Expertos critican los errores en el protocolo aplicado en los centros educativos

Apuestan por restricciones generales para rebajar la incidencia de toda la sociedad

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Vacunación niños

GironaCon el montón de casos que han aparecido en el entorno escolar desde la vuelta de Navidad, han vuelto a surgir voces que reclaman el cierre de los centros educativos. Los cuatro expertos consultados no lo prevén, pero sí que critican que, con las medidas correctas, la explosión actual se podría haber evitado. Señalan que el protocolo aplicado por el departamento de Salud está más basado en criterios socioeconómicos –no virológicos ni epidemiológicos– y que ahora solo potenciando la vacunación y con restricciones generales se podría rebajar la alta incidencia que afecta tanto a la población general como a alumnos y docentes.

Los cuatro científicos enumeran los mismos factores que han provocado el punto actual. Por un lado, una variante, la ómicron, que es mucho más contagiosa que las anteriores, y que ha hecho subir la incidencia en toda la población en general. Además, la propagación se ha incrementado durante las fiestas, a consecuencia de las interacciones sociales y las mezclas de burbujas. Y esto, sumado al hecho de que "la población infantil es la que está menos protegida porque mayoritariamente no está vacunada", "ha provocado que el virus se esparza de manera más eficiente", según el jefe de pediatría del Hospital Sant Joan de Déu, Juanjo Garcia. El también pediatra y epidemiólogo del ISGlobal Quique Bassat recuerda que las escuelas “son un reflejo de la sociedad”. “Y si hay muchos contagios en general, también los habrá a las aulas”, sostiene.

Cambios que chirrían

Ahora bien, estos factores ya se conocían antes de Navidad, y los entrevistados no entienden el protocolo que se aplicó con la reanudación escolar. Por ejemplo, antes, con un sol positivo se confinaba toda la clase, pero ahora es a partir de 5 casos o con el 20% del total. “El virus no ha cambiado, pero nosotros hemos subido 5 veces el umbral que teníamos porque no se quería cerrar ninguna escuela ni confinar tantos grupos. Pero esto es hacer trampas al solitario y no se está aplicando la virología, sino criterios socioeconómicos”, afirma el virólogo del IRTA-CReSA Xavier Abad. 

Otro cambio es que se ha ampliado de 4 a 7 días el periodo para hacerse un test si aparece un nuevo positivo en el grupo. “Los tests son una fotografía de un instante, solo tienen sentido si se hacen secuenciales y más de uno. Es lo que hemos repetido toda la pandemia: si tienes un solo test negativo no significa que puedas hacer vida normal”, indica Abad. El virólogo considera que, si se deja pasar tantos días y soo se hace una prueba, “te arriesgas a que el niño, si el día 3 es positivo, se convierta en un foco y, sin quererlo, contagie a familiares y amigos”.  

El doctor en física y catedrático de la Universitat Rovira i Virgili, Àlex Arenas, añade que todavía no se ha puesto ninguna ayuda sobre la mesa para los padres que se tengan que quedar con los niños confinados; ni tampoco se ha reforzado la ventilación de las escuelas ni se han repartido mascarillas FFP2 a niños y profesores. “Ha sido una serie de despropósitos, no se ha planificado nada. Y no había que ser muy inteligente para saber que habría una explosión de casos, si ya veníamos de tener la atención primaria colapsada y unas incidencias altísimas entre la población”, reprocha el físico, y el virólogo coincide con él. “Lo hemos visto toda la pandemia y parece que los responsables no se han dado cuenta: al virus le cuesta coger velocidad, pero cuando coge impulso, se va multiplicando y multiplicando. Es progresión geométrica”, recalca.  

De hecho, tanto Arenas como Abad y Bassat lamentan que no se hiciera un cribaje masivo a todo el alumnado y profesorado, antes de iniciar las clases. Es más, según el físico –que forma parte del Consejo Asesor Científico de Salud –, la consejería no pidió “ningún informe” a este organismo para que estudiara qué medidas habrían ayudado a evitar la propagación en las escuelas, ni les presentó el protocolo que iba a aplicar. “Es como si todo lo que tiene que ver con las escuelas fuera una decisión política, no nos han pedido ni consultado nada”, lamenta.

Sin estudios del covid persistente en niños

La mayoría de niños pasan el covid de manera leve, y solo un pequeño porcentaje necesita hospitalización. Aún así, cuando el número de infectados es muy alto, se acaban incrementando también los casos que llegan a los hospitales. En Sant Joan de Déu ahora tienen "3 o 4 veces más niños con covid ", pero la “mitad” están ingresados por otras causas. “Por ejemplo, hay un niño con apendicitis y covid , pero el virus no es la causa del ingreso, sino la apendicitis”, matiza Garcia. El jefe de pediatría calcula que, del resto, a una parte el virus les ha “descompensado” alguna otra patología y la otra parte sí que es "la pequeña proporción que acaba ingresando por sintomatología del covid". En el conjunto de Catalunya, este viernes hay 24 menores de 9 años hospitalizados, y 22 más de entre 10 y 19. Y, en las UCI, hay dos niños de menos de 9 años y ningún adolescente.

Así mismo, tanto Garcia como Bassat recuerdan que no hay muchos estudios sobre la afectación del covid persistente en menores, pero que se han dado casos. “Parece que hay menos afectación que en adultos, y tienen una sintomatología un poco diferente. Pero sí que nos hemos encontrado con chicos que antes eran muy activos y vivos, y, después de infectarse, se han quedado aplatanados y sin motivaciones”, advierte el pediatra de ISGlobal.

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