Viajar y tragar

Dónde y qué comer en Atenas

En la capital helena, la cocina tradicional griega bebe del legado otomano y convive con nuevas propuestas

9 min
Una taberna griega.

AtenasGrecia es un destino reconocido por la variedad de su dieta y la elaboración de platos con productos de proximidad y calidad. Epicentro de la cocina mediterránea, en el país heleno y en su capital, Atenas, hoy en día se pueden encontrar propuestas gastronómicas para todos los gustos. Basta con alejarse un poco del centro y dejar el reloj aparcado; porque si hay algo claro es que, en Grecia, las comidas son sagradas.

1.

Tabernas tradicionales y mezodopolío: compartir es vivir

La vida de los griegos gira en torno a las tabernas. Es habitual pasear por cualquier barrio y ver, a las siete de la tarde, a personas sentadas en una mesa con botellas de raki y cervezas. Cenan? ¡Y ahora! En Grecia no hay hora de comer y cena tarde. Primer consejo: deje el móvil en el bolso, déjese llevar y no se preocupe por cómo volverá a casa: en Atenas, tomar un taxi es barato.

Para disfrutar de una excelente experiencia en una taberna griega (mezodopolío), es importante saber que los platos suelen compartirse entre comensales. Como si fueran tapas, los mezes son la forma más habitual de comer fuera de casa. En las tabernas alejadas de las zonas turísticas (Syntagma, Monastiraki, Plaka y la Acrópolis), las raciones son generosas. En este tipo de restaurantes, los griegos a menudo piden lo mismo: una ensalada griega (con queso hecha, alcaparras, pepino, tomate, aceitunas y cebolla); o una ensalada dakos, típica de Creta, que consiste en pan, tomate rallado, alcaparras y aceite. Pero en muchas tabernas se puede encontrar con misizra, un queso más cremoso que el hecha. Un tipo de ensalada menos habitual, pero que también gusta mucho es la huerta, que consiste en un plato de verduras hervidas parecidas a las acelgas o al cardo. Otro plato que nunca puede faltar en una comida griega es el saganaki, queso rebozado. Hay que comer de inmediato: cuando se enfría, no vale nada. Para completar el menú de entrantes, deberá solicitar un plato de kolokithokeftedes, croquetas de calabacín, con otras verduras y queso, y que van acompañadas de salsa de yogur. Como ven, hay vida más allá del tzatziki (yogur con pepino y ajo).

Ensalada griega.
Una taberna griega.

Después de los entrantes es hora de hacer espacio en los platos principales. Una de las opciones típicas son lasloukaniko, las salchichas griegas, mucho más especiadas que la que comemos en nuestra casa. Las más famosas son las de Karditsa. Otros platos habituales son loskalamakisde cerdo y pollo y la carne de cordero, habitualmente a la brasa.

Una taberna céntrica y económica para disfrutar de todos estos platos sin tener que irse a la otra punta de la ciudad esMavros Gatos, cerca del Kallimarmaro o Estadio Panatenaico, sede de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, celebrados en 1896 y uno de losmustturísticos de la ciudad. Situado en uno de los barrios de moda, Pangrati, este negocio familiar tiene un local amplio y una variada carta ya buen precio. Entre semana no es necesaria reserva, pero sí durante los fines de semana. La familia tiene un segundo local en el barrio de Psirri, uno de los epicentros de la fiesta nocturna en Atenas.

Otra buena opción si estás en el centro, cerca de Monastiraki y Keramikos, es la tavernaSteki blando Ilia. También hay dos locales que pertenecen a la misma familia y están muy cerca uno del otro. Uno de ellos tiene una terraza formidable y un ambiente excelente, tanto en invierno como en verano. En Steki blando Ilia, aparte, hay un plato estrella que es el motivo de su popularidad entre la ciudadanía griega: las costillas de cordero. A 30 euros el kilo, es lo que pide todo el mundo. Las hacen a la brasa y la carne es de muy buena calidad.

A unos 20 minutos andando, se encuentra el Mercado Central de Atenas, una parada imprescindible. Pescado, carne, aceitunas, fugas secas, legumbres, fruta y verdura fresca y un sinfín de hierbas y tés son algunas de las cosas que se pueden encontrar en este mercado cubierto. Por la noche, el mercado cambia de cara y cuando los paradistas se marchan, se llena de gente con el estómago vacío. Déjese llevar y siéntese donde unos apetezca, que seguro que no le defraudará. En algunos de esos locales hay música en directo. Dos advertencias antes de que vaya: si sois vegetarianos o veganos, debe saber que no es un lugar agradable de visitar. Y ya que hablamos de mercados: no se puede irse de Atenas sin visitar los mercados semanales de fruta y verduras, los laiki. Todos los días de la semana se hacen en un barrio diferente y son el lugar preferido de los locales para comprar frutas y verduras. Muy recomendado, por extensión yvibas, el de Panormou-Ampelokipoi, que se celebra el sábado por la mañana.

El queso frito saganaki.
El famoso tzatziki.

Pero volvamos a las tabernas: en la zona de Psirri, donde nos habíamos quedado, también hay un restaurante donde se solía comer en grande. Con una carta especializada en pescado, laAtlantikoses una buena opción. Situado en una calle estrecha y apartado de la multitud de gente que visita Monastiraki, junto con la Acrópolis, el principal polo turístico de Atenas, es un buen lugar para pedirgavros(boquerones) a la plancha y pescado fresco. Aunque mantiene la carta y precios asequibles, apenas hace un año la cantante Rosalia, de visita a la ciudad con la gira Motomami, comió en ese restaurante. En su perfil de Instagram colgó una foto de la cuenta en la que salía el nombre del bar. Desde entonces, las colas para comer son infinitas. Si va, de postre puede comer un helado en laGelato di Nonna, a cinco minutos del Atlantikos. Y si se alarga y quiere tomar una cerveza, la Cantina Social tiene una terracita en Psirri tranquila y con buen rollo que abre hasta tarde.

Otra recomendación bien de precio y alejada del turismo del centro es la taberna familiar Seferto, en Ampelokipoi, ubicada en la plazoleta Agios Dimitriou, a unos metros del estadio del Panathinaikos de fútbol. Allí hay diferentes platos estrella, pero si tiene que elegir entrantes, decantarse por el plato de hecha con ouzo, el plato de hecha al horno, los rollitos de berenjena rellenos de tomate y hecha y las gigadas (judías). Especialmente buenas y generosas son las loukaniko, que vienen acompañadas de patatas fritas y tomate (los tomates en Grecia son excepcionalmente buenos y sabrosos). Y si ya desea tener una experiencia gastronómica 100% local, a diez minutos caminado del Seferto se encuentra el restaurante Spitiko Fagito, que literalmente significa comida casera. Allí seguro que no encontrará ningún turista. Sólo está abierto hasta las cinco de la tarde y hacen uno de los mejores gemistán (tomate y pimiento rellenos) y pastitsio. El menú cambia todos los días, si tiene la suerte de encontrar dolmadakia (hojas de parra rellenas de arroz y verduras), considere afortunados.

2.

El mundo de los gyros y de los kalamakis

A menos que se sea vegetariano o vegano, no se puede marchar de Grecia sin haber probado losgyros y loskalamakis. De cerdo, de cordero o de pollo, las opciones son casi ilimitadas, pero vamos a palmos, porque pedir en un Grill Cafe, tal y como se conocen los locales donde se sirven losgyrosy loskalamakis, no es fácil. Para que quede claro: elgyroses parecido a lo que en Cataluña, erróneamente, llamamos kebab, y va enrollado con pan de pita. Pero dentro la carne va acompañada de patatas fritas, tzatziki o salsa de yogur, cebolla, tomate y lechuga. Si no se quiere comer la carne que da vueltas, entonces se tendrá que pedir una pita kalamakide la carne que prefiere: elkalamakies una brocheta de toda la vida, pero que se sirve con el pan de pita, enrollado de la misma manera que elgyros. Las personas celíacas o que no quieran comer pan de pita, podrán pedir unkalamakisin "bocadillo", que suele costar unos dos euros y que va acompañado con patatas y la salsa que elija.

Kolokithokeftedes, que son buñuelos de calabacín.

En Atenas hay lugares para comer gyros y kalamakis para dar y vender, pero una buena zona para comer está en el bulevar Fokionos Negri, en el barrio de Kypseli, uno de los más bonitos y tranquilos de la ciudad. Si bien no está muy bien conectado, desde las plazas Omonia o Biktória es un paseo con el que podrá ver otra cara de Atenas. En el barrio de Exarcheia, que se está gentrificando a pasos de gigante, está Achilleas,gyrosykalamakisa buen precio y variedad de carta; pero la joya de la corona está en el centro, donde se encuentra el Souvlaki Kostas. Allí se comen los mejoreskalamakisde la ciudad. Hay que ir temprano porque en las horas centrales del mediodía se forma una cola considerable, y porque, una vez terminada la materia prima, el local cierra.

3.

Un puente entre Oriente y Occidente, cocina de aquí y de allá

Atenas es un puente entre Oriente y Occidente. En la cocina griega encontramos muchas recetas balcánicas, turcas y libanesas, y no es de extrañar que en la capital helena haya decenas de restaurantes de cocina extranjera.

El Cappadocia Grill Cafe es un restaurante bastante alejado del centro pero considerado uno de los mejores restaurantes turcos de la ciudad. Lo mejor lahmacun (pizza turca) de todo Atenas se encuentra en este lugar a pie de carretera. El entorno no es muy bonito, pero la cocina es espectacular: el piernirle de pastouma, sizuki y queso, el chicofte, elezme y la sopa de lentejas son los platos estrella si se desea tener una degustación de cocina turca de primera calidad. Se deberá acompañar, eso sí, de un buen ayram (yogur salado). En el Cappadocia Grill Cafe el trato es excepcional.

En las calles multiculturales entre las plazas Omonia y Biktória hay opciones muy interesantes de comer de fuera: una destacada es el restaurante afgano Afghan Watan, donde se come por unos cinco euros. Los garbanzos con arroz y el arroz con pollo son deliciosos. Otro afgano de mucha calidad y muy bien de precio es el Folia, en Exarcheia. ¿Una recomendación? El arroz con cordero y la tarta de patata. Y si está por Exarcheia y le apetece unas hamburguesas, también económicas, no se puede perder el Guerrilla Chef Burguers. La terraza consiste en unas cajas de botellas de Coca-Cola mal puestas e incómodas, pero podrá disfrutar de las mejores hamburguesas de la ciudad. También en Exarcheia hay un restaurante kurdo con muy buen ambiente: es elMangal. Pruebe elyağlama, una tarta de carne picada y yogur y un producto básico: el pan. Lo hacen ellos mismos en el momento.

Un plato de dakos.

Dos buenas opciones en el barrio de Exarcheia también son elAma Lachei y el Pharaoh. Del primero destaca la selección de quesos (no se puede marchar sin degustar elinosperitis de la isla de Ios, el volaki de Andros o el ladotyri de Zakinthos) y dos platos estrella: el donut de queso hecha (loukoumades) con miel y sésamo y la kavourma con hummus, yogur y sumaco. Del Pharaoh, uno de los gastrobares de moda de la ciudad, destaca una carta de vinos envidiable. ¿Una recomendación? El pop, sin lugar a dudas.

4.

'Freddo espresso paketo' y otras bebidas imprescindibles

Si desea pasar desapercibidos, entra en cualquier bar y pide un freddo espresso paketo (café con hielo para llevar). Los griegos son muy aficionados a beber café a todas horas, y normalmente lo cogen para llevar. Para los que te gusta con azúcar, tenga cuidado: le preguntarán si lo desea azucarado y, en la mayoría de ocasiones, pondrán la cantidad de azúcar que consideren. Si pide café y no desea el típico café griego o turco (la denominación es una discusión que daría para otro artículo), deberá especificar que desea un espresso o uno latte; si no, le servirán el café griego: fuerte, sabroso y con poso. ¡Y no nos olvidemos del desayuno! Es fundamental probar la spanakopita (hojaldre con espinacas), la tiropita (hojaldre con queso) o la bougatsa (rellena de crema o queso). ¡Encontraréis en todos los hornos de la ciudad!

Si te gusta la cerveza: Alpha, Mythos, Mamos y Fix son las más populares. Tenga en cuenta que se las servirán en botellas de medio litro. Si prefiere vino, no puede irse de Grecia sin probar el retsina. Hay vinos blancos muy buenos, como el Asyrtiko, el Moschofilero, o el Vidiano; y también de negros, como el Malagouzia o el Agiorgitiko. Otra bebida muy típica es la mastika, un licor de resina procedente de la isla de Quíos. Pero después de una buena comida, el cuerpo le pedirá un digestivo, y en eso, los griegos, son expertos. No debe olvidarse que el país heleno pertenece a la península balcánica. El raki y el tsipouro son aguardientes; el primero viene de Creta, pero se bebe en todo el país. Elouzo, por otra parte, también es aguardiente pero con un sabor anisado, más dulce.

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