"Una cosa buena de Trump es que ha hecho renacer el movimiento feminista en EEUU"
Janet S. Hyde está especializada en psicología de la mujer, sexualidad y género
BarcelonaSe nota que vive acostumbrada al frío y la nieve de Wisconsin. Mientras en Barcelona nos protegemos de la amenaza de la última ola de frío, ella alaba nuestro clima primaveral en mangas de camisa. Hyde participó la semana pasada en el seminario de la UOC «Estrategias para incrementar el interés de las niñas en ciencia y tecnología", donde presentó los resultados de sus estudios sobre las capacidades de hombres y mujeres para las matemáticas, que muestran que no hay diferencias destacables.
- ¿Entonces las matemáticas no son una cuestión de género?
Después de estudiar una muestra de 1,6 millones de estudiantes de menos de 12 años, los datos muestran que las niñas lo hacen tan bien como los niños, en matemáticas. Es un estereotipo cultural, porque todo el mundo cree que los hombres son mejores en matemáticas, pero no es cierto. En las pruebas que se hacen en la escuela demuestran las mismas capacidades
- ¿Si tienen las mismas capacidades, por qué persiste el estereotipo?
En parte es porque hace 40 o 50 años las mujeres no sacaban tan buenos resultados, y era porque hacían menos horas de matemáticas en la escuela que los chicos. Obviamente, si haces menos horas de cálculo no sacarás buenos resultados en los exámenes. Al menos en EEUU, la brecha se ha reducido y ahora en el instituto las chicas hacen tantas clases de matemáticas avanzadas como los chicos. Así pues, los resultados han cambiado, pero el estereotipo se ha mantenido. Es un sesgo. Una razón puede ser también la amenaza del estereotipo. Si te hacen creer que eres peor en algo, tus resultados se pueden resentir.
- ¿Y a qué edad aparecen estos estereotipos?
A los 7 u 8 años.
- ¿Cómo es posible tan pronto?
Lo cogen de la cultura. En parte tiene que ver con los modelos que ven en los medios de comunicación. Lo están haciendo mejor, a la hora de mostrar mujeres científicas, pero no se ven muchas mujeres matemáticas, en los medios. ¿Dónde están? Y también lo aprenden de los padres.
- ¿Qué pueden hacer los padres?
Primero, dar valor a las ciencias y las matemáticas y trasladar a los hijos que es importante que se interesen por estas materias. También los pueden aconsejar para que hagan más cursos de ciencias y matemáticas cuando tengan la opción de elegir asignaturas, así como destacar el valor que tienen en las carreras en que los jóvenes están interesados. Mi hija, por ejemplo, hizo muchos cursos de matemáticas porque yo se lo aconsejé. Es abogada, y a priori no pensarías que le pueda ser muy útil, pero lo es. Y tengo una nieta interesada en la cocina y le hacemos ver que también las matemáticas y la química son importantes para entender la interacción entre los alimentos. Los padres están en una buena posición para hacerlo, porque saben que les interesa a sus hijos.
- La situación ha cambiado respecto a hace 40 años, ¿pero es suficiente?
Algunas cifras han cambiado, como el porcentaje de mujeres que se licencian en química, que son muchas. Pero no ha cambiado en informática, ingenierías y física. Las cifras no han mejorado en los últimos veinte años. Hay los mismos porcentajes bajos. ¿Y por qué? Debemos ser más conscientes de la importancia de tener modelos en los que las chicas puedan reflejarse. También tenemos que asegurar una atmósfera y un ambiente acogedores para las mujeres en estos sectores. En la universidad y en los lugares de trabajo. Que no haya casos de acoso sexual, por ejemplo. Cuando entras en una clase o en un ambiente de trabajo en el que sólo hay hombres, puedes sentir que no perteneces a allí, y por eso hay que empezar ya a la secundaria a hacer que estas clases sean acogedoras.
- ¿Cómo se puede aumentar la presencia de mujeres en las áreas científicas y tecnológicas?
Me gustan las intervenciones que se realizan en la escuela para mostrar la utilidad de las matemáticas y las ciencias tanto en la vida diaria como para carreras futuras, porque es en el instituto donde deben elegir las asignaturas para decidirse después por una carrera universitaria.
- Como directora del Centro de Investigación sobre Género y Mujeres de la Universidad de Wisconsin, puso en marcha la primera beca postdoctoral sobre biología feminista. ¿Por qué era necesaria?
En la universidad, muchas disciplinas han experimentado una transformación feminista en las últimas décadas. Pero no la biología. Ni tampoco la física o la química. Y el movimiento feminista en biología lo que intenta es reparar años de sesgo de género en los estudios de biología y diseñar nuevas estrategias de investigación que lo corrijan.
- ¿Algún ejemplo?
La investigación en primates decía que los chimpancés machos tenían múltiples parejas y las hembras eran fieles a un macho, pero los investigadores estaban proyectando sus propias ideas sobre los humanos, cuando el estudio de chimpancés en libertad muestra que las hembras también son promiscuas. Otra de nuestras investigadoras estudia fósiles humanos de mujeres en Sudáfrica porque los hombres sólo estaban estudiando mayoritariamente fósiles de sexo masculino. Las investigaciones están hechas por hombres y para hombres.
- ¿Es mal momento para ser feminista en EEUU?
Tenemos un presidente horrible y cada vez que viajo fuera siento que debo disculparme por tener a Donald Trump de presidente, pero yo no lo voté. Pero algo bueno de Trump es que ha hecho renacer el movimiento feminista en EEUU. Las mujeres que creían que tenían todos sus problemas solucionados ahora lo ven a él y se movilizan. La bestia dormida ha despertado. Espero que el movimiento continúe.