Ciudadanos lo fía todo a la movilización del voto unionista

Carrizosa descarta que los resultados del 14-F provoquen su dimisión: "No creo que nos lleven a hacer una reflexión de este tipo"

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Inés Arrimadas y Carlos Carrizosa en el mitin de ayer

Consciente de las malas perspectivas electorales, Carlos Carrizosa e Inés Arrimadas han dedicado toda la campaña a intentar arañar votos de las dos opciones que atraen más ciudadanos en los sondeos: "La abstención y los indecisos lideran las encuestas". De este modo, movilizar o hacer cambiar de opinión a los que tenían previsto quedarse en casa el 14-F es el objetivo principal de los naranjas para salvar los resultados y no hacer realidad la bajada sin precedentes en el Parlament que pronostican los sondeos. La retórica de Cs, pues, se ha basado, en la recta final de la campaña, en hacer llamamientos a la movilización del voto unionista. ¿Cómo? Presentando estas elecciones como un todo o nada. "Los independentistas no están movilizados después de una legislatura de reproches, es nuestra oportunidad", ha dicho Inés Arrimadas este viernes en el acto final de campaña. Una conclusión que ha funcionado con conexiones por todo el territorio –casi todas en el área metropolitana– y con sus líderes repartidos por estos puntos. Sin embargo, si en algo se ha centrado el acto es en la palabra cambio. "Podemos sacar un diputado más que los separatistas", ha repetido Carrizosa, que ha reivindicado que ganarles supondría un "cambio real que mejoraría la convivencia". Este viernes es el último día para intentar convencer a los electores, y la bolsa de indecisos es la más grande de los últimos años. De hecho, Arrimadas les ha interpelado directamente: "Esta indecisión se tiene que dirigir hacia Ciudadanos".

Sin embargo, realmente, cuando Ciudadanos va a pescar en el mar de indecisos o abstencionistas lo que está haciendo es recuperar a sus antiguos votantes. Según la encuesta del CEO, el 49,21% de los electores que apostaron por el partido naranja ahora o se abstendrían o no sabrían a quién votar. Así, el principal rival de estas elecciones para el partido naranja es que el voto unionista que hace tres años les brindó su primera victoria ahora no se quede en casa. Recuperarlos o perderlos provocaría salvar los resultados o bien caer, tal como indican las encuestas, hasta la cuarta o quinta fuerza. "Si te sientes decepcionado por el PP y el PSOE, vota Ciudadanos", ha dicho este viernes Arrimadas.

Los indecisos y los partidos frontera

Las palabras de la líder naranja resumen la táctica del partido para atraer los indecisos que antes ya habían apostado por Ciudadanos. Si el mejor resultado lo obtuvieron en 2017 con una retórica agresiva contra el independentismo, en las elecciones de este año han vuelto a hacer lo mismo. En campaña, Carrizosa ha llegado a calificar los líderes soberanistas de "émulos de Trump" o de nacionalistas "ultra". También, si hace tres años no había lugar para el diálogo y la distensión, ahora tampoco. "La solución es ganarles y que pidan perdón", ha verbalizado el candidato naranja en varias ocasiones. Así, haciendo un remember del año 2017, Ciudadanos espera volver a capitalizar el voto anti-Procès, un tipo de electorado que se está dispersando por las diversas formaciones unionistas.

El primer frente abierto de los naranjas es el PSC, puesto que después de haber conquistado su espacio ideológico –también el cinturón rojo– ahora el llamado efecto Illa amenaza con volverlo a recuperar. Un PSC que según el CEO agruparía al 4,8% de los antiguos electores naranjas. La estrategia para no perder estos votantes ha sido repetir por activa y por pasiva que "un voto al PSOE es un voto a ERC". Este martes Arrimadas ha insistido: "No nos merecemos dejar atrás el Procès y que nos hagan el cambiazo por un tripartito". Un PSC a quien critica con creces, pero que a la vez es su prioridad para gobernar. Los otros dos partidos con quien Cs compite por el voto frontera son el PP y Vox, que entre los dos agrupan, según el CEO, el 17,4%, de los antiguos votantes de Cs. Después que la primera parte de la campaña destacara por la no-agresión entre la derecha, la confesión del extesorero del PP, Luis Bárcenas, ha convertido la tregua en una lucha ensañada dentro del bloque unionista. La táctica de Cs ha sido pinchar en la corrupción del PP, presentándose cómo "el único partido limpio " y acusando a la directiva popular actual de no "colaborar con la justicia". Y a Vox le pone al mismo saco: "Usted estaba cobrando sueldos del PP cuando estaba Bárcenas", espetó Carrizosa a Ignacio Garriga en el debate de Tv3.

Los abstencionistas y el miedo a votar

Si casi el 61,9% del votantes naranjas no saben a quién votar o elegirán a otra formación, el 11,1% se abstendrá, según el CEO. De este modo, recuperar estos votantes es clave. Antes del mitin de final de campaña, Arrimadas lo ha intentado. Ha hecho un llamamiento a llenar las urnas de papeletas de Ciudadanos justo después de haber votado a la oficina de Correos. Hace una semana que Arrimadas escenificó que solicitaba el voto por correo en la misma oficina y, entonces, las palabras al salir del edificio fueron parecidas a las de hoy: "Que no se pierda ningún voto constitucionalista". Los naranjas sitúan la baja participación como un factor que puede pronunciar su bajada. Jueves, Carlos Carrizosa dijo en una entrevista a RAC1 que la baja participación favorecía los "extremos " y que los partidos "centrales y moderados" como Cs pueden salir muy perjudicados. También, los naranjas repiten constantemente que sus mejores resultados los obtuvieron en 2017, cuando la participación estableció un nuevo récord del 79,09%. Para ellos, pues, que el voto unionista se vuelva a movilizar es clave y, por este motivo, Arrimadas ha sido la única líder política que ha escenificado como votaba por correo: "Hay una forma segura de votar, el independentismo quiere que nos quedemos en casa", ha repetido.

El día de después del 14-F

¿Qué pasará el día de después del 14-F si se hacen realidad los pronósticos de las encuestas y Ciudadanos pierde más de la mitad de sus electores? Carlos Carrizosa, al menos, seguirá como diputado en el Parlament. "Tengo un compromiso con la ciudadanía", ha dicho en una entrevista en Catalunya Ràdio este viernes. De momento, la cabeza de lista no valora una retirada porque no sitúa en el día siguiente de los comicios el escenario de una derrota sin precedentes. "No creo que aquí en Catalunya los resultados nos lleven a hacer una reflexión de este tipo", ha apuntado a Tv3 cuando le han preguntado sobre la posibilidad de dimitir. Que su cabeza de lista lo deje el día siguiente de unas elecciones, sin embargo, no sería nuevo para el partido naranja. De hecho, todavía cargan con la herencia de la derrota del 10-N, que acabó con la carrera política de su hasta entonces presidente, Albert Rivera. Sea como fuere, Carrizosa no se quiere poner en su piel. De momento, y a pocas horas de los comicios, confían que sus llamamientos a la movilización del voto obtendrán respuesta.

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