El padre del 'patriotismo madrileño' vuelve a Barcelona
El ayuntamiento de la capital catalana recuerda al exalcalde socialista Tierno Galván con un libro que firma Àlex Masllorens

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BarcelonaUn homenaje a un madrileño en Barcelona no es algo habitual, y menos si es alguien que no ha sido neutral en la rivalidad histórica que mantienen ambas ciudades. Sin embargo, este miércoles el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona se ha llenado a tope para rendir homenaje a Enrique Tierno Galván, alcalde socialista de Madrid entre 1979 y 1986, con ocasión de la presentación del libro Los papeles de Tierno Galván, del periodista Àlex Masllorens. La presentación se ha convertido en un acto de reivindicación de la figura del exalcalde de Madrid, al que Pasqual Maragall definió como el fundador del "patriotismo madrileño", del que, de forma paradójica, ahora hacen bandera figuras tanto en las antípodas de él como Isabel Díaz Ayuso. Manuela Carmena, invitada de honor en el acto, ha cubierto la cuota de representación de la capital del Estado, que, en el contexto actual, era imposible que ocupara el alcalde José Luis Martínez-Almeida. Al lado estaba Jaume Collboni, que se ha encargado de dejar claro que, pese a no tener sintonía política con Almeida, hace lo que puede por tener una relación cordial.
Los papeles de Tierno Galván, editado por el Ayuntamiento de Barcelona y la Fundación Catalunya Europa, retrata la relación entre el alcalde socialista y sus homólogos en Barcelona, Narcís Serra y Pasqual Maragall, pero también las tensiones que afloraron entre él y las nuevas generaciones del PSOE crecidas en la clandestinidad antifranquista. Tierno Galván, hijo de militar y fogueado en la militancia anarquista y marxista, veía en aquellos "chicos del PSOE" (entre ellos un joven Felipe González) una generación aburguesada, más preocupada por la "maquinaria del poder" que por las ideas. Tras ser expulsado del PSOE en 1965, les plantó cara con el Partido Socialista Popular, que fracasó en el intento de tener vida al margen del socialismo hegemónico y acabó integrándose dentro del PSOE. Catedrático de derecho constitucional, Tierno tuvo que vivir como sus excompañeros de filas le dejaban fuera de la comisión redactora de la Constitución, que calificó de "pobre, desacertada e inadecuada".
Un carácter difícil pero cercano
Tierno encontró finalmente su puesto (y encaje dentro del PSOE) cuando, pese a no ganar las elecciones municipales de 1979, fue elegido primer alcalde de la democracia en Madrid. Pese a su carácter difícil, el político –conocido con el apodo de Viejo Profesor– logró ganarse el cariño de los madrileños y aún hoy es recordado como una figura histórica que ni siquiera la derecha cuestiona. "Pero podía ser muy puñetero", admitió Masllorens, que militó un par de años en el PSP. Tierno defendió la política más seria y más académica frente a aquellos que la concebían como una frivolidad y una lucha de sillas. Cómo viviría un hombre así en el mundo de los eslóganes políticos y los spin doctors? "Tendría problemas con las redes sociales", admitió Masllorens. La directora de la Fundación Catalunya Europa, Dolors Camats, ha destacado los lazos entre Tierno Galván y Maragall y su apuesta por la política de proximidad. Barcelona fue la ciudad que el hijo del socialista escogió para depositar sus archivos personales, que se encuentran todavía en la Biblioteca Arús y que la Fundación Catalunya Europa ha digitalizado.
Tanto Collboni como Carmena se han reivindicado herederos de esta vocación de proximidad. La exalcaldesa ha explicado que solía tomar el metro y daba su número a la gente que le explicaba que tenía algún problema. "Así supe muchas cosas", ha dicho la exalcaldesa de Más Madrid, muy crítica con el actual rumbo de la política, que, según ha dicho, cae en la "infantilización" y la confrontación. Collboni aseguró que una de sus obsesiones cuando fue investido fue no distanciarse de la vida de cualquier otro ciudadano normal. "Quería seguir yendo al Mercadona y al cine con mi pareja", ha ejemplificado.