Hoy hablamos de

El deber periodístico de desnudar al mentiroso

Captura de imagen del vídeo del ataque contra quince paramédicos en Gaza.
06/04/2025
2 min
Regala este articulo

Los crímenes de guerra que se están perpetrando en Gaza quedarán probablemente impunes, así que la obligación moral de la prensa es, al menos, que queden fijados en ese primer borrador de la historia que dicen que es el periodismo. El primer paso para conseguirlo es decir las cosas por su nombre. El 23 de marzo el ejército israelí abrió fuego contra ambulancias palestinas y un camión de bomberos. Más tarde, se hallaron en una fosa común los cuerpos inertes de quince trabajadores de los servicios de rescate. La primera reacción consistió en negar que se hubiera producido ese ataque que contraviene la Convención de Ginebra. Pero cuando emergió un vídeo donde se veía cómo los soldados de Israel abrían fuego durante cinco minutos contra los vehículos –convenientemente identificados y con las luces encendidas– el ejército se vio obligado a tragar su versión y rectificar.

Algunos de los titulares de estos días hablan de imágenes "que aparentemente contradicen...", o dicen que el ejército "admite que el relato estaba parcialmente «equivocado»". Es obvio que Israel mató a médicos y los enterró para encubrir este crimen de guerra. Citar entonces la segunda versión de las fuerzas armadas en los términos que ellos mismos han escogido para minimizar esta punible acción conlleva comprarles el marco mental. La aparente asepsia de recoger lo que dice una fuente acaba convirtiendo a quien le hace de altavoz acrítico en colaborador necesario, aunque sea por omisión. "Israel mintió" es un titular duro, pero justificado, y en cambio los medios por lo general se refugian en fórmulas más administrativas. Seguro que algunos lo hacen inadvertidamente, por inercia, y otros con toda intención. Pero el resultado es que Netanyahu tiene mayor cobertura para practicar un genocidio si solo se le señala de forma perifrástica e indirecta.

stats