Los hipotecados, en alerta ante la nueva subida de tipos del BCE
El regulador subirá este jueves un mínimo de 0,5 puntos el precio del dinero y encarecerá todavía más la deuda
BarcelonaLas casas de análisis han sido bastante claras esta semana: que nadie espere que los bancos centrales den marcha atrás en su carrera contra la inflación. Es en el marco de esta expectativa que el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se reunirá este jueves en Frankfurt para discutir una nueva subida de los tipos de interés. El organismo que preside Christine Lagarde ha declarado la guerra al encarecimiento de precios que se ha redoblado con la guerra en Ucrania y, si en julio ya subió tipos por primera vez en once años, ahora podría volverlo a hacer.
De hecho, el debate en las últimas semanas ha orbitado entorno a si el precio del dinero se tiene que encarecer 0,50 o 0,75 puntos. Algunos miembros del BCE se han inclinado por esta posibilidad para atacar con más firmeza la inflación, pero el economista jefe del BCE, David Lane, se posicionó públicamente en contra en Barcelona y pidió "humildad" y no "sobrerreaccionar" ante la situación actual. Lane, persona muy próxima a Lagarde, también ha marcado diferencias entre la crisis actual y la que se vivió en los años 70, con una inflación desbocada de origen energético. Si el BCE es fiel a su propia palabra expresada en junio, el encarecimiento tendría que ser de 0,50 puntos, pero también es cierto que en julio la subida fue más fuerte de lo que se había anunciado.
La acción del BCE de encarecer el precio del dinero responde a la necesidad de enfriar la economía: si el crédito es más caro, familias y empresas pueden optar por aplazar sus compras e inversiones. Esto provoca una caída del consumo, que, de hecho, es lo único que puede hacer caer la inflación. El encarecimiento de los precios ha sido muy acusado desde la reactivación económica que siguió al cierre causado por la pandemia en 2020 y en España –y en el conjunto de la OCDE– se ha situado por encima del 10%, lo que quiere decir que las familias pierden un 10% de su poder adquisitivo.
El colectivo más perjudicado por esta situación es el de las familias endeudadas. La mayoría de los préstamos están referenciados en el euríbor, que fluctúa con el precio del dinero. Si una familia tiene una hipoteca que no es a tipo fijo, ve como la cuota mensual que paga se encarece notablemente. De hecho, en los últimos meses el salto que ha dado este indicador (y que en la práctica equivale al precio al cual se prestan los grandes bancos entre ellos) es enorme: en agosto de 2021 era del -0,52%, y la subida de este año lo ha situado ya por encima del 2%. En agosto, después de julio que frenaba la tendencia, el indicador se volvió a elevar.
A consecuencia de este encarecimiento del precio del dinero, la creación de nuevas hipotecas ha sufrido una parada en las últimas semanas. El Colegio de Registradores informa que en julio, el mes en el que se produjo la subida de tipos, las hipotecas se redujeron en España de 44.998 en julio de 2021 a 43.702 en el séptimo mes de este año. Los datos chocan con las grabadas durante el segundo trimestre, cuando las nuevas hipotecas crecían un 10%.