El análisis de Antoni Bassas: "El TJUE a los europeos: nos pasamos su voto por el forro"

Seguro que están al caso de que el escaño del eurodiputado electo de Junts y exconseller Toni Comín cuelga de un hilo. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dice que el Parlamento Europeo acepta como diputados a quienes cada estado reconoce en una lista. Como Comín no ha ido a Madrid a jurar la Constitución española, no está en la lista y ahora depende de la decisión de la presidenta de la Eurocámara, porque con esta sentencia sobre el caso de Puigdemont y del propio Comín de la pasada legislatura , Comín lo tiene bastante más difícil para acabar asiento en su escaño de Bruselas y Estrasburgo.

Ya a la hora de tomar posesión en el mes de julio, la presidenta le negó el derecho a ocupar su asiento porque la Junta Electoral Central había declarado vacante su puesto al no haber jurado la Constitución de forma presencial. Nuestro corresponsal en Bruselas, Gerard Fageda, informa que el equipo de la presidenta Metsola ha asegurado al ARA que están "analizando" la sentencia y han evitado adelantar qué decisión tomará la presidenta de la Eurocámara.

Como lo que de pie no es una ciencia exacta, sino que es una materia que hay que interpretar, resulta que, por un lado, el TJUE defiende que el Parlamento Europeo "se limitó a hacer lo que estaba obligado a hacer: a tomar nota de la lista" que le facilitaron las autoridades españolas porque controlar con "exactitud" este listado incumpliría el reparto de competencias entre la Unión Europea y los estados miembros, y "este control corresponde exclusivamente a los organismos jurisdiccionales nacionales". abril, el abogado general del propio TJUE, Maciej Szpunar, apuntó que la ley electoral española que obliga a los eurodiputados a jurar la Constitución "contraviene" la legislación europea y el principio de sufragio universal. Pero la opinión del abogado general no es vinculante, y así estamos.

Estamos ante un ataque de gran magnitud al sufragio expresado democráticamente en las urnas. A Comín le hicieron europarlamentario 430.000 votos. Y la justicia europea quiere hacernos creer que porque no ha jurado la Constitución y España no la ha puesto en la lista, el voto de 430.000 personas no vale.

Se podría argumentar que tiene lógica que cada estado le diga al Parlamento Europeo cuáles son los candidatos escogidos por los electores, y de hecho, no debería haber ningún problema para que así fuera en un club de estados democráticos donde todo se desliza sin problemas. Pero no vivimos en un mundo perfecto. Bruselas no puede ignorar que España no tiene una relación normal con los independentistas catalanes y sus electos. Por eso es una vergüenza que la UE pase por alto que si Comín no ha ido a Madrid es porque podría ser detenido pese a la inmunidad que tenía cuando era eurodiputado y aunque ahora está amnistiado. Esto es, la confianza en los estados no puede ser ciega. Alguien debe preguntarse cómo es que un candidato escogido no está en la lista y ponderar mejor si lo que cuenta es el trámite de ir a jurar la Constitución o el voto de la gente. Lo que ha hecho España es un abuso multiplicado por el del TJUE. ¿Cómo no es más importante la voluntad democrática de los ciudadanos que un trámite que todo el mundo sabe que no se hace porque Comín acabaría en prisión? Le acaban de decir, nos acaban de decir a los ciudadanos europeos que el Parlamento puede pasarse nuestro voto por el forro.

Buenos días.