ERC redobla la presión a JxCat y la CUP para formar gobierno rápidamente
Aragonès y Junqueras piden aparcar "tentaciones egoístas" y mantienen la mano extendida a los comunes
Las reuniones de esta semana entre Esquerra, JxCat y la CUP han servido para acercar posiciones, pero por ahora todavía no hay ninguna carpeta de la negociación de la investidura cerrada. Ayer mismo hubo reuniones bilaterales de horas entre Esquerra y Junts; y de los cupaires con los dos socios de gobierno por separado, pero el acuerdo todavía no ha llegado a menos de una semana que se constituya el Parlament. En este contexto, tanto el aspirante a presidente, Pere Aragonès, como el líder republicano, Oriol Junqueras, han redoblado la presión a JxCat y la CUP este sábado para formar gobierno rápidamente.
En un discurso ante el consejo nacional del partido, Aragonès ha urgido a un acuerdo con "celeridad" y "solidez", puesto que a parecer suyo no se paran ni la pandemia ni la "represión". Tal como ya hizo en su discurso de jueves en un acto de partido para fijar las líneas de la legislatura que viene, ha pedido "generosidad" al resto de formaciones políticas, también a los comunes, para forjar un "acuerdo parlamentario" que desemboque en un nuevo ejecutivo.
En un mensaje implícito a Junts, que se ha impuesto llegar a un acuerdo de estrategia sobre el Procés antes de hablar del reparto de cargos, Aragonès ha pedido abordar ya "todos los ámbitos" de la negociación haciendo hincapié, además, en las políticas de izquierdas que cree que tienen que guiar el próximo gobierno.
Ayer el vicepresidente convocó la constitución del nuevo Parlament el día 12 de marzo, la fecha límite para que se constituya la mesa de la cámara. Esto es un indicador que las negociaciones agotarán plazos hasta el final, puesto que están yendo más lentas de lo que creían los partidos al principio. De hecho, la negociación sobre la mesa propiamente no ha empezado, a pesar de que los partidos ya tienen claras sus preferencias. Tal como avanzó el ARA , la CUP aspira a presidir el Parlament, mientras que Junts cree que le corresponde a ellos teniendo en cuenta la tradición desde el año 2015. En este sentido, como explicaba ayer este diario, la candidata, Laura Borràs, medita si aspirar.
Aragonès no ha sido el único que ha puesto presión al resto de formaciones políticas para formar gobierno, sino que también ha reforzado este mensaje el presidente de ERC, Oriol Junqueras. En un discurso similar, el ex vicepresidente del Govern ha pedido dejar de lado "tentaciones egoístas" –un dardo envenenado al resto de soberanistas– para formar un ejecutivo ya. Ha asegurado que Esquerra estaría "a la altura" para hacerlo y ha pedido a JxCat, los comunes y la CUP lo mismo.
ERC insiste en "la vía amplia" –así lo ha vuelto a reivindicar Aragonès–, pero cada vez es más evidente que los comunes no estarán dentro del gobierno –se oponen a compartirlo con JxCat– y los cupaires todavía no se han pronunciado sobre sus preferencias –a pesar de las voces internas que rechazan implicarse–. En este sentido, el vicepresidente actual ya no solo habla del gobierno sino que hace énfasis en "un acuerdo parlamentario" que dé estabilidad a la legislatura. Desde la campaña electoral los republicanos insisten en modificar la fórmula de coalición con Junts y por eso mantienen la mano extendida a la CUP para formar gobierno y también a los comunes. Ahora bien, todo apunta que lo más probable es que acabe siendo un gobierno de ERC y JxCat con la presidencia de Aragonès.
En todo caso, todavía quedan días para saberlo. La semana que viene se tiene que cerrar en primera instancia el acuerdo de la mesa del Parlament y después empezará la negociación sobre la investidura definitiva –la presidencia de la cámara tendrá diez días para convocar el pleno para elegir a Aragonès– y el reparto de cargos de gobierno. Una vez más, la política catalana volverá a hacer los deberes agotando todos los plazos.