¿Qué se juegan los partidos españoles en los comicios catalanes?

Los resultados del 12-M pueden poner en entredicho la estabilidad de la legislatura en el Estado, los liderazgos o la perspectiva en las europeas

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Alberto Nuñez Feijóo felicitando a Pedro Sánchez

MadridEl 12-M se decide mucho más que 135 escaños en el Parlament y el color del nuevo Govern. El resultado de las elecciones catalanas tendrá resonancia en la política estatal. Los partidos españoles ponen a prueba sus estrategias con la carpeta catalana, que centra buena parte de su agenda política y mediática estatal. Como quede la correlación de fuerzas en Catalunya, además, impactará en los pactos de la mayoría plurinacional en el Congreso y puede ser revulsivo o revés cara a las europeas.

PP

Feijóo pone a prueba el músculo exhibido el 23-J

En las últimas elecciones generales, el PP triplicó escaños en Catalunya y se situó como tercera fuerza en votos. Pese a recuperar terreno en el bloque españolista, con un Cs en vías de extinción y un Vox desinflado, no fue suficiente para que Alberto Núñez Feijóo llegara a la Moncloa. Ahora bien, los resultados del 23-J respaldan las expectativas del PPC el 12-M y serán una prueba de fuego para medir la fuerza que pueden llegar a tener los populares en Catalunya. Un factor que puede ser determinante en las aspiraciones del líder del PP de gobernar en el conjunto del Estado.

El PP, además, podría tener la clave para evitar que el independentismo gobierne, tal y como ocurrió en el Ayuntamiento de Barcelona, ​​donde facilitó que el PSC se llevara la alcaldía. Si los socialistas dependen del apoyo de la candidatura de Alejandro Fernández para llegar al Palau de la Generalitat, puede abrirse un escenario delicado para el PSOE en el Congreso, donde está ligado a ERC y Junts. Génova frisa para que la nueva correlación de fuerzas en el Parlamento bloquee la gobernabilidad del Estado y suponga una estocada definitiva en el gobierno de coalición.

Feijóo se enfrenta a otro test por el hecho de haberse resignado a aceptar un candidato no querido después de que fracasara el intento de integrar Cs en la lista del PPC. Habrá que ver si la tortuosa designación del presidente del PP catalán pasa factura y cómo impactan los resultados de Fernández en el liderazgo interno del líder estatal.

Alberto Núñez Feijóo y Alejandro Fernández el día de la proclamación del segundo como candidato al 12-M

PSOE

Un arma de doble filo para Pedro Sánchez

La estrategia de Pedro Sánchez de apaciguar al movimiento independentista ha dibujado un escenario propicio para el PSC en Catalunya: el españolismo ya no le lidera una fuerza incendiaria como Cs, sino que la alternativa es Salvador Illa, en condiciones de ser presidente de la Generalitat si una nueva etapa en la política de alianzas se consolida en el Parlament. Tener el gobierno del Estado, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona debería ser poco menos que un romance socialista, pero esa acumulación de poder podría convertirse en un arma de doble filo.

Que al PSC le interese volver a la plaza Sant Jaume 14 años después no implica que también convenga a Sánchez, frágil como es su mayoría en el Congreso, sostenida por Esquerra i Junts. Dentro del Gobierno y con el fin de avanzar en la agenda antirrepresiva, los republicanos han tenido alicientes para mantener una actitud pactista en Madrid, y Junts se ha sumado cuando sus siete escaños han aumentado de valor y podía conseguir una amnistía . Pero, en caso de que Illa gane y no haya posible mayoría independentista, ¿qué rol querrán jugar Junts y ERC? Será una decisión de gran importancia no sólo para la gobernabilidad en Catalunya, puesto que puede truncar la legislatura en el Estado.

Pedro Sánchez y Salvador Isla

Vox

La única victoria de Abascal sobre el PP

No hay ninguna otra comunidad autónoma en la que Vox pueda presumir de ser la primera fuerza de la derecha. El partido de Santiago Abascal nació con la estrategia del anticatalanismo más furibundo, como anteriormente había hecho Cs, añadiendo un papel en los tribunales contra los líderes del Proceso que le permitió dar el salto a las instituciones. En el 2021, con Cs viviendo una disolución por fascículos y el PP en horas bajas, Abascal pudo marcar músculo frente al entonces líder de la derecha española, Pablo Casado. Esa fotografía podría cambiar ahora, pero habrá que ver si se debe a una caída destacada de Vox. Si así fuera, sería un revés para la formación de extrema derecha, que vería como su discurso inflamable no triunfa cuando la intensidad independentista baja.

Sin embargo, en Catalunya no hay opciones para Vox de condicionar el gobierno mientras su papel en el Estado y en las comunidades autónomas se basa en su capacidad de influencia para forzar al PP a incorporarlo en gobiernos autonómicos o municipales. Las elecciones catalanas –como lo fueron las gallegas y lo serán las vascas, donde podría desaparecer– son una especie de seta para un partido que se jugará el futuro en el próximo ciclo electoral autonómico y en el Estado. Teóricamente, todavía faltan años, siempre que el 12-M no tenga unos efectos ahora mismo no previstos sobre la legislatura española.

Juan Garriga, Santiago Abascal e Ignacio Garriga, en un acto del partido

Sumar

Redimir los reveses en el liderazgo de Yolanda Díaz

El adelanto electoral provocado por la negativa de los comunes a aprobar los presupuestos de la Generalitat puso en el punto de mira a Yolanda Díaz. PSOE y ERC reprocharon a la líder de Sumar que no forzase un cambio de opinión de la formación que representa su espacio político en Catalunya. Sumar confía en un "gran resultado" de los comunes el 12-M que avale el movimiento que, de rebote, ha dejado al Estado sin cuentas este 2024. La aspiración entre las filas de los comunes es ampliar los ocho escaños que tienen en el Parlament . Ahora bien, habrá que ver si es un crecimiento estéril o pueden desempeñar un rol decisivo y propiciar que haya un Gobierno de izquierdas.

Los comunes son un partido independiente de Sumar, pero al mismo tiempo una de sus patas más relevantes. Un mal resultado dejaría tocado un proyecto que apenas se está constituyendo en el conjunto del Estado y que fracasó en su primer intento de concurrir como marca en unas autonómicas –en febrero en Galicia– en las que no obtuvo ningún diputado , y tiene malas perspectivas en Euskadi. El 12-M puede contribuir a redimir estos reveses al liderazgo de Díaz o hundir aún más las perspectivas de Sumar a las puertas de un nuevo examen: el de las europeas, en las que se enfrenta a Podemos e Irene Montero.

Yolanda Díaz, Ada Colau y Jéssica Albiach en el mitin de este viernes en Barcelona
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