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Multireincidencia

Defender multirreincidentes: "Si no tardaran un año en juzgarlos, cuando los volvieran a pillar ya tendrían antecedentes"

El ARA acompaña a un abogado de oficio durante una guardia asistiendo detenidos

Una detención por parte de los Mossos en una imagen de archivo.
29/03/2025
4 min
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BarcelonaAtender a arrestados por todo tipo de delitos en Barcelona y representarlos ante el juez que decidirá si quedan en libertad provisional o deben ir a prisión mientras esperan juicio. Es la normalidad de un día de guardia de un abogado de oficio y también la labor que realizará durante las próximas 24 horas el abogado Pol Olivet.

La mañana comienza con dos avisos para atender a dos detenidos que han pasado la noche en la comisaría de los Mossos d'Esquadra. Uno, por presuntamente intentar robar un móvil en el metro. Ya ha sido detenido 26 veces, varias en las últimas semanas, y condenado dos veces por un robo y un hurto por los que evitó entrar en prisión. Al otro detenido que debe atender a Olivet se le atribuye un robo en una joyera. Tiene cuatro antecedentes con la policía y el único caso que trascendió a la esfera judicial se saldó con una multa.

El primer paso es ir a la comisaría donde los arrestados han pasado la noche. Olivet se reúne con los detenidos en una sala contigua a los trullos. El primer detenido, gafado, repite que le han detenido "por la cara", sin motivo alguno. El atestado de la Guardia Urbana dice que anoche dos agentes de paisano le vieron subir al metro en la estación de plaza Catalunya muy enganchado a una chica. Luego bajó detrás de él justo en la siguiente parada, Liceu, donde supuestamente le intentó sacar el móvil, un iPhone, del bolsillo. Él dice que no querrá declarar, ni en comisaría ni en el juzgado, y pide tener un intérprete de árabe cuando tenga que hablar con el juez. Olivet volverá a encontrarse con él dentro de unas horas una vez los Mossos le hayan llevado al juzgado.

La sala de espera de una comisaría de los Mossos.
La entrada de una comisaría de los Mossos.

En la misma sala, el segundo detenido que atiende a Olivet esta mañana escucha cómo un mosso le cuenta tanto a él como a su abogado que las cámaras de seguridad de una joyería le han grabado llevándose un escaparate de anillos. "Es bisutería, pero en total son más de mil euros", avisa el mozo. Son más de cien anillos, que según tienda cuestan en total 1.800 euros.

Ya en el juzgado, Olivet recibe la propuesta de la Fiscalía para llegar a un acuerdo en el caso del detenido para intentar robar un iPhone. El acuerdo le supondría rebajar la pena un tercio, pero le obligaría a confesar. El abogado aún no ha podido consultar los antecedentes del arrestado, por lo que no sabe a qué pena se expone: el agravante de multirreincidencia en el hurto se aplica cuando hay tres condenas firmes y el sustraído supera los 400 euros.

Cuando el juzgado le entrega la hoja de antecedentes, Olivet constata que el hombre tiene una condena de prisión que ha quedado suspendida siempre y cuando no vuelva a delinquir durante un tiempo. En su caso, este período de tiempo todavía está vigente, pero el día que llegue el juicio, teniendo en cuenta los retrasos en los tribunales, seguramente ya habrá caducado. "El sistema es tan perverso que dentro de año y medio la suspensión habrá caducado y ya podrá aceptar la conformidad, porque ya no tendrá ninguna condena pendiente", dice Olivet.

"El paso del tiempo nos favorece, pero no es el mejor en cuanto a funcionamiento del sistema", dice Olivet sobre los retrasos en la justicia, que a veces pueden jugar a favor de los intereses de los procesados. "Si esto fuera rápidamente y lo juzgaran quince días después, habría sentencia en días, y después un mes para el recurso. Tendrías un proceso que tendría sentido, porque revocarías la suspensión de la pena de prisión y lo sacarías de la calle", valora sobre los efectos de los retrasos en los juicios rápidos, que sobre el papel deberían hacerse en un plazo.

Estos retrasos también impactan en la dificultad de aplicar el agravante de antecedentes, explica Olivet: "Si los juzgaran la semana siguiente del hurto, cuando los volvieran a pillar ya tendrían antecedentes. Pero, en cambio, tardan más de un año". Otro factor que a menudo dificulta poder aplicar agravantes en un hurto es certificar que los objetos sustraídos antes suman en total un valor de más de 400 euros. La tasación de los objetos suele ser ágil, pero en ocasiones se ralentiza el proceso de conseguir un certificado de los juzgados que dictaron las sentencias anteriores para acreditar el valor de los objetos. Últimamente, ya suele incluirse en la hoja de antecedentes un apunte sobre si el objeto costaba más de 400 euros o no, pero todavía hay muchos que no dan esa información y hay que pedirla al juzgado que dictó la condena.

"Si pacta y lo vuelven a encontrar robando, tendrá que ir a la cárcel"

Como al primer detenido, Olivet no cree que al segundo arrestado que atiende hoy le convenga pactar. Aceptar un acuerdo con la Fiscalía le supondría una condena que quedaría suspendida a condición de que no vuelva a delinquir, pero eso implicaría renunciar "al suyo modus vivendi", admite Olivet.

"Si ahora pacta y dentro de dos meses lo vuelven a encontrar robando tendrá que ir a la cárcel, aunque sea por unos meses", valora el abogado antes de bajar a los trullos para aconsejarle que, cuando se siente ante el juez, se acoja a su derecho. rt cuando llegue el juicio No será, sin embargo, dentro de quince días.

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