Barcelona"Empezamos a ver cómo la recuperación coge forma a medida que nos acercamos al verano del 2022". "Seguimos confiando en nuestros planes, este verano nos acercaremos mucho a los niveles del 2019 y seremos uno de los ganadores de la remontada". "Todo lo que observamos ahora mismo apunta a una tendencia de los viajes muy muy robusta durante la primavera y el verano". Estas tres afirmaciones son de la semana pasada, pero las han pronunciado consejeros delegados de tres aerolíneas diferentes: la húngara Wizz Air, la británica EasyJet y la norteamericana Delta Airlines. El optimismo vuelve a aparecer —cada vez con menos interrupciones pandémicas— en las valoraciones de las compañías aéreas, que ahora ya sí que ven la recuperación de los registros previos al covid como un objetivo alcanzable. Según el gestor aeroportuario español Aena, las aerolíneas han programado 215 millones de asientos (la cifra se redujo en cinco millones por la guerra en Ucrania) para la temporada de verano 2022 en su red, un 1,6% más de lo que ofrecieron en el último verano de normalidad. Los datos implican que Barajas recupere un 95% de la actividad del 2019, mientras que El Prat recuperará un 90%.
Este incremento de la oferta se ha hecho más que evidente con el pistoletazo de salida de la Semana Santa. Una docena de aeropuertos han superado el hundimiento de los últimos dos años durante estos días festivos, un efecto que se ha notado especialmente en las islas Baleares (el Viernes Santo se operaron un 5,9% más de vuelos que en 2019) y las Canarias. "Con el avance de la inmunidad entre la población, más gobiernos están gestionando el covid-19 a través de la vigilancia, como hacen con otros virus endémicos. Son muy buenas noticias para un número creciente de destinos que recibirán un impulso económico muy necesario durante las temporadas de Semana Santa y de verano", destacó el director general de la asociación internacional de aerolíneas IATA, Willie Walsh. La misma entidad pronosticaba el mes pasado que en 2024 se volverá a los 4.000 millones de pasajeros en todo el mundo, un 103% respecto a los niveles prepandemia. Aun así, la velocidad de esta reanudación va por barrios, puesto que algunos países de Asia apenas empiezan a levantar las cuarentenas para intentar reavivar su turismo.
En febrero Ryanair ya se aventuraba a predecir que este año mejoraría sus datos de antes del covid con un 4% más de pasajeros en Catalunya. Durante el primer trimestre, la low cost irlandesa lideró el tráfico aéreo en España con la recuperación del 80% de su actividad. La compañía que transporta más viajeros cada año en Europa lidera el reencuentro del sector con optimismo y tiene programadas como mínimo 500 rutas para esta temporada de verano 2022.
¿Cómo se ha notado este efecto en la principal aerolínea del aeropuerto de El Prat? Aunque Vueling no comparte cifras sobre su operativa de Semana Santa, desde la compañía recuerdan que han salido de la pandemia reforzados como líderes en el mercado doméstico y que observan la recuperación también a nivel internacional, especialmente en Francia y Reino Unido. Italia empieza a despertarse, pero más lentamente, apuntan las mismas voces. En febrero, el presidente de IAG, el holding del cual forma parte Vueling, Luis Gallego, anunció que el grupo operaría este verano al 85% de la capacidad que tenía en 2019 y que las reservas se habían mantenido "sólidas" de cara a las vacaciones de Pascua y a los meses de más calor del año en el hemisferio norte. Fuentes de los pilotos de Vueling constatan que el ritmo ha remontado considerablemente y avanzan que la compañía ya les ha pedido que cedan días libres para llegar al extra de producción que se espera de cara al verano. "Quieren poder asumir todas las horas de vuelo que tenemos disponibles", insisten desde este colectivo.
La travesía de Norwegian
Para algunas compañías, el peaje para sobrevivir a la peor crisis de su historia ha sido renunciar a parte de su negocio. El caso más paradigmático es Norwegian, que también había sufrido por una situación financiera delicada en el pasado y que decidió reducir su operativa a un foco nórdico a raíz del covid. Un portavoz de la aerolínea en España asegura que en términos generales la campaña de Semana Santa "está yendo muy bien", aunque con muchos menos destinos que en años anteriores. Para poner en contexto este giro: el 2019 la compañía ofrecía una veintena de rutas desde el aeropuerto de El Prat (entre ellos, los vuelos a Estados Unidos e Israel, que se han suprimido definitivamente), mientras que tres años más tarde conectan Barcelona con las cuatro capitales nórdicas (Oslo, Estocolmo, Copenhague y Helsinki).
De los años de récord a los aeropuertos a medio gas
2019
El último año antes de la pandemia, la red de aeropuertos de Aena venía de romper todos los récords históricos. Se registraron más de 275 millones de pasajeros y entonces el debate que preocupaba en El Prat era si la infraestructura se empezaba a quedar corta, puesto que superaba los 52 millones y estaba a punto de llegar a su límite teórico de 55 millones.
2020
El primer año de convivir con el coronavirus dejó escenas inéditas de aeropuertos completamente desiertos en todo el mundo. En el caso de España, el tráfico aéreo se desplomó un 72% respecto al 2019. Las aerolíneas se acogieron en masa a mecanismos como los ERTE y algunas como Air Europa o Plus Ultra también recurrieron a los rescates públicos para evitar la bancarrota.
2021
El inicio de las campañas de vacunación fue el primer paso en un largo camino a la recuperación para el sector. Los pasaportes covid y el relajamiento de las limitaciones a la movilidad volvieron a llenar aeropuertos a medio gas. Aun así, la llegada de nuevas variantes como la delta o la ómicron provocó que en España sólo se recuperara el 43% del volumen de pasajeros precovid.