Montse Ribé: "De pequeña ya imaginaba monstruos extraños sin saber que aquello podía ser un trabajo"

BarcelonaUn pie gigante de la criatura en forma de árbol que J.A. Bayona convirtió en protagonista de Un monstruo viene a verme es lo primero que te llama la atención cuando atraviesas la puerta de DDT SFX, el estudio de efectos especiales que Montse Ribé y David Martí tienen en el Poblenou de Barcelona. Al lado hay lo que llaman “la sala gore”: figuras de cuerpos desmembrados esparcidas por el suelo mientras desde las paredes te observan caras fantasmagóricas. Todo bajo la no mirada inquietante del Hombre Pálido, una de las criaturas que crearon para El Laberinto del Fauno, de Guillermo del Toro, la película que les permitió tocar el cielo cinematográfico en 2007 con el Oscar al mejor maquillaje, un día que recuerdan como “una burbuja de nervios y emoción”.

En su taller han llegado a trabajar unas 40 personas, pero ahora está casi vacío. Ribé se sienta en un sofá de estética Twin Peaks para recordar cómo empezó su afición por el mundo de la fantasía: “De pequeña siempre estaba imaginando monstruos extraños sin saber que aquello podía ser un trabajo. Los dibujaba en los márgenes de los libros de la escuela. Cuando vi películas como ET, Gremlins o Cristal Oscuro me di cuenta de que estas criaturas se podían hacer realidad. También me impactó muchoAmadeus, con el maquillaje de Salieri que hizo Dick Smith. Preguntaba a mis padres cómo podía ser que un hombre se hiciera mayor en dos horas de película, no lo entendía”.

Ribé se inició en los dibujos animados, pero más tarde empezó a estudiar el curso de efectos que impartía David, y ya no se han separado. En su taller todo está lleno de figuras, algunas acabadas y muchas a medias. En julio, incluso empezaron a organizar visitas guiadas para dar a conocer su trabajo: “Aquí se mezclan muchas disciplinas: la escultura, el dibujo, el diseño, la pintura, moldes, también hay expertos en mecanismos que hacen que las criaturas se muevan, gente que hace programación, nos gusta probar I+D…”

Ribé incluso hizo de actriz cuando Guillermo del Toro le pidió que interpretara al niño Hellboy en la segunda película de la saga. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones son actores profesionales los que dan vida a sus criaturas, como hizo Doug Jones en El Laberinto del Fauno. “El momento más alucinante de nuestro trabajo es cuando una criatura cobra vida. No suele haber mucho tiempo para realizar pruebas, por lo que te lo juegas todo en el mismo rodaje. En el caso del Fauno, recuerdo que era casi de noche, nosotros subimos a una colina y estaba allí. Todo el equipo de la película estaba a su alrededor, en silencio, y cuando empezó a moverse, con toda esa altura, no podíamos dejar de mirarle. Entonces Guillermo le abrazó y todo el mundo aplaudió. Se me pone la piel de gallina al recordarlo".

Los últimos trabajos importantes que han hecho han sido la serie Los anillos de poder (Amazon), con Bayona, y la película Secaderos, en la que tuvieron que crear una criatura hecha de hojas de tabaco. “David y yo hacemos un poco de todo. Un día estás luchando por conseguir un proyecto o por cuadrar presupuestos, y de repente te pones a diseñar un monstruo o a hacer la escultura, que es la parte que más me gusta”. Aunque ha trabajado mucho tiempo en el mundo de los efectos especiales, no ha perdido la capacidad de sorprenderse en una sala de cine. “Si la peli no me atrapa, me fijo más en los detalles de los efectos, en los errores, pero si es buena, me dejo llevar. Los monstruos no me asustan porque son mis amigos, pero las tramas de espíritus, por ejemplo, me siguen dando mucho miedo.”