El análisis de Antoni Bassas: 'Hablar de los adversarios con claridad y distinción'

Anoche nos enteramos de una noticia triste, la muerte de Josep-Maria Terricabras.

Tenía 77 años, era catedrático de filosofía de la Universidad de Girona, miembro del Institut d'Estudis Catalans, un hombre de trato educado, un intelectual de pensamiento riguroso, y que durante cinco años fue eurodiputado por Esquerra Republicana. En un momento lo volveremos a oír, aquí, en el plató del ARA, cuando vino con los 70 años recién cumplidos y decía que él lo que quería era dedicarse a "leer la Divina Comedia bajo una higuera". Contaba todo divertido que una trabajadora española del Parlamento Europeo estuvo meses siguiéndolo en todas las reuniones públicas que Terricabras tenía en Estrasburgo y tomaba notas de todo lo que decía, y que una noche que tenía que hablar mucho tarde, se la encontró en un bar cerca del Parlament, le saludó y le recordó que a las 11 intervendría en una sesión. La persona en cuestión le contestó: "Yo sólo le sigo en horario laboral".

Ahora oiremos Terricabras hablando de uno de los principales protagonistas de la vida política catalana, estos días y años, Carles Puigdemont. Lo haremos a propósito de esta noticia que hoy publicamos: "Esquerra pasa al ataque contra Puigdemont". Los republicanos han virado de estrategia y ahora han decidido entrar en el cuerpo a cuerpo con el candidato de Junts. Hablábamos ayer: Esquerra está detrás en intención de voto, debe gesticular y provocar, y Puigdemont está dando la respuesta contraria : tono presidencial y discurso de unidad. Por cierto, valoramos aquí la visita que Josep Sánchez Llibre le hizo, en calidad de presidente de Fomento, a Puigdemont en Perpiñán. Josep Ramoneda en nuestra contraportada, “Sánchez libro, el normalizador”, donde valora su gusto por los golpes de efecto, incluso contra la opinión de los suyos, si se trata de abrir puertas bloqueadas y normalizar situaciones.

En 2018, le preguntamos a Terricabras por Puigdemont. Nos interesaba su respuesta, por la calidad del pensamiento de Terricabras, porque era gerundense y porque representaba a Esquerra en Europa, en ese momento. Y eso es lo que nos contestó: "Lo conozco de hace mucho tiempo y es una persona honesta. Es independentista desde los 15 años, y lo defiende bien. También es verdad que va mucho a lo suyo. Lo cual, cuando lo 'adivina es magnífico y cuando la esguerra, puede ser problemático'.

Adeu a Terricabras, que decía que perseguir la felicidad es una mala cosa, porque la felicidad es el aroma que desprende una olla que tenga ingredientes que sean buenos, pero no un ingrediente. Y que el día que salió de profesor dijo a sus alumnos: "Trate de ser rigurosos en su pensar y esté siempre con los más débiles".

Buenos días.