Los propietarios de la nave de Badalona dicen que permitieron la ocupación por razones "humanitarias"

La empresa se defensa de los ataques de Albiol, que les señala como responsables de la tragedia

Cesc Maideu
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La nau industrial l'endemà de l'incendi

BadalonaLa empresa propietaria de la nave incendiada en el barrio badalonés del Gorg optó por no denunciar a las personas que ilegalmente ocupaban el local por razones "humanitarias", puesto que entendieron que sin ninguna alternativa digna donde vivir, si los hubieran expulsado, su situación todavía habría empeorado más. En un comunicado transmitido por un despacho de abogados de Barcelona, los propietarios explican que "conocían" a algunas de las personas que entraron "sin consentimiento" a las naves en una fecha que no especifican y aseguran que durante un tiempo intentaron que se marcharan "voluntariamente" porque consideran que "no es un lugar adecuado para vivir". Añaden, aún así, que finalmente desistieron y acabaron aceptando la ocupación porque la única salida que los Mossos d'Esquadra les dieron era poner una "denuncia".

Esta empresa se ha situado en el punto de mira del alcalde, Xavier García Albiol, que les ha acusado de haber consentido la ocupación. El popular ha asegurado que apenas volvió a la alcaldía en su segundo mandato, en junio de 2019, ya requirió a los propietarios el "restablecimiento de la legalidad" pero después de cuatro meses sin respuesta el Ayuntamiento inició en noviembre un trámite judicial porque "si aceptaban que viviera gente, tenían que pedir el cambio de calificación" de industrial a vivienda, ha expresado el alcalde en una comparecencia en el Ayuntamiento este viernes en la que también ha informado que reclamará el coste de las tareas de derribo de la nave siniestrada a la compañía propietaria y que, de momento, avanzará el consistorio.

La propiedad, en cambio, ha asegurado que el único expediente sancionador del cual tienen constancia es por un atraso por el pago del IBI y ha subrayado los esfuerzos infructuosos para que la administración pública se hiciera cargo de las personas que residían en la nave, la mayoría subsaharianos trabajando en la recogida de chatarra o el top manta. El Ayuntamiento de Badalona "era conocedor de la situación humanitaria" que se vivía en el interior de la nave, incide el comunicado, hasta el punto en que los servicios sociales actuaron pero ni el consistorio "ni la propiedad" fueron capaces de "encontrar una solución para este colectivo", subrayan los mismos propietarios.

Escombro inmediato

El comunicado evita especificar el nombre de la empresa y solo se refiere al hecho de que hay diferentes inversores y que querían usar la nave del Gorg para instalar un negocio o un almacén logístico pero que, primero, la crisis financiera del 2008 y, ahora, la del coronavirus han hecho imposible empezar ningún proyecto. El diario El Periódico avanzaba en su edición digital de ayer que la nave pertenece a Antonio Medianero y Xavi Fernández, ex jugadores del primer equipo de baloncesto del Joventud de Badalona y del FC Barcelona.

Mientras tanto, el Ayuntamiento de Badalona ha puesto en marcha un concurso de urgencia con cuatro empresas especializadas para poder empezar este viernes mismo el derribo de la nave incendiada el miércoles por la noche. Las empresas tendrán que presentar las ofertas a primera hora de la tarde y, según ha explicado el alcalde del municipio, Xavier García Albiol, la demolición empezará por el ala norte. Es una zona a la que los Mossos y los Bomberos no pudieron acceder, y es por eso que Albiol ha dicho que no sabe si "habrá más cuerpos entre el escombro" que hagan aumentar el balance actual de tres víctimas mortales del incendio.

Según la versión del dirigente popular, la nave estaba ocupada desde 2008 y no hubo "ningún problema" hasta 2017, justo el año en que Albiol pierde la alcaldía a favor de los grupos de la izquierda. Por el contrario, si se hubieran producido conflictos durante su primer mandato, el alcalde ha insinuado que no habría dudado en actuar. "Entre 2011 y 2015 desocupamos 325 viviendas conflictivas", ha subrayado. Sea como fuere, el octubre del año 2017 llegó la primera denuncia por parte de los vecinos, que condenaban "problemas de orden público, o que había menores viviendo", en palabras de Albiol, que ha comparecido ante la prensa exhibiendo denuncias vecinales o las intervenciones policiales, donde aparece incluso su firma.

Sobre las causas del incendio, Albiol ha afirmado que todavía no tienen indicios definitivos, pero ha apostado por "problemas eléctricos" y no por la hipótesis de la caída de una vela encendida, como sostienen algunos de los testigo que pudieron huir de las llamas.

Albiol ha negado también que el Ayuntamiento pidiera cortar el agua en la nave incendiada, como han denunciado algunos de los supervivientes del incendio, alegando que el consistorio no tiene competencias: "Si alguien lo ha cortado no ha sido el Ayuntamiento , no hemos dado la instrucción". El alcalde de Badalona ha denunciado que hay otra nave ocupada en la misma calle Guifré donde hay personas que viven en las mismas condiciones de vulnerabilidad. "O se permite en los ayuntamientos actuar o este anochecer o el mes que viene o cuando sea pasará la misma tragedia. O se toma conciencia o esto nos continuará pasando", ha avisado.

En este sentido, el comunicado de la empresa lamenta que los propietarios se encuentran "indefensos en situaciones de ocupación" pero señalan que si hubieran continuado con el desalojo forzado no habrían contribuido a acabar con una situación de vulnerabilidad porque los ocupantes "se habrían trasladado" a otra nave para ocuparla, en un círculo sin fin. "Todos somos conscientes que estas personas no viven allá porque quieren sino porque están en una situación de vulnerabilidad y desprotección", expresa un texto que lamenta la "tragedia humanitaria" e insta a hacer una reflexión sobre la situación de la migración.

El alcalde también ha informado que los servicios sociales municipales han atendido a 104 personas después del incendio. De estas, un grupo numeroso ha podido realojarse en casas de amigos y conocidos, mientras que a 40 les ofrecieron pasar la noche en un hostal, pero finalmente solo 16 aceptaron la propuesta. "Solo han ido los que tenían papeles y no tenían miedo", explica uno de los supervivientes para definir la precariedad de un colectivo vulnerable.

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