Tribunales

El "terror" de la víctima de Igualada: noches de insomnio y pánico a salir a la calle

La menor declara por primera y única vez en un procedimiento pensado para evitar la revictimización

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L'edifici de los juzgados de Igualada, en una imagen de este martes

IgualadaHan pasado siete meses desde la violación de una menor en Igualada la madrugada del 1 de noviembre. La brutal agresión le ha dejado unas secuelas físicas de las cuales todavía se está recuperando y un impacto psicológico que demuestra el solo hecho de que su cabeza borrara todos los recuerdos de un periodo de diez días: desde que salió de la discoteca, momentos antes de que la atacaran, hasta el 11 de noviembre. Desde entonces vive con “terror”, según ha explicado ella misma al juez que investiga el caso en su primera y con toda probabilidad única comparecencia en el procedimiento.

El juzgado de instrucción 4 de Igualada ha optado por obtener una prueba preconstituida, una fórmula que intenta evitar dentro de lo posible la revictimización: la chica ha declarado por videoconferencia durante unos 15 minutos desde otro juzgados y el magistrado del caso ha ido trasladando por teléfono al equipo de psicólogos que la atienden –y que estaban junto a la menor– las preguntas que planteaban las partes, y ella las respondía a los técnicos. “Ha podido declarar sin preguntas adicionales, sin ser interrumpida ni cuestionada”, ha subrayado su abogado, Jorge Albertini, a la salida de los juzgados.

La chica solo recuerda que cuando salió de la discoteca recogió la bolsa en el guardarropa y se cambió los zapatos de tacón por unas zapatillas para ir a la estación. La defensa del detenido le ha preguntado con quién salió del local. Ella ha explicado que lo hizo acompañada de un amigo, de quien se despidió pocos metros después. Su cerebro lo ha borrado pero las imágenes de las cámaras de seguridad recogidas por los Mossos d'Esquadra, que forman parte del sumario del caso, evidencian que el agresor ya la siguió desde aquel momento; primero a más distancia y después acelerando el paso, hasta que la abordó cerca de un solar de la avenida Països Baixos. Después se fue, y la dejó malherida en el suelo e inconsciente. El juez considera que si no hubiera sido por el transportista que la encontró y llamó a emergencias habría muerto.

La calle Països Baixos de Igualada, donde se produjo la agresión sexual.

Según Albertini, la víctima ha dejado constancia de las secuelas que arrastra desde entonces: a las lesiones físicas que le han obligado a pasar por quirófano seis veces se suman “las noches de insomnio, el terror y el pánico a salir a la calle, este día a día de no poder estar tranquila y el tratamiento físico y psicológico a los cuales se tiene que someter”, ha explicado el abogado.

Sin arrepentimiento

Para que la prueba sea válida de cara al juicio se tiene que hacer con todas las garantías, y esto implica la presencia del investigado, que ha compartido sala con el juez, las acusaciones y su defensa, para evitar la confrontación visual con la víctima. Él, según fuentes judiciales consultadas, ha escuchado el relato de la menor cabizbajo e impasible, como si la cosa no lo incumbiera.

“Sin ningún tipo de arrepentimiento, le ha entrado por una oreja y le ha salido por otra”, decía a la salida de los juzgados Joaquim Boadas, abogado de Fecasarm y de la discoteca Èpic, que ejercen la acusación popular y que ya han avanzado que pedirán una condena superior a los 20 años para el agresor. Boadas ha subrayado que el mal hecho a la chica es “irreversible”, pero ha pedido a las administraciones que trabajen para la prevención y la concienciación para evitar que ataques así se repitan. En este sentido, ha pedido más presencia policial en las zonas de ocio nocturno, así como la mejora del alumbrado y de las frecuencias de transporte público. “Salir por la noche no es peligroso, lo son individuos como este”, ha sentenciado.

Esta no es la única causa judicial que arrastra el agresor: cuando cometió la agresión estaba en libertad vigilada por maltrato a una ex pareja. Además, su novia en el momento de la violación –que el lunes declaró como testigo– también se plantea denunciarlo por agresión sexual. Después de escucharla, el juez dedujo testimonio de los hechos para que otro juzgado los investigue. 

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