Historia de una crisis de confianza

Pedro Sánchez durante una comparecencia el 28 de abril.
03/05/2025
3 min

MadridMuy probablemente en la última semana ha sido una de las más complicadas para el gobierno en general y sobre todo para su presidente, Pedro Sánchez, en particular. Sólo había que ver al líder socialista en las comparecencias del lunes y martesPero el suministro se restableció relativamente pronto, antes de que pasaran veinticuatro horas. la enfermedad y las tragedias que provocó. En este otro caso, en cambio, el problema es de credibilidad. y muy previsores– se quedó sin energía eléctrica de repente a las 12 horas, 33 minutos y 16 segundos del lunes. a un gobernante, porque una reacción de este tipo puede dejar un gran poso de incertidumbre. que ha realizado una encuesta de urgencia, nos dice que el PSOE no se resiente y se mantiene por delante del PP. Habrá que ver el próximo barómetro de este mismo organismo para seguir la digestión del caso.

Lo esencial

El lunes no volvimos a las cavernas, pero sí pudimos notar hasta qué punto es esencial la estabilidad en el suministro de energía para sentirnos seguros. No se trata de comodidades, sino de un instrumento básico para necesidades que pueden ser perentorias para salvar vidas. Menos mal que los hospitales disponen de medios para garantizar temporalmente la actividad en circunstancias imprevistas. Pero sin ponernos en los casos de mayor riesgo, la pérdida de suministro a todo un país significa una radical alteración de su vida, a todos los niveles. haber colas para comprar linternas y velas, y en muchos locutorios se agotaron los aparatos de radio de pilas. Eléctrico, y qué garantías se pueden ofrecer que no habrá otro episodio similar en un futuro previsible. no podemos vivir sin electricidad. La ventaja del líder socialista es su carácter, puesto a prueba en varias ocasiones.

Ahora tenemos luz, pero me imagino que mucha gente todavía se levanta pensando si tiene asegurada la normalidad para el resto del día, y que una sonrisa de satisfacción se le dibuja en la cara cuando comprueba que de momento sí, que los enchufes siguen haciendo su trabajo. Todo un contraste con esa tarde del lunes, en la que la gente se decía que tocaría ir a la cama más bien. Y se hacían las típicas bromas sobre un previsible nuevo baby boom. Ahora lo que hace falta es pasar del capítulo de los elogios a la madurez de la ciudadanía en la fase del rendimiento de cuentas.

La historia de la humanidad está llena de accidentes imprevisibles. Pero en nuestros días, en sociedades tecnológicamente evolucionadas, el margen para el capricho del azar se reduce mucho. La tentación puede ser establecer responsabilidades difuminadas, o encontrar una cabeza de turco. No debería ocurrir. Ya tenemos precedentes, como en la crisis de las escuchas ilegales del caso Pegasus. Este episodio no es de los que pueden cerrarse con la dimisión o cese de un funcionario. Este caso no puede equipararse a lo que se decía cuando se tipificó el delito ecológico, contra el medio ambiente. El comentario era que siempre acabaría pagando el obrero que abriera un grifo equivocado, en lugar del responsable del diseño y funcionamiento de las instalaciones, o el responsable público que los autorizó.

Se necesitan explicaciones

Por el momento, lo que sabemos de las investigaciones, aparte de la movilización del Centro de Inteligencia Nacional, es que el gobierno ha reclamado todos los datos disponibles a las compañías eléctricas –las que producen la energía– ya Red Eléctrica –la que transporta y opera el sistema–. Lo que leemos que dicen los expertos es que todo apunta a un fallo sistémico. Convendría que nos centráramos en ello, al confirmar si éste fue el caso, antes de seguir la corriente –perdón por la metáfora– de los propagandistas de las energías renovables o de las centrales nucleares. Ya volveremos sobre este punto. Pero ojalá que de entrada podamos resolver las principales incógnitas con seguridad y cierta rapidez. Esta luz también debe recuperarse lo antes posible, con la ayuda necesaria de las instancias europeas. Para reponerse del golpe, lo mejor que le puede pasar al gobierno de coalición del PSOE y Sumar es que Pedro Sánchez tenga la oportunidad de subirse a la tribuna del Congreso el 7 de mayo con explicaciones convincentes sobre el apagón general del 28 de abril. Y también para explicar por qué no es necesario temer una repetición de los acontecimientos.

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