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¿Qué debería hacer Barcelona para evitar un incendio como el de Los Angeles?

El CREAF propone recuperar 17.000 hectáreas de cultivos abandonadas para proteger el área metropolitana

Un incendio en la carretera de las Roquetas de Collserola, en una imagen de archivo.
Natàlia Pinyol
16/01/2025
4 min
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BarcelonaLa combinación de una fuerte sequía, la alta velocidad del viento y la falta de espacios abiertos en el bosque son factores que acentúan la propagación rápida del fuego. Después de ver las impactantes imágenes de los incendios en el sur de California de los últimos días, los expertos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) alertan de que, aunque no en la misma escala, podría ocurrir lo mismo en Catalunya si no se hace una buena previsión de los escenarios que el cambio climático podría acarrear. A partir de datos preliminares de un estudio elaborado por el centro, proponen recuperar 17.000 hectáreas de cultivo que están abandonadas desde los años 50 para evitar la probabilidad de que se propague un incendio en el área metropolitana de Barcelona.

La gran apuesta sería recuperar los cinturones agrícolas, es decir, espacios de cultivos y pastos que han ido quedando abandonados en las afueras de Barcelona y que podrían disminuir un 30% las conexiones de fuego en caso de incendio. ¿Qué significa reducir la conectividad del fuego? Este concepto se refiere a "la distribución espacial de zonas de características de combustible similares", explica el investigador del CREAF y autor principal del estudio Rodrigo Balaguer. Es decir, que el hecho de que las masas forestales estén más juntas favorece que el fuego salte.

A partir de una simulación, los expertos están comprobando que si se recuperaran más zonas de cultivos y pastos en los espacios donde la conectividad es más alta se conseguiría una "discontinuidad" en el paisaje. De esta forma, los espacios abiertos romperían las conexiones y evitarían que, en caso de incendio, el fuego se propagara tan rápido, como ha ocurrido en Los Ángeles.

Por eso, los expertos del CREAF consideran que una solución sería aprovechar las zonas abiertas que ha generado la sequía y, así, "reducir el riesgo en zonas que tendrán mucho combustible acumulado para los incendios", porque la vegetación seca quema más . Con todo, Balaguer apunta que no es lo mismo el riesgo de incendio que la conectividad, porque el primero hace referencia a la probabilidad de que en una zona se origine un incendio y la otra a la probabilidad de que el fuego se propague más rápidamente o menos.

Collserola, Sant Llorenç y el Garraf

Para reflejar las conclusiones del estudio, el CREAF ha realizado tres mapas que muestran las comarcas del Alt Pènedes, Baix Llobregat, Barcelonès, Garraf, Maresme y Vallès Occidental y Oriental. El primero enseña los usos que ahora mismo se está dando en los distintos suelos, es decir, si es suelo urbano, bosque o cultivos. En verde se indica la zona boscosa; en amarillo, la de cultivos; y, en rojo, la zona urbana, que se observa sobre todo en la costa y en las ciudades.

Usos del suelo en el área metropolitana de Barcelona actualmente.

El segundo muestra las zonas que tienen una mayor conectividad o más baja. En color negro se encuentran las zonas con menos conectividad del fuego, que mayoritariamente es donde más suelo urbano y cultivos existen, como toda la costa y la ciudad de Barcelona. Por el contrario, algunos de los espacios con mayor conectividad son, en color amarillo, el Parque del Garraf, el Parque Natural de Collserola y el Parque Natural de San Lorenzo del Munt y el Obac.

Conectividad potencial del fuego con el área metropolitana de Barcelona en la actualidad.

Y el tercer mapa prevé cómo sería la misma conectividad si se recuperara el cinturón agrícola el año 2050. En color gris se encuentran las zonas que se quedarían con la misma conectividad más o menos; en color azul, las zonas donde disminuiría; y, en rojo, donde aumentaría. Aunque las zonas que antes tenían conectividad alta –las que tienen mayor probabilidad de que el fuego se propague– disminuyen en este tercer mapa, hay otras que aumentan en conectividad. Esto se debe a que "se generarían pasillos entre los cultivos, que favorecerían la propagación", explica Balaguer. Por ello, "a escala regional se produciría una reducción, pero a escala local se podría producir un aumento de la conectividad", concluye.

Efecto de la recuperación de cultivos y pastos abandonados sobre la conectividad del fuego con el área metropolitana de Barcelona.

Beneficios para la biodiversidad

Por otro lado, el cinturón agrícola también permitiría una mejora de la biodiversidad y de la economía local, porque Balaguer señala que, por ejemplo, existen especies de animales determinadas que aumentarían la presencia en el área si se recuperaran las zonas de cultivos. Por ejemplo, el estudio hace referencia a los mamíferos como el tejón, pájaros de ambientes agrícolas como la tórtola euroasiática y polinizadores como las mariposas y las abejas.

A la espera de que los expertos publiquen el estudio finalizado, el CREAF se centra ahora en estudiar los costes y la viabilidad reales que tendrían recuperar las 17.000 hectáreas de cultivo. También debería concretarse cuáles serían los tipos de cultivo más adecuados para favorecer la reducción de esta conectividad. La investigación se está realizando en el marco de la iniciativa Horizon Europe WildE, de la Comisión Europea, que quiere promover la "renaturalización climáticamente inteligente", y gracias a los datos que previamente se han obtenido a través del programa BCN Agraria de la Diputación de Barcelona.

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