¿Existe alguna diferencia de edad ideal entre hermanos?

BarcelonaLa Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dejar pasar al menos tres años entre embarazos para favorecer la recuperación física y emocional de la mujer. También existen estudios científicos que afirman que la diferencia de edad ideal entre hermanos sería de entre uno y cuatro años. En palabras de la pedagoga Àngels Mayor, es “evidente” que después del embarazo y el parto “tanto la madre como el bebé necesitan una atención de calidad”. Y añade: “Hay que facilitar que el posparto y los primeros años sean una experiencia positiva para las mujeres, los hijos y la pareja”, con lo que se puede garantizar “la creación de lazos con los hijos que les ayudará a mejorar el desarrollo”. Sin embargo, señala la también maestra de la escuela Gravi, “cada familia, según sus hábitos y sistema de vida, puede tomar unas decisiones u otras en relación al momento de tener hijos”.

¿Qué pros y contras existen cuando los hermanos tienen edades más y menos cercanas?

Mayor insiste en que, "por suerte", no hay normas establecidas, pero afirma que "la realidad es que cuando las edades son cercanas hay más complicidad y más conexiones en cuanto a pensamiento evolutivo". En cambio, cuando la diferencia es muy grande, "puede haber una crianza muy poco coincidente, casi como dos hijos únicos, dado que pueden estar en estadios muy distantes de su desarrollo físico y mental", apunta la pedagoga.

¿Que la edad sea cercana garantiza que no haya peleas o celos entre ellos?

En las relaciones entre hermanos puede haber competitividad, celos y envidia, sobre todo, "si entre ellos se consideran rivales" y "se pueden mezclar sentimientos de amor y odio", matiza Mayor. El nacimiento de un hermano puede vivirse como cierta pérdida (el príncipe destronado), una situación “del todo normal que hará que el mayor tenga que aprender a compartir el amor de los padres”. Con los hermanos se aprenderá "a discutir, compartir y negociar", añade. Sin embargo, hay que tener en cuenta que “los progenitores son su ejemplo a seguir” y, por tanto, continúa Mayor, “si se promueve una buena convivencia basada siempre en el respeto y se fomenta el bien común de la familia, los hijos también lo aprenderán”.

¿Qué ventajas con respecto a la crianza comporta el hecho de que los hermanos se lleven poco tiempo?

Para Mayor, la crianza de hijos que se llevan pocos años "facilita la organización familiar", en tanto que "hay horarios similares". También "pueden tener un juego compartido, se distraen juntos y con las mismas actividades, ya que tienen sinergias de complicidad, de enriquecimiento mutuo y más puntos de conexión". Si todo va bien, anticipa, "se harán grandes y tendrán intereses comunes, serán de la misma generación e incluso compartirán el mismo grupo de amigos".

¿Cómo lo viven los padres?

El paso de cero a un hijo es la situación más incierta. Tal y como apunta Mayor, “no sabemos cómo será ni cómo lo haremos, qué nos cambiará, cómo tendremos que organizarnos como familia...” Pero de uno a dos o más hijos, ya se habrán modificado muchos hábitos, "se tendrá un ritmo aprendido, los horarios ya habrán cambiado y el pequeño se adaptará a la rutina de la familia que ya está funcionando". Sin embargo, señala, "se agradece cuando el mayor ya es algo más autónomo, se viste, come solo y duerme toda la noche".

¿Cómo podemos trabajar la culpabilidad al ver que hacemos crecer demasiado rápido al primer hijo por la llegada del segundo?

La pedagoga y maestra nos tranquiliza y dice que el hermano mayor habrá disfrutado de la situación de primogénito dos o tres años y, por tanto, "ya le hemos ofrecido una exclusividad que el segundo hijo no tendrá". Mayor apunta que la llegada de un hermano puede concebirse como un regalo y aunque en algunos momentos los niños "pueden estar tristes, dolidos o enfadados con nosotros y también tener sentimientos de amor u odio hacia el bebé". Y añade que "habrá que hablar y acompañarlos en el nuevo proceso".

¿Qué ocurre cuando la diferencia de edad es grande?

Para Mayor, cuando las edades se alejan más puede que los hermanos no tengan los mismos intereses pero el hecho de compartir el mismo hogar y familia "fomentará los vínculos de respeto interpersonales y la complicidad de pertenecer al mismo grupo". Los aprendizajes de una buena comunicación, gestión de las emociones y la paciencia se trabajarán, sin embargo, “desde pequeños, observando a los hermanos mayores, que se convertirán en sus referentes”.