Política

Sánchez legitima a Puigdemont como actor político a los ojos de Europa

El líder socialista emplaza al expresidente catalán a seguir por la vía del diálogo

5 min
Carles Puigdemont en su intervención en el Parlamento Europeo, con Pedro Sánchez de fondo.

EstrasburgoDesde el inicio de las negociaciones entre Junts y el PSOE, existía la gran duda sobre si habría foto entre el expresidente de la Generalitat en el exilio, Carles Puigdemont, y el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. Sin embargo, hasta este miércoles ni siquiera se habían visto las caras. Concretamente, desde agosto del 2017. Puigdemont ocupaba entonces la presidencia de la Generalitat y Sánchez acababa de recuperar el liderazgo del PSOE. Ambos participaron en la manifestación del 26 de agosto para recordar a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils y un día antes, fuera de los focos, habían cenado juntos, con el referéndum del 1-O como principal tema sobre la mesa. Lo que ocurrió después se sabe de sobra: el PSOE criticó la violencia policial durante las votaciones, pero apoyó la aplicación del 155 y Sánchez se pasó varios años –ya como presidente– reclamando que Puigdemont y el resto de los líderes del Proceso pagaran por haber vulnerado la ley. Todo esto ha quedado superado por la nueva estrategia del diálogo entre unos y otros. Seis años después, ambos líderes políticos se han vuelto a encontrar en público y Sánchez ha legitimado a Puigdemont como actor político a los ojos de Europa.

Han coincidido en la sede de Estrasburgo del Parlamento Europeo y, aunque han evitado el apretón de manos para desactivar una lectura que no acaba de interesar a ninguno de los dos, se han interpelado al hemiciclo, con Sánchez defendiendo abiertamente la amnistía en el pleno de la Eurocámara como un paso adelante hacia la "convivencia" entre Cataluña y España. El presidente español, de hecho, ha instado directamente a Puigdemont a continuar con el diálogo para acabar con el conflicto. "Está en nuestras manos conseguirlo, por la vía de la negociación, de la Constitución y de la política", ha dicho mientras la derecha española (y gran parte de la europea) ponía el grito en el cielo.

Puigdemont ha decidido continuar con el tono conciliador que ya caracterizó su reacción de este martes, cuando se confirmó que el catalán no será oficial en la UE durante la presidencia española del Consejo, y se ha limitado a recordar a Sánchez que debe cumplir con los acuerdos de investidura. En este sentido, ha criticado que a diferencia del presidente español él no pueda hablar en el Parlamento Europeo su lengua materna y le ha vuelto a pedir que logre que en un futuro se pueda hablar catalán en las instituciones europeas. "Las oportunidades deben aprovecharse. Si se dejan pasar, las consecuencias no son agradables", ha advertido el eurodiputado catalán.

Sánchez en Puigdemont: "La ley de la amnistía es un paso importante en la buena dirección"

Ahora bien, el expresidente no ha querido entrar en detalles sobre cuáles podrían ser estas consecuencias y más bien ha quitado peso a la amenaza velada. A preguntas de los periodistas, que le han perseguido por los pasillos del Parlamento Europeo entre correderas y empujones, ha apuntado que no iba dirigido concretamente a la aprobación de los presupuestos generales, que volverán a necesitar el apoyo de Junts para salir adelante. "Esto es otra pantalla", se limitó a responder el expresidente.

Puigdemont: "Nuestra libertad de expresión en esta cámara vale menos que la nuestra"

Los nuevos enemigos de Sánchez

El independentismo catalán ha pasado de estar enfrentado a Sánchez a ser aliado en una fase de diálogo que aún no se sabe adónde llegará. En cambio, quienes antiguamente habían sido sus aliados contra el referéndum son hoy sus principales enemigos. Sánchez ha aprovechado la sesión para dirigirse directamente a Manfred Weber, el presidente del grupo parlamentario del Partido Popular Europeo (PPE), que ha intentado estropear la comparecencia del jefe de gobierno español. Lamentó que se haga eco de los argumentos de los conservadores españoles y "repita" los discursos que le envían de la sede de Génova. "Estoy muy contento de que después de 20 años le haya empezado a interesar la política española. Pero infórmese sobre lo que pasa, no se crea lo que dicen sus compañeros", le recomendó Sánchez.

Antes de la réplica de Sánchez, el presidente del PPE había vuelto a cargar con dureza contra la ley de amnistía y los acuerdos de investidura, y reprochó al presidente del gobierno español que pacte con "extremistas y separatistas". "¿Cómo puede estar cinco años en el poder diciendo que la amnistía es inconstitucional y luego lo acuerde?", se preguntó Weber. Incluso, el dirigente alemán ha amenazado a Sánchez con realizar una comisión de investigación del Parlamento Europeo sobre la amnistía y el estado de derecho en España, tal y como se hizo con el escándalo de Pegasus, si bien estos procesos nunca se abren por una cuestión interna y que sólo afecta a un estado miembro.

Sin embargo, cabe recordar que el PPE tampoco mantiene un cordón sanitario muy estricto con la extrema derecha y que Weber, que es una de las voces más escoradas en derecha de su partido, no dudó en adoptar el discurso de la ultraderecha, sobre todo en migración y ecologismo. De hecho, la propia presidenta de la Comisión Europea, la también conservadora Ursula von der Leyen, ha evitado pronunciar las expresiones "estado de derecho" y "amnistía" en su intervención y ha felicitado a Sánchez por hacer frente a "las circunstancias que suponen un reto" para la Unión Europea, como son la guerra de Ucrania y la de Israel y Palestina, la crisis energética o, entre otros, la crisis migratoria.

Más allá de Weber, la gran mayoría de las intervenciones las han protagonizado eurodiputados españoles y catalanes. La popular Dolors Montserrat, como en el anterior debate sobre la amnistía en la Eurocámara, ha sido una de las voces más contundentes contra Sánchez, a la que ha acusado de "acabar con la libertad judicial" de España por mantenerlo al poder. En la misma línea, el eurodiputado de Ciudadanos Adrián Vázquez ha criticado que el gobierno español haya "vilipendiado el poder político de la presidencia del Consejo de la UE" por intentar hacer oficial el catalán en la UE y, en cambio, a su juicio, haya dejado en segundo plano acuerdos comerciales como el Mercosur. A pesar de la presión de Ciudadanos, sin embargo, el resto de eurodiputados del grupo de los liberales han evitado hablar sobre la amnistía y se han limitado a hacer una defensa general del estado de derecho.

ha vuelto a protagonizar el eurodiputado de Vox Jorge Buxadé, que es una de las voces más falangistas del partido de extrema derecha. Ha tildado de "antidemocrático" al gobierno de Sánchez y lo ha comparado al Frente Republicano, que en 1936 amnistió, entre otros, al expresident Lluís Companys. "Mesos más tarde, el líder espiritual de estos tres [Puigdemont, Comín y Ponsatí], Lluís Companys, se convirtió en el responsable del asesinato de más de 8.000 españoles", afirmó Buxadé.

stats