Las piezas del futuro Govern, el otro debate pendiente

Esquerra pide a JxCat, la CUP y los comunes que aparquen los “egoísmos” para llevar a cabo un ejecutivo rápido

Imagen del consejo ejecutivo en una imagen reciente

BARCELONAEn la negociación sobre la investidura de Pere Aragonès hay un elefante del que nadie habla, pero todo el mundo sabe que está ahí: el futuro reparto del Govern. Esquerra y Junts per Catalunya han empezado las conversaciones –ya hace más de dos semanas– intentando buscar una estrategia común para esta legislatura y abordarán el reparto de cargos del ejecutivo una vez superada la prueba de fuego de la constitución de la mesa del Parlament el día 12 de marzo. La CUP, a su vez, todavía no ha decidido si quiere implicarse en la gobernabilidad asumiendo conselleries –organizaciones como Endavant, que le apoyan, ya se han opuesto a ello– y los comunes mantienen su negativa a implicarse en un Govern donde esté Junts (y viceversa).

En función de como acabe el debate interno de los cupaires, pues, puede haber un gobierno de hasta tres formaciones u otra vez de dos partidos, de Esquerra y Junts, con un reparto de conselleries diferente del actual. Los socios del ejecutivo todavía no han empezado a hablar de la distribución de conselleries y esto genera malestar en las filas republicanas, que este sábado han redoblado la presión al resto de formaciones para que se forme gobierno ya.

En el marco del consejo nacional, el vicepresident Pere Aragonès ha urgido a Junts y a la CUP a ponerse de acuerdo con celeridad para formar un gobierno “sólido” y “duradero”, además de volver a extender la mano a los comunes. El también aspirante a presidente ha pedido hablar ya de todos los ámbitos –un dardo envenenado a JxCat, que quiere ir por fases– para acelerar la negociación, y Oriol Junqueras, presidente del partido, ha reclamado aparcar “tentaciones egoístas” para forjar ya el ejecutivo, un mensaje implícito también contra los otros partidos soberanistas.

Junqueras, Aragonès y Vilalta ayer en el Consejo Nacional

Caras actuales y perfiles nuevos

Si bien Esquerra y Junts todavía no han abierto el melón del nuevo Govern, lo cierto es que internamente los dos se preparan para colocar sus piezas en el tablero de juego de la próxima legislatura. Por la parte de los republicanos, con la presidencia de Pere Aragonès van asociadas al menos dos áreas nuevas con rango de conselleria: la de feminismos, que en campaña ha promovido a Jenn Díaz –que cumpliría el perfil para ocuparla–, y la de cambio climático.

En función de cómo se repartan los departamentos, también hay otro nombre que aparece con fuerza si ERC se acaba quedando Interior: la actual consellera de Justícia, Ester Capella, a pesar de que no se descarta un perfil independiente por la complejidad de este departamento. Y es que si alguna lección sacan los partidos independentistas de los últimos años es que quien ocupa la conselleria de Interior queda bien escarmentado.

Otro dirigente que también tiene posibilidades de repetir es la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, y el actual titular de Exteriors, Bernat Solé, inhabilidad por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por su participación en el 1-O como alcalde de Agramunt, aunque no sea con la misma cartera. A pesar de que hay dudas jurídicas sobre esto: el veredicto del TSJC le permite mantener el cargo, pero no es tan evidente que se le pueda volver a nombrar.

Quien también se puede encontrar con una situación jurídica complicada en el nuevo Govern es el actual presidente del Parlament, Roger Torrent, que daría el salto por primera vez al ejecutivo. La Fiscalía ha presentado una querella por desobediencia contra la mesa que, si la admiten los tribunales, podría comportar una inhabilitación que llegaría a media legislatura. En todo caso, sería una cara nueva de Esquerra en el ejecutivo, que se sumaría a la de Laura Vilagrà. 

En cambio, quien tiene menos números de estar son los consellers Chakir El Homrani, por los problemas acumulados durante la pandemia; Alba Vergés, si JxCat se acaba quedando Salut, y Josep Bargalló, que ya estuvo en el tripartito y tiene una larga trayectoria. 

La candidata de JxCat, Laura Borràs, y la portavoz, Elsa Artadi

En cuanto a Junts, lo primero que hay que resolver es el futuro de Laura Borràs. La candidata medita si optar a la presidencia del Parlament, o prefiere la vicepresidencia del Govern con una cartera que no sea económica. En función de esto se empezarán a ordenar el resto de piezas. A pesar de que hoy por hoy el partido insiste que no ha tratado todavía oficialmente los nombres del ejecutivo, el regreso de Elsa Artadi, que ahora es cabeza de filas en Barcelona, toma fuerza: en caso de que Borràs opte por el Parlament podría ser la número dos de Aragonès como vicepresidenta económica y, si Borràs se decanta por el Govern, podría ser igualmente consellera de Economía.

En relación al resto de departamentos, el actual conseller de empresa, Ramon Tremosa, y el titular de Polítiques Digitals, Jordi Puigneró, son dos valores cotizados por Waterloo que tienen números de seguir en el Govern. Ahora bien, si Junts no pudiera retener Empresa y desapareciera Polítiques Digitals, necesitarían una ensambladura diferente en el ejecutivo. A su vez, Damià Calvet, mano derecha de Josep Rull, tendría opciones de seguir en la misma conselleria de Territori si con la negociación con Esquerra acordaran trocear el departamento para separar el área de cambio climático. Quien lo tendría más complicado para continuar seria Meritxell Budó (Presidència) o Àngels Ponsa (Cultura) en función de cómo quedara el reparto de carteras, mientras que Lourdes Ciuró, exdiputada en el Congreso, podría irrumpir como nuevo perfil –ya fue una de las opciones para sustituir a Artadi cuando fue al ayuntamiento.

La conselleria con más pretendientes en caso de que pasara a manos de Junts sería el departamento de Justicia, puesto que aparecen dos posibles nombres: Miquel Sàmper (Interior) o caras nuevas para el ejecutivo como el abogado Jaume Alonso Cuevillas, cercano a Laura Borràs. También tiene números de tener un lugar en el futuro Govern –y ser un valor en alza de Junts– el vicepresidente del partido, Josep Rius. Hay quien lo sitúa en Exteriors i Relacions Institucionals, puesto que también sería un lugar desde donde podría mantener una interlocución con el exilio. Y, finalmente, en función de como quede el grupo de JxCat en el Parlament, hay dos nombres que podrían sustituir a consellers actuales: Albert Batet y Gemma Geis. El expresidente de la Cámara de comercio, Joan Candell, en cambio, se ha autodescartado si JxCat acepta “la agenda” de ERC.

Una vez se constituya la cámara catalana, el elefante del que nadie habla pasará a ser el primer punto de la orden del día. Con una cosa clara: sea cual sea el reparto que se acabe haciendo, el próximo ejecutivo tendrá que ser paritario.

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