Joe Biden, publicaron este jueves que Rusia está fabricando vídeos manipulados del ejército ucraniano y de los aliados europeos entrando en territorio ruso y matando a civiles, cosa que Moscú aprovecharía para justificar un contraataque. "El carácter absurdo de estas reflexiones, que aumentan cada día, es evidente para cualquier analista con algunos conocimientos", ha dicho Lavrov en una entrevista al canal Ren TV, según informa Efe.

Por su parte, la portavoz de Exteriores rusa, Maria Zajárova, ha instado este viernes a los países occidentales a que dejen de suministrar armamento a Ucrania. "Hacemos un llamamiento a los países de la OTAN para que paren inmediatamente la instigación de una histeria alrededor del conflicto interno ucraniano y paren los suministros militares a Kiev", ha dicho en una rueda de prensa.

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