Vera Jourová, la euroescéptica que ha unido a PSOE y PP

BruselasLlegar y moler. Esto es lo que ha hecho la vicepresidenta de Transparencia de la Comisión Europea, Vera Jourová (Trebic, 1964), con el acuerdo entre PSOE y PP sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Tras meses de negociaciones con el comisario de Justicia, Didier Reynders, como intermediario, la representante checa ha logrado hacer realidad el entendimiento pocos días después de tomarle el relevo.

Aunque fuentes de la negociación señalan que Reynders, que presentó candidatura a presidir el Consejo de Europa, ya dejó casi encaminado el acuerdo, aseguran que el papel de Jourová ha sido clave para sellarlo. Y confirman la fama que la persigue: siempre lo tiene todo muy bien estudiado y es de trato agradable y dialogante, si bien suele adoptar un tono más bien pícaro y escéptico con el funcionamiento de la Unión Europea y contra el establishment político.

De hecho, cuando para anunciar el acuerdo tuvo que dar dos ruedas de prensa porque PSOE y PP quisieron evitar comparecer juntos, Jourová hizo gala de su habitual ironía para ridiculizar la extraña coreografía. "Parece un déjà-vu", dijo sonriendo cuando tuvo que resaltar las bondades del entendimiento por segunda vez consecutiva.

En este sentido, ella se ha definido en más de una ocasión con un adjetivo ya muy arrugado: "pragmática". En su caso, quiere decir que defiende la existencia de la UE porque cree que es conveniente tanto para los intereses de Europa como para Chequia, pero siempre le ha desagradado la idea de un blog más federal y de una Bruselas ·las más poderosa.

Su nombramiento por primera vez como comisaria de Justicia en el 2014 levantó mucha polvareda por su euroescepticismo y por formar parte del partido populista y euroescéptico ANO 2011, que controla el magnate checo Andrej Babis. , Jourová, que es graduada en derecho y había trabajado como gestora cultural en administraciones de su región, tampoco tenía ningún tipo de experiencia en las instituciones comunitarias. las más contundentes en las últimas dos legislaturas contra las derivas antidemocráticas de algunos países, como la de Polonia o Hungría, y en defensa del estado de derecho. Después de diez años en la Comisión, sin embargo, este viernes ha confirmado que dejaba su partido y la política. Eso sí, con un último éxito en el zurrón: el acuerdo sobre el CGPJ.