Turismo

Barcelona ya negocia con el Puerto limitar el número de cruceristas

Collboni defiende que el crecimiento actual es "insostenible"

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Cruceros en el puerto de Barcelona

BarcelonaEl Ayuntamiento de Barcelona ya negocia con el Port un acuerdo para limitar el número de cruceristas que llegan a la ciudad. Lo ha confirmado el alcalde, Jaume Collboni, durante una rueda de prensa este viernes en la que ha defendido que es necesario actualizar el convenio firmado en 2018 porque no es suficiente con alejar las terminales de la ciudad sino que hay que "limitar el llegada de cruceros". Especialmente, ha dicho, la de aquellos que sólo hacen escala en la ciudad y no la tienen como puerto base.

Collboni enfila así uno de los principales objetivos que ha puesto en su gobierno durante este mandato para hacer frente a la masificación turística, junto con la limitación de los pisos turísticos. En una entrevista con el ARA, el alcalde ya avisó de que la ciudad no podía absorber a más cruceristas, una premisa que ahora, según ha avanzado El País, el Ayuntamiento ya ha puesto sobre la mesa del Puerto.

La voluntad del Ayuntamiento ahora es revisar el convenio firmado en 2018 por el anterior gobierno. "Tenemos que ir más allá. Tenemos que limitar y reducir el número de cruceristas y cruceros en la ciudad", ha dicho este viernes Collboni, quien ha explicado que la cifra de pasajeros ha crecido en cerca de un millón desde que se va firmar ese acuerdo. Una realidad que ha hecho que el alcalde incluso haya abierto la puerta a "suprimir alguna terminal si fuera necesario".

Recientemente, también en una entrevista con el ARA, el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ya avisó de que el acuerdo firmado entonces "no tuvo en cuenta los criterios de capacidad". Apuntó, además, que era "insostenible" un crecimiento lineal del 9% cada año, ya que implicaría a más de 300.000 cruceristas más cada año. Este viernes Collboni lo ha corroborado: "La ciudad no puede asumir ese incremento lineal, porque la ciudad tiene unos límites".

Barcelona batió el año pasado su récord de cruceristas con casi 3,6 millones de pasajeros, por encima de los 3,1 millones con los que había tocado techo en el 2019 y muy lejos de los 2,3 millones que había marcado en 2022. Este año, los datos de los primeros tres meses hechos públicos por el Ayuntamiento apuntan a que se podría superar la cifra de 2023.

Creueristes al Port de Barcelona

Collboni defendió que Barcelona debe defender el turismo porque es una "industria importante", pero remarcó la necesidad de "limitar los efectos negativos que puede tener la masificación turística". En este sentido, ha subrayado que su voluntad es la de seguir el ejemplo de otras ciudades como Amsterdam y Venecia de "limitar y reducir el número de cruceristas".

El alcalde ha hecho especial énfasis en la necesidad de reducir el volumen de los cruceros que no tienen Barcelona como puerto base sino que sólo hacen escalas inferiores a 12 horas. Un tipo de crucero que deja menos beneficios en la ciudad y que, según ha dicho, el pasado año aportó 1,6 millones de cruceristas de los 3,6 que acabó acogiendo Barcelona. El objetivo del Ayuntamiento es priorizar a los cruceros que hacen estancias más largas en la ciudad. "Queremos más calidad y no más cantidad", ha dicho la primera teniente de alcalde y concejala de Urbanismo, Laia Bonet.

El Puerto guarda silencio

La primera teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet, ha explicado que las conversaciones son incipientes y que todavía no existe un calendario establecido sobre cuándo se podría cerrar un acuerdo. Bonet reconoció que el convenio anterior "ha dado una serie de frutos", pero ha subrayado que "no ha tenido un efecto coherente en el número de cruceristas". Según ha explicado, el Port ha "tomado ya esta actitud de sentarse y poder hablar". Desde el Port, sin embargo, se ha rechazado hacer cualquier declaración al respecto.

Sin embargo, el Puerto puso en marcha apenas hace un año un consejo para la sostenibilidad de los cruceros que analiza el impacto que el turismo de cruceros tiene en la capital catalana y en el que participan, entre otros , el Ayuntamiento, la Generalitat y la Delegación del gobierno español. En la primera reunión sin embargo, de este órgano ya se visualizó la negativa del Puerto a reducir terminales o fijar topes en el número de visitantes. Entonces, el gobierno municipal de Ada Colau propuso a través de Janet Sanz que el Port renuncie a dos de las terminales que ella misma había pactado en el convenio del 2018, un extremo que el Port rechazó taxativamente.

Ahora se reanudan las negociaciones, aunque hay que tener en cuenta que después de las elecciones catalanas del 12 de mayo el actual equipo liderado por Lluís Salvadó está en fase de interinidad a la espera de que un nuevo gobierno, presumiblemente del PSC, elija a un nuevo presidente del Puerto de Barcelona.

600 trabajadores municipales de refuerzo para la temporada de verano

De cara a la temporada de verano, el Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado este viernes que reforzará varios servicios operativos municipales con unos 600 trabajadores, sobre todo en la zona litoral, que este año albergará la Copa América de vela. En el marco del Plan Endreça, la Guardia Urbana contará con otros 200 agentes diarios, de los que 100 patrullarán a pie, en bicicleta, moto, quad y dos barcas en las diez playas de la ciudad. La cifra duplica el refuerzo que se puso el pasado año. Además, también habrá otros 288 operarios en los servicios de limpieza y recogida de residuos de la ciudad, así como otros 110 informadores y agentes cívicos para garantizar la convivencia en las calles. El plan para verano estará en marcha desde este sábado hasta finales de octubre. "El Pla Endreça no hace vacaciones", ha dicho el alcalde, Jaume Collboni, quien ha remarcado el esfuerzo presupuestario que hace el consistorio para mejorar la limpieza y la convivencia en el espacio público, y ha pedido corresponsabilidad a la ciudadanía.

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