Barcelona aspira a eliminar 250.000 viajes en coche al trabajo en cinco años
El Plan de Movilidad Urbana 2030 contempla también veinte kilómetros de pacificaciones


BarcelonaEn 2023 más de la mitad de los desplazamientos que se realizaron en vehículo privado en Barcelona estaban relacionados con la movilidad laboral. En resumen, con ir y volver del trabajo. Ahora, en el marco del Plan de Movilidad Urbana (PMU) 2025-2030, el Ayuntamiento se ha fijado como objetivo que 250.000 de estos desplazamientos que hoy se realizan en coche o moto pasen a hacerse en transporte público. Un paso clave para conseguir que, en cinco años, el vehículo privado sólo represente el 15% de los desplazamientos dentro de la ciudad y ahora es el 19,9%.
Ésta es la primera vez que el PMU analiza la movilidad en la ciudad según los motivos por los que se desplaza la gente. Esto ha permitido observar, por ejemplo, que el uso del vehículo privado es mucho más intenso en aquellos viajes relacionados con el trabajo que no, por ejemplo, en aquellos que tienen más que ver con el día a día –cuidados, ocio o ir a comprar–, donde los desplazamientos se realizan, básicamente, a pie. Por el contrario, en el caso de la movilidad educativa, el transporte público predomina por encima del vehículo privado o los desplazamientos a pie.
De ahí que entre los objetivos que se fija el PMU –una especie de guía de las políticas de movilidad en la ciudad durante el próximo lustro– esté el de incidir directamente en la movilidad laboral. En este capítulo tienen un papel destacado dos ámbitos: la promoción del transporte público –se quiere pasar del 34,2% de desplazamientos de 2023 a un 37,1% en 2030– y las restricciones al uso del vehículo privado, que también se verá afectado por los veinte kilómetros más de pacificaciones que el Ayuntamiento quiere tener en cinco años.
Tranvía por la Diagonal, más bus y más metro
Aunque el plan no deja de ser sólo un horizonte y después habrá que ver cómo se concretan las medidas, en el ámbito de la promoción del transporte público el Ayuntamiento apuesta por poner en servicio la conexión del tranvía por la Diagonal uniendo las paradas de Verdaguer y de Francesc Macià y mejorar la red de bus urbano e interurbano reforzando los tramos de mayor demanda y haciendo más líneas exprés. También apuesta por mejorar su velocidad comercial ampliando el 80% de los carriles bus a un mínimo de 3,2 metros de ancho. Todo ello con el objetivo de incrementar en un 25% las validaciones.
Para facilitar la movilidad interurbana –el uso del coche privado es más intenso entre los que entran o salen de la ciudad que entre los que se mueven internamente–, también deben ser claves la ampliación de las líneas de metro y de FGC –la prolongación de la L8 puede cambiar decisivamente la movilidad– y la creación de grandes intercambiadores modales que faciliten la interconexión entre transportes por aquellos que llegan a la ciudad desde fuera.
En el ámbito de las restricciones al vehículo privado, aunque no se prevén medidas como el peaje urbano o hacer pagar a las motos para aparcar en la calle, sí que existe sobre la mesa la posibilidad de implementar más áreas de acceso restringido para los coches y evolucionar la zona de bajas emisiones (ZBE).
Pacificaciones por concretar y más carril bici
Entre las dificultades con las que se encontrarán los vehículos privados está también la voluntad del actual gobierno de continuar con la estrategia de pacificaciones de calles. Aunque no concreta ni en qué zonas ni cómo serán estas pacificaciones –si con una restricción completa al tráfico como el eje verde de Consell de Cent o con una ampliación significativa de aceras como Pi i Margall–, el plan sí que prevé aumentar en veinte kilómetros las calles pacificadas en la ciudad.
Dentro de este paquete de medidas que el plan define como destinadas a un modelo de movilidad seguro y sostenible, el Ayuntamiento incluye también propuestas como bajar a la calzada 40.000 motos poniendo plazas de aparcamiento; un reto que lleva años arrastrando la ciudad.
La bicicleta también tiene un papel destacado. El objetivo es que el porcentaje de viajes que se realizan en bici o patinete pase del 3,8% de 2023 a un 5,7% en 2030, por lo que se quiere apostar por continuar desplegando carriles bici con la construcción de 55 kilómetros de nuevos carriles en calzada. Además, se aspira a incrementar en un 20% los viajes del Bicing y aumentar su flota eléctrica.