Biomedicina

⁠La ciencia detrás de las hazañas de Kilian Jornet

El deportista se rodeó de un equipo científico para completar el reto y comprender al por menor su estado físico y mental

Kilian Jornet, durante el ascenso a una de las diferentes cimas de los Alpes de más de 4.000 metros.
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GinebraEl pasado fin de semana tuvo lugar una nueva edición de la prueba de carrera de montaña Ultra Pirineu, en la que más de 1.300 corredores se reunieron en la cordillera del Cadí para recorrer más de 100 km de distancia y 6.600 metros de desnivel positivo. Pruebas como ésta, extremadamente exigentes, hacen cuestionarnos los límites del cuerpo humano, así como el papel que desempeñan la fisiología, la alimentación y el descanso para lograr un buen rendimiento deportivo y, en general, gozar de una vida saludable.

Dar respuesta a estas cuestiones era uno de los objetivos deúltimo reto de Kilian Jornet, llamado Alpine Connections, que completó en agosto y en el que se rodeó de un equipo científico para comprender al por menor su estado físico y mental. Y es que, después de haber ascendido el año pasado a más de 170 picos de los Pirineos en sólo ocho días, este año el conocido deportista escaló 82 picos de más de 4.000 metros de los Alpes en tan sólo 19 días. En total recorrió una distancia de más de 1.200 km en dos semanas, una hazaña claramente al alcance de los cuerpos y mentes de muy pocos humanos.

Durante el proyecto, Jornet ha estado acompañado por un equipo de fisiólogos que han tomado medidas de distintos parámetros fisiológicos y mentales. El equipo, formado por el doctor en biología y biomedicina Jesús Álvarez-Herms, profesor de la Universidad del País Vasco, y Sergi Cinca, asesor en salud y alto rendimiento deportivo, le ha proporcionado un apoyo esencial para superar el reto con éxito.

"Durante todo el desafío hemos estado tomando medidas de muchos parámetros para intentar conocer qué ocurre fisiológica, metabólica y cognitivamente durante este tipo de esfuerzos", explica Jornet. "Lo interesante es que podemos aprovechar un reto de esta magnitud para saber cómo reacciona el cuerpo humano", añade.

Kilian Jornet con su fisioterapeuta.

 

El cuerpo se adapta para encontrar el equilibrio

El cuerpo humano es un sistema muy complejo. Su funcionamiento depende de un gran número de funciones fisiológicas que permiten al organismo adaptarse a los cambios que ocurren durante la práctica deportiva entre unos umbrales individuales que definen a cada deportista. Parámetros como la temperatura corporal, por ejemplo, son esenciales para estudiar cómo diferentes estímulos promueven desequilibrios en ciertos umbrales, como los que se producen cuando se realiza un gran esfuerzo físico.

"Lo que hace el cuerpo para su supervivencia, sin diferenciar entre competiciones y esfuerzos extremos, es intentar mantener estables los umbrales de estos parámetros fisiológicos", comenta Cinca, presente durante todo el reto de los Alpes.

"Pueden haber varios parámetros que se alteren y que afecten a este equilibrio, como la temperatura", continúa este experto, que añade que "les llamamos los umbrales de la vida o la muerte, ya que son los parámetros que si se desestabilizan el organismo entra en un estado de protección que pone en peligro su integridad".

Entender cómo el cuerpo se adapta es esencial no sólo para planear una buena preparación física para competiciones muy exigentes, sino para entender qué significa tener una buena salud. "El doctor Álvarez-Herms ha desarrollado una metodología para mejorar el rendimiento de deportistas y también mejorar su salud. Desde su punto de vista no puede haber un máximo rendimiento si no existe una salud sistémica", comenta Cinca.

Aunque para lograr este tipo de retos la vertiente física es fundamental, la parte psicológica lo es tanto o más. De hecho, después de un gran esfuerzo como puede ser correr un maratón, no sólo existe la necesaria recuperación de todo el organismo, sino que también es crucial una buena recuperación mental y emocional. "Después de un gran objetivo siempre existe este periodo de minidepresión, sobre todo en proyectos así, en los que hay mucho trabajo cognitivo y de gestión de riesgos", confiesa Jornet.

Durante el reto de los Alpes, Cinca y Álvarez-Herms también recogieron datos sobre el estado cognitivo del corredor para evaluar los efectos del desgaste y optimizar la preparación y el descanso. "Kilian tiene una parte mental excepcional, con una resiliencia y un foco muy determinantes. Pero a él le encanta hacer lo que hace", explica Cinca, quien añade que "desde arriba de las montañas Kilian se siente liberado de todo" .

Kilian Jornet en los Alpes.

Una alimentación poco convencional

Uno de los factores clave tanto en el rendimiento deportivo como para una buena salud global es la alimentación. Más allá de la receta clásica de una dieta equilibrada, los deportistas de élite siguen unos protocolos alimenticios que pueden llegar a ser muy estrictos para alcanzar el máximo rendimiento en competición. Sin embargo, una de las principales conclusiones que se han extraído del reto de los Alpes es que los protocolos de alimentación clásicos no son necesariamente los óptimos. "Comí mucho y muchas cosas –comenta Jornet–: tuve un gasto energético de unas 8.500 calorías diarias".

La forma en que Jornet ha afrontado el último reto de los Alpes dista significativamente de cómo lo va en el de los Pirineos. "La diferencia principal ha sido sobre todo a nivel de gestión de la alimentación, del sueño y de la recuperación –explica el deportista–. Por ejemplo, en los Pirineos comí cada pocas horas, mientras que en los Alpes intentamos comer menos veces , pero mayor cantidad y ciertos tipos de alimentos".

Durante el último reto, el atleta ha seguido su dieta habitual vegetariana y ha evitado la ingesta de pastas procesadas y suplementación deportiva. "En cambio, ha tenido el mejor rendimiento de la historia en una prueba de estas características, y esto se debe a que respetábamos todos los procesos fisiológicos de Kilian, desde los ritmos circadiarios hasta su microbiota", valora Cinca.

Gracias al seguimiento tan cercano de la fisiología del corredor a través del análisis de su bioquímica, de su genética, de los fluidos corporales, la sangre capilar, la orina, la saliva, las heces y los gases provenientes de las vías respiratorias, los fisiólogos proporcionaron una serie de consejos que se alejan mucho de los cánones de la alimentación deportiva. "Había días que determinábamos que debía salir en ayunas cuando tenía 40 horas de travesía por delante. O le decíamos: «Hoy beberás agua con vinagre»", explica Cinca.

Kilian Jornet, en primer término, durante su aventura en los Alpes.

La microbiota intestinal, pieza clave

Uno de los factores clave en cómo la alimentación afecta al rendimiento deportivo y la salud en general tiene que ver con la microbiota intestinal. "Es un campo muy relevante para mejorar la salud y el rendimiento deportivo", comenta Álvarez-Herms. La microbiota son el conjunto de microorganismos –sobre todo bacterias, pero también virus, protozoos, hongos y levaduras– que se encuentran mayoritariamente en el último tramo del intestino grueso y que, en una relación de simbiosis con el organismo, ayudan a la digestión de los alimentos, el procesamiento de los carbohidratos complejos y la producción de vitaminas y hormonas, entre otras muchas funciones.

La población de unos 40 billones de bacterias que la conforman se ha forjado durante los millones de años de evolución y es única para cada uno de nosotros, lo que provoca que no todo el mundo digiera los alimentos por igual. "En el caso de Kilian hemos visto que el metabolismo de las grasas es mucho más importante que los de los hidratos de carbono, y este canon está lejos, por ejemplo, de las recomendaciones genéricas actuales en alimentación deportiva", comenta Álvarez-Herms.

Otro ejemplo interesante de cómo la microbiota afecta al rendimiento en pruebas de larga distancia lo encontramos en un estudio que realizó un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard en 2019. En este estudio se analizó la microbiota procedente de corredores de la popular Maratón de Boston. En el análisis correspondiente encontraron que la población de bacterias era muy similar entre los atletas, lo que indicaba su influencia en el rendimiento deportivo y su posterior recuperación. En este caso, se analizó cómo variaba la microbiota antes y después de la prueba deportiva. Los investigadores descubrieron que la concentración de un tipo de bacteria llamado Veillonella aumentaba significativamente después de la carrera. La función fundamental de esta bacteria es procesar el ácido láctico, que se produce en grandes cantidades durante un ejercicio intenso y que provoca la fatiga muscular.

Los investigadores trataron de introducir Veillonella en ratones y observaron que su rendimiento era un 13% superior al de los ratones a los que no se les había suministrado esta sustancia. Este descubrimiento abrió la puerta al uso de los probióticos, bacterias con un beneficio concreto para la salud, como sustancia para mejorar el rendimiento deportivo. En cualquier caso, estos probióticos no sólo pueden ser útiles para deportistas de élite sino que también pueden ayudar a mejorar la salud de algunas personas con trastornos metabólicos como la diabetes.

Cada cuerpo es único más allá de la genética 

Una buena preparación y alimentación es esencial para un buen rendimiento deportivo. Sin embargo, la genética juega un papel fundamental y puede determinar el éxito de la carrera de un deportista. Sin embargo, hoy sabemos que la genética no es tan determinante como hace unas décadas. Desde el descubrimiento de la epigenética conocemos que la forma en que se expresan los genes depende en gran medida de los factores externos con los que se encuentra cada persona. Por ello, los preparadores físicos han empezado también a integrar la epigenética para dirigir la expresión genética hacia objetivos de rendimiento concretos.

"Trabajamos con los deportistas de dos a cuatro años vista, porque hay cambios epigenéticos que hasta este período no se expresan de la forma que a nosotros nos interesa", explica Cinca. "Y eso requiere mucha paciencia por parte del deportista, y también por nuestra parte", añade.

En el caso de Jornet, "aunque tiene una genética mejor que la mayoría de gente, no es extremadamente excepcional", dice. "Lo que marca la diferencia es la epigenética. Haber crecido en un entorno de montaña ha marcado su fisiología y su capacidad adaptativa", añade.

Kilian Jornet durante el reto.

El reto de los Alpes de Jornet representa una hazaña humana sin precedentes. Gracias al seguimiento científico que ha tenido, se han podido recoger una gran cantidad de datos que se analizarán detalladamente para obtener más conclusiones. "Se podrán extraer ideas interesantes para toda la población sobre la gestión de la nutrición y la gestión del esfuerzo físico y cognitivo, así como de la recuperación", concluye Jornet.

“La evidencia científica puede provocar un cambio de paradigma en las ciencias de la salud y el deporte. Cada persona puede alcanzar su máximo potencial si se estimula correctamente, en función de su edad, tipos de vida y motivación. Esto requiere individualidad, paciencia y conocimiento”, concluye Cinca.

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