La recuperación poscovid

El comercio y el sector inmobiliario continúan impulsando el crecimiento

Crecen las hipotecas y las ventas en el comercio minorista, según el INE

3 min
El comercio está siendo uno de los motores de crecimiento en la primera mitad del 2022. En la foto, una zapatería de Barcelona la semana pasada.

BarcelonaEl comercio y el consumo continúan tirando del carro de la economía catalana en un contexto de incertidumbre a escala internacional. Las ventas del comercio al por menor repuntaron en abril después de un marzo negativo, mientras que la contratación de hipotecas para la vivienda se disparó en marzo en Catalunya.

En el mes de marzo, el número de hipotecas registradas creció un 24,2% respecto a febrero en Catalunya. En total, pues, se cerraron 7.545 operaciones, que en comparación con el mismo mes de 2021 también representa un incremento, en este caso del 13,3%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicadas este viernes. El valor total de las hipotecas también aumentó, un 24,6% en relación con el mes anterior y un 21,1% interanual, hasta los 1.245 millones de euros.

Las cifras catalanas superan la media del Estado, donde se cerraron 43.378 operaciones por un valor de 6.320 millones de euros, un incremento en comparación con febrero del 18,7% y del 22%, respectivamente.

Varios estudios apuntan que durante la pandemia se estancó una parte del gasto, lo que hizo caer el consumo, y se incrementó el ahorro, de forma que ahora hay una bolsa de dinero que algunas familias aprovechan para invertir en vivienda. Esto se nota en los precios de la vivienda, pero igualmente en la contratación hipotecaria, puesto que hay más gente con dinero ahorrado para poder hacer frente a la entrada de un piso. En este sentido, el mercado inmobiliario ha repuntado con fuerza y está a los niveles de 2008, justo antes del estallido de la burbuja.

El hecho de que el mercado laboral continúe mejorando y que se incrementen el número de trabajos fijos en detrimento de las temporales también proporciona más estabilidad para pedir un préstamo al banco.

El comercio también repunta

El consumo interno es la otra fuente de crecimiento económico durante los últimos meses, a pesar del encarecimiento del precio de la energía que se ha acabado trasladando a buena parte de los productos y servicios de consumo. La subida de los costes de la energía y la elevada inflación –el ritmo de crecimiento de los precios– que se deriva son la principal derivada negativa, en el ámbito económico, de la invasión rusa de Ucrania, pero no la única: la segunda es la incertidumbre provocada por el conflicto y las sanciones en la economía rusa, que han frenado los mercados internacionales.

El frenazo tendrá efectos negativos sobre las exportaciones y la industria catalanas, según han apuntado recientemente varias instituciones económicas, como la Cámara de comercio o el gabinete de investigación del BBVA. A diferencia de otras comunidades autónomas, las ventas en el extranjero de productos manufacturados han sido tradicionalmente uno de los puntos fuertes de Catalunya y un mecanismo de salida de crisis cuando la economía española ha pasado por dificultades, pero en la situación actual supondrán un freno. Además, las cadenas de producción a escala mundial hace tiempo que sufren problemas de desabastecimiento y trabas logísticas, que en los últimos meses se han visto agravados por las nuevas restricciones en China, uno de los principales exportadores del planeta y epicentro del comercio global, provocadas por los aumentos de contagios de covid.

A pesar del contexto, sin embargo, en el ámbito interno el consumo progresa adecuadamente. Las ventas de los comercios al por menor subieron en Catalunya un 2% en abril respecto a marzo, una cifra que se reduce al 1% si se descuentan las estaciones de servicio, donde parte de la subida de la facturación se debe sobre todo al incremento del precio de los carburantes. En el ámbito español, el dato también fue del 2%, pero, si se quitan las estaciones de servicio, cae hasta el 0,2%, según cifras publicadas este viernes por el INE.

El mes pasado las ventas de los comercios catalanes –sin gasolineras– todavía estaban un 1,2% por debajo de los niveles de hace justo un año, pero hay que tener en cuenta que en los meses de enero y febrero, con la sexta ola del coronavirus, se introdujeron nuevas restricciones en los locales y en los bares y restaurantes. En marzo, en cambio, con el levantamiento de las medidas sanitarias, las ventas comerciales repuntaron un 7,8% en solo un mes.

Otro elemento positivo que también explica el crecimiento del volumen de negocio de las tiendas es el regreso del turismo internacional, del que tiene una gran dependencia buena parte del comercio de zonas turísticas de la costa, así como de la ciudad de Barcelona.

stats