EDITORIAL

El veredicto de las bases de ERC

Un militante de ERC votante.
30/11/2024
2 min

Por último, tras un proceso tortuoso y excesivamente largo, las bases de ERC han podido emitir su veredicto sobre quienes quieren que les lidere en esta nueva etapa. Y aunque no hay una decisión definitiva, a estas alturas parece difícil que se pueda cerrar el paso a Oriol Junqueras, que ha obtenido un 48% de los votos. El próximo día 14 Junqueras se medirá a Xavier Godàs, que lidera la candidatura que ha quedado en segunda posición con un 35% de los sufragios. La clave, sin embargo, la pueden tener los partidarios de Foc Nou, la candidatura encabezada por Helena Solà, que ha recogido un 12% de los sufragios.

Lo primero que hay que decir es que Esquerra, al igual que hizo con la consulta interna sobre el pacto con el PSC para la investidura de Salvador Illa, ha vuelto a dar un ejemplo de participación, con un porcentaje del 81% . Se podrá decir, como ocurrió con la investidura, que la decisión de 6.500 personas acaba repercutiendo en toda la política catalana (y española), pero ésta es también la grandeza de la democracia. Durante semanas, los militantes han podido escuchar las propuestas de las candidaturas y debatir con sus cabezas de lista, en algunos casos con apenas unas decenas de personas, algo al estilo de los famosos caucus estadounidenses. El resultado, pues, es una radiografía exacta del partido que al ganador el próximo día 14 le tocará gestionar con finezza si no quiere perder parte de ese capital político.

En cuanto a las consecuencias, cabe remarcar que no ha habido una enmienda a la totalidad en la línea seguida por ERC estos últimos años, y en especial después del 1-O; es decir, privilegiar la vía negociadora con el gobierno español e intentar ampliar la base independentista haciendo hincapié en las políticas sociales antes de plantear un nuevo embate. La oposición a esta estrategia, que en parte también ha sido asumida por Junts, sólo la defendía la candidatura apadrinada por Alfred Bosch, y encabezada por Solà, que ha contado con un apoyo minoritario.

Lo evidente, al margen de cuál sea el resultado el próximo día 14, es que ERC seguirá teniendo un papel preeminente en la política catalana y española. Y lo más importante: no va a renunciar a tenerlo. Si debemos hacer caso a lo que se ha dicho en campaña, tampoco hay peligro de escisión, aunque sí habrá que ver cómo se gestiona un partido visiblemente dividido y fracturado.

En todo caso, ERC debe superar lo más rápido posible el bache interno que está suponiendo este congreso y ponerse a trabajar lo antes posible. No en vano, los republicanos tienen un gran objetivo programático, que es conseguir el sistema de financiación singular para Catalunya pactado con el PSC y aceptado por el PSOE. Ésta será la verdadera piedra de toque que debe definir el rumbo de las dos legislaturas y en la que ERC debe hacer valer su peso.

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