El equipo del Dakar nacido de una lista de 101 cosas para hacer en la vida
El equipo ALL1 llega al Dakar con seis pilotos amateurs que mantienen vivo el sueño de un joven fallecido en un accidente en el 2017
BarcelonaNunca un equipo amateur de esta dimensión había llegado al Dakar. El ALL1, un grupo de entusiastas del deporte catalanes, lleva este año seis pilotos al Dakar con una estructura detrás de 18 técnicos, 30 acompañantes, asesores como Marc Coma y miles de aficionados apoyándoles, así como el apoyo de empresas de larga tradición como Rieju, Martiderm, Motocard, Meroil, Pastoret, Encaja y Mautomoción... ¿Cuál es su secreto? Su motivación, seguramente: es el equipo que mantiene vivos los sueños de un joven que perdió la vida hace unos años.
En noviembre del 2017, Àlex Llibre, un barcelonés que hacía un montón de deportes, perdió la vida en un accidente de moto. Fue un duro golpe para sus amigos y familiares. Poniendo orden en la habitación de su hermano gemelo, Carlos Libro encontró una lista escrita a mano titulada "101 cosas que hacer en la vida”, donde estaban incluidas ideas bonitas como llevar a la abuela a la montaña, hacer viajes a Brasil o participar en pruebas deportivas de resistencia de renombre.El quinto punto de la lista decía que quería participar en el Dakar en lo alto de una moto. Aquella lista fue la semilla que llevó a Carlos a intentar hacer realidad los sueños de su hermano, una forma de mantener vivo su recuerdo y hacerle un homenaje.De hecho, Álex había hecho la lista a propuesta de Carlos, que también tenía una lista de 100 cosas que quería hacer.Durante unos meses, el hermano pensó que Álex no había hecho la lista cuando él se la había propuesto, así que encontrarla en un cajón le emocionó, y decidió que había que hacer algo. La respuesta es el equipo ALL1, donde todo el mundo se puede sumar, aunque no hubiera conocido a Àlex Llibre, por hacer pandilla y participar en los retos de la lista. En la última Ironman de Barcelona, por ejemplo, ya eran más de 300 participantes bajo el paraguas del equipo ALL1.
Al Dakar de este año acuden seis pilotos, uno de ellos el propio Carlos Libro. Los pilotos de ALL1 se han preparado a fondo bajo las órdenes de su team manager, Moi Gangolells, fisioterapeuta con experiencia que ya ha acompañado a deportistas como Marc Coma y Laia Sanz en varias ediciones del Dakar. Los valientes son Javi Amat, Pepe Martí, Xavier Pes, Fernando Conde y Josep Pedró, que consiguieron el permiso para estar en el Dakar una vez participaron en una prueba del Mundial de rallyes, aquel de Marruecos, cuando grabaron un documental . Sin embargo, en esta prueba el Carlos Libro no pudo acabar, ya que sufrió una caída, así que tuvo que ir después solo a Argentina para conseguir el permiso. Si no has terminado antes pruebas de cierta dureza, el Dakar no permite que te inscribas, así que por poco el hermano se quedó fuera de la convocatoria del equipo ALL1. "Fue bonito cuando se clasificó, estábamos todos nerviosos apoyándole desde la distancia. Hubiera hecho daño si él, que lo ha originado todo, se lo hubiera perdido" explica Josep Pedró, que ha crecido soñando en el Dakar.
En el nombre del padre
"Yo llevaba ya años con la idea de hacer un Dakar y un poco en común nos juntó. Siendo todos barceloneses, teníamos que conocernos. Ellos podían ayudarme a hacer realidad mi sueño y yo me sumaba a conocer quién fue Álex. Además, ahora todos nos hemos hecho íntimos amigos. Yo creo que remo remo igual que todos por el proyecto de Juan y que me ha llegado al corazón de verdad. Hay una idea bonita detrás, dejar claro que no es un círculo cerrado, que cualquier persona puede hacer suya la historia de superación de Álex" razona.
Josep, además, tenía una motivación extra: su padre había participado en el Dakar cuando él era un niño de cuatro años, con un coche. "Mi padre atravesó todo el África de punta a punta, era un aventurero. El hecho de acabar era un reto con mayúsculas. Es cierto que la tecnología y todo ello ha cambiado la historia, pero sigue siendo una prueba donde ha mucho espacio para el romanticismo. El Dakar es sinónimo de aventura, de historias únicas, de retos... Y llegar al Dakar es tan difícil que normalmente detrás hay un motivo muy grande" dice Josep, que ha vivido estos últimos meses emocionado, ya que ha visto cómo su padre, de 76 años, se anima más que él. "Dakar siempre ha sido una forma de vivir para él. Para él es muy especial y siempre nos lo transmite así. Y que ahora un hijo suyo lo haga... De hecho, vendrá a visitarme los últimos días al Dakar. Ya me da consejos, dejando claro que hay que correr, pero no demasiado. Hay que encontrar el ritmo justo para no perder demasiado tiempo, pero no forzar la máquina" dice. Una tradición que pasa de generación en generación, de las dunas africanas a las saudíes. "Tengo una niña pequeña que parece un poco triste, ya que me iré mucho tiempo, pero ya la he pillado contando con orgullo que su padre hará Dakar", dice Josep. "En el Dakar hay equipos gigantes con grandes recursos, pero un equipo amateur que movilice a tanta gente nunca se había visto" añade.
Cuando el Dakar acabe, quedarán retos de esa lista de 101 puntos. Algunos eran demasiado personales, pero otros siguen en la cabeza de los miembros del equipo, que siguen haciendo comunidad pensando en el futuro. La lista de Àlex sigue viva.