La nueva legislatura catalana

¿Es posible conseguir la financiación singular?

Los republicanos exigen tener la llave de la caja, mientras que los socialistas no quieren que Cataluña salga del régimen común

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Pedro Sánchez y Pere Aragonès en una reunión en el Palau de la Generalitat.

BarcelonaLa exigencia de una nueva financiación para Catalunya dejó de ser un tabú para el independentismo en el momento en que Junts y ERC la pusieron sobre la mesa por primera vez desde 2012 como una de las condiciones para investir Pedro Sánchez. En el caso de ERC, el partido acordó con el PSOE crear una comisión en el primer trimestre de este año para abordar esta reforma, pero no se hizo. El presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, desgranó en marzo su propuesta de financiación singular, que recibió el portazo inmediato de la Moncloa. Ahora ERC ha decidido poner como línea roja esta cuestión si Salvador Illa quiere sus votos por ser investido presidente de la Generalitat. ¿En qué consiste la propuesta de Esquerra? ¿Es posible el entendimiento con los socialistas?

Lo que puso sobre la mesa Aragonés fue que el Gobierno recaudara el 100% de los impuestos, sobre los que también tendría capacidad normativa. La propuesta también incluía una transferencia al Estado para financiar los servicios y las inversiones que ejecute en Cataluña, además de una segunda transferencia de solidaridad para las comunidades autónomas más pobres, aunque el Gobierno no concretó de cuánto había ser. Según explicó la consellera de Economía en funciones, Natàlia Mas, en ese momento, la propuesta permitiría a la Generalitat recaudar directamente los cerca de 52.000 millones de euros que se generan en impuestos en Catalunya, el doble del dinero que tiene ahora en disposición. La propuesta de ERC es casi idéntica a la que hizo el expresidente Artur Mas en el 2012. La única diferencia es que la de CiU incluía un mecanismo automático para calcular la transferencia de nivelación territorial, basado en el peso de la renta y de la recaudación de impuestos de cada autonomía; en cambio, el texto de ERC esta cuota queda abierta a "la negociación" entre la Generalitat y el Estado. El gobierno de Mariano Rajoy cerró la puerta al pacto fiscal de Mas.

La propuesta recibió la negativa inmediata de la Moncloa. El gobierno español ha insistido varias veces en que cualquier reforma del sistema de financiación autonómica debe realizarse en un marco multilateral, que incluya a todas las comunidades, es decir, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). La tesis del PSOE, por tanto, era que Catalunya debe tener el mismo tratamiento que el resto de autonomías y sin salir del régimen común. Sin embargo, en los últimos días los dirigentes socialistas han modificado ligeramente su discurso. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, decía el jueves que "Catalunya tendrá que ver satisfechas sus necesidades por las competencias singulares que tiene esa comunidad". Este sábado ha insistido el líder del PSC, Salvador Illa, quien ha afirmado que el gobierno español quiere "dar respuesta a la singularidad de Catalunya". ¿Quiere esto decir que acepta la financiación singular que pide ERC? La respuesta es que no.

¿Qué significa exactamente Isla? Hasta ahora, su apuesta ha sido defender el respeto al principio de ordinalidad, es decir, si Cataluña es la tercera comunidad que más contribuye en impuestos, debería ocupar la tercera posición en el reparto de los recursos per cápita después de la redistribución, no la décima como ocurre ahora, o la decimocuarta, si se tiene en cuenta el coste de la vida. Sin embargo, la propuesta de los socialistas no implica que Catalunya salga del régimen común del modelo de financiación, como reclama ERC. De hecho, tener una financiación "singular" implicaría una modificación de la Lofca, la ley de financiación de las comunidades autónomas, lo que requiere mayoría absoluta en el Congreso y, previamente, haber pasado por el CPFF, órgano que reúne a todas las comunidades autónomas. La propuesta del independentismo sitúa a la Generalitat en una posición equivalente a la de los gobiernos del País Vasco y Navarra. Dos comunidades que tienen reconocido el sistema foral por la Constitución.

La oposición de los 'barones' socialistas y populares

Socialistas y republicanos se habían puesto de acuerdo en 2020 –en el marco de la negociación de los presupuestos estatales– para crear un grupo de trabajo para reformar la tributación en las grandes fortunas y acabar con el dumping fiscal, aunque después todo ello no se materializó. Ahora bien, la cuestión de la financiación ha sido un hueso hasta ahora para ambos partidos. Consciente de que el referendo no llegará a corto plazo, ERC ha decidido jugar esta carta ahora que los socialistas vuelven a necesitar sus votos para la investidura de Isla. Desde el 2012 ningún partido independentista la ponía sobre la mesa, aunque cuando Aragonès fue vicepresidente del Govern –con Quim Torra de president– ya defendía recuperar esta reclamación. No fue hasta que el partido culminó su giro negociador con el Estado que Aragonés volvió a pedirlo.

La petición de los republicanos, no obstante, no sólo tiene ahora mismo el no del PSOE, sino que el PP le ha utilizado para activar una nueva cruzada contra el gobierno español de Pedro Sánchez. Los populares exigen un cambio global del sistema de financiación, pero sin que ninguna comunidad tenga un modelo "singular", según decía este mismo sábado el portavoz del partido, Borja Sémper. El dirigente popular ha aprovechado para instigar la "rebelión" de los dirigentes socialistas que tampoco ven con buenos ojos las peticiones del independentismo, como el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page.

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