Pequeñas historias de comadronas islandesas
Ferran Utzet dirige en el Teatro Akademia 'La verdad sobre la luz', adaptación de la novela de Audur Ava Ólafsdóttir

'La verdad sobre la luz'
- Autoría: Audur Ava Ólafsdóttir. Dirección: Ferran Utzet
- Adaptación: Anna Maria Ricart Codina. Traducción: Macià Riutort
- Intérpretes: Rosa Renom, Maria Casellas, Andrea Portella Fontbernat y Roger Julià
La historia se ha contado durante muchos años con los grandes titulares y con los protagonistas que mayor repercusión hayan alcanzado, habitualmente masculinos. Pero ciertamente la historia auténtica para describir nuestro mundo es la suma de pequeñas historias de mujeres y hombres bastante normales con vidas normales pero determinantes para entender el devenir de la sociedad. Lo eran aquellas dos chicas de las colonias textiles de Catalunya en los años treinta a los que daban voz Maria Caselles y Andrea Potella Fontcuberta en El silencio de los telares, en una dramaturgia de Anna Ricart Codina inspirada en el libro de Assumpta Montellà y dirigidas por Ferran Utzet en el Maldà. Y lo eran, lo son y lo serán las comadronas de La verdad sobre la luz, donde las dos actrices, la dramaturga y el director vuelven a encontrarse. Una propuesta que acerca al escenario la novela de la islandesa Audur Ava Ólafsdóttir, que nos habla de una matrona que filosofa en la fría y, durante muchos días a lo largo del año, oscura Islandia.
Es una matrona del hospital de Reikiavik, hija y limpia de matronas, que vive en el piso de su tía abuela, con quien comparte vocación y nombre ya quien encontramos en casa días antes de Navidad, cuando en Islandia el día no dura más de seis horas y las nieves y las tormentas están tan garantizadas. Pero si la relación de ésta con su hermana meteoróloga, con un fontanero y un turista extraviado nos describen el día a día, es la voz del espíritu de la tía abuela la que aporta reflexiones tan tiernas y profundas como divertidas, como la relación de las patatas y los seres humanos porque crecen en la oscuridad o descubrir. Un papel al que Rosa Renom viste con todo su gran talento.
La puesta en escena de Ferran Utzet rehuye el realismo, pero con todo resulta realista y logra el objetivo de trasladar la poética de la autora con la sencillez y naturalidad de las pequeñas grandes historias, con la presencia abrumadora de una naturaleza dura y bella y unas interpretaciones cálidas y cariñosas.