El ataque ruso en Ucrania

Rusia quema grandes cantidades de gas que antes exportaba a Alemania

Se desconocen las causas, pero la quema, de 4,34 millones de metros cúbicos diarios, puede tener grandes costes financieros y ambientales

ARA
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Una llamarada de gas se desprende de una central de la bahía de Portovaya, al golfo de Finlandia

BarcelonaMientras los costes energéticos se disparan en toda Europa, Rusia está quemando grandes cantidades de gas natural. Un informe de la empresa Rystad Energy ha revelado que una planta de gas rusa de cerca de la frontera con Finlandia quema unos 4,34 millones de metros cúbicos de gas cada día. Esto supone un gasto de unos 10 millones de euros en gas, que antes Rusia exportaba a Alemania, pero que ahora no puede vender en ninguna parte, según asegura el embajador alemán en el Reino Unido, Miguel Berger, en declaraciones a la BBC.

A principios de este verano, residentes finlandeses de la frontera con Rusia alertaron de la existencia de una gran llama en la planta de Portovaya, al noroeste de San Petersburgo. Desde entonces, los científicos han observado un aumento significativo del calor proveniente de esta instalación y han llegado a la conclusión de que Rusia está quemando gas natural. A pesar de que quemar gas es habitual en las plantas de procesamiento, normalmente por razones técnicas o de seguridad, la envergadura de esta quema ha sorprendido a los expertos.

En un primer momento, Rusia atribuyó las llamas a los problemas técnicos derivados de las restricciones internacionales, pero desde Alemania aseguran que se trata de una medida política. Y es que las sanciones impuestas para reducir la dependencia de Europa del gas ruso impiden al gobierno de Vladímir Putin exportar. Según Mark Davis, consejero delegado de Capterio, una empresa que se encarga de encontrar soluciones en la quema de gas, la llamarada no es accidental, sino que sería una decisión deliberada. "Los operadores a menudo dudan mucho a la hora de cerrar las instalaciones por miedo a que puedan ser técnicamente difíciles de reabrir y este puede ser uno de estos casos", ha dicho Davis en declaraciones a la BBC.

Otros expertos creen que la energética rusa Gazprom quizás quería usar este gas para procesarlo, pero podría haber tenido problemas para manejarlo y habría optado por quemarlo. Otra hipótesis apunta a que la quema de gas puede ser consecuencia de varios problemas técnicos para gestionar los grandes volúmenes del combustible que se enviaban por el gasoducto Nord Stream.

A pesar de que se desconocen las razones exactas de la quema, los volúmenes, las emisiones y la ubicación de la central no solo son un recordatorio del dominio de Rusia en el mercado energético, sino que puede provocar una subida de precios en toda Europa. Desde el inicio de la invasión de Ucrania, los gobiernos europeos han buscado reducir su dependencia energética con Rusia, que hasta ahora suministraba el 40% del gas utilizado por la Unión Europea.

Los científicos advierten de que, si el gas sigue quemando, los costes financieros y ambientales podrían ser cada día más altos. La emisión de dióxido de carbono debido a la combustión de gas, entre otras consecuencias, puede acelerar el deshielo del Ártico.

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