Amnistía alerta del "efecto Trump": la impunidad y la censura aceleran la deriva autoritaria
El informe anual de la organización de defensa de los derechos humanos avisa de un "cambio de época" marcado por las guerras de Gaza, Ucrania y Sudán
BarcelonaLa llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha tenido efectos devastadores en materia de derechos humanos y libertades en todo el mundo, según el informe anual de Amnistía Internacional (AI), que alerta de una aceleración de la deriva represiva. El informe publicado este martes, que analiza el estado de los derechos humanos en más de 150 países del mundo, apunta que la irrupción de Trump en la escena internacional ha generado impunidad entre los líderes mundiales, ha alimentado tendencias autoritarias y ha vaciado de contenido las salvaguardias internacionales. "Año a año, hemos advertido del peligro de regresión de los derechos humanos. Pero los acontecimientos de los últimos doce meses -sobre todo el genocidio del pueblo palestino en Gaza, retransmitido en directo, pero ignorado—han puesto de manifiesto lo infernal que puede ser el mundo para tantas personas cuando los estados más poderosos dejan de lado el derecho internacional y prescinden de las instituciones multilaterales", alerta Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional. Callamard considera que Trump ha mostrado un "desprecio absoluto por los derechos humanos" en sus primeros cien días de mandato. encontramos en una transición histórica que hace tiempo que se cuece. La situación actual es consecuencia de decisiones "sistemáticas, deliberadas y selectivas" tomadas a lo largo de los últimos diez años, que ahora están convergiendo nada menos que en "un cambio de época".
Gaza, Ucrania y Sudán
El informe denuncia vehementemente la guerra de Gaza, que califica de "genocidio retransmitido en directo" y, sobre todo la complicidad de Estados Unidos y la mayoría de estados europeos a la hora de ignorar el cumplimiento del derecho internacional en el enclave. También acusa Rusia de bombardear infraestructuras civiles en Ucrania, en ataques que mataron a más civiles que el año anterior, y de juzgar ilegalmente a decenas de prisioneros de guerra ucranianos. Pero la mayor crisis de desplazamientos al mundo ha estado en el Sudán, donde miles de personas han muerto víctimas del conflicto o el hambre, "ante una indiferencia mundial casi absoluta".
Quienes pueden precisamente alertar de estas vulneraciones de derechos en las zonas de conflicto, los periodistas, también se han visto afectados por este retroceso. Al menos 124 profesionales de la comunicación han sido asesinados en 2024, según la ONG Comité para la Protección de los Periodistas, dos tercios de los cuales en Gaza a manos de Israel. Y, por si fuera poco, en al menos 21 estados se han presentado leyes o proyectos de ley para reprimir la libertad de expresión o prohibir medios de comunicación.
La represión también se ha notado en detenciones arbitrarias masivas, desapariciones forzadas y, a menudo, un uso de la fuerza excesivo para reprimir la desobediencia civil, como ha ocurrido en las protestas estudiantiles de Bangladesh, en las protestas posteriores a las controvertidas elecciones de Mozambique y en las manifestaciones contra la detención del líder opositor turco, detalla la entidad.
Adiós a la ayuda norteamericana
Otro elemento que toma en consideración el informe son los recortes masivos del gobierno de Trump en la ayuda humanitaria exterior, que han obligado a cerrar hospitales y programas de ayuda médica o campos de refugiados y que han afectado gravemente a países como Myanmar, Siria y Yemen tampoco deja de lado la deriva racista y xenófoba de muchos estados por culpar a las personas migrantes y refugiadas de la delincuencia y el estancamiento económico, alimentada por la actual administración estadounidense. Y pone el foco en "el retroceso mundial de la justicia de género" espoleado por el desmantelamiento de las iniciativas que abordan la discriminación y los ataques contra los derechos de las personas transgénero. las prohibiciones draconianas que sufren las mujeres en Afganistán y en Irán y la represión contra la comunidad LGBTI en Georgia y Bulgaria.
Pero la organización también recoge una nota de optimismo sobre la posibilidad de depurar responsabilidades a través de la justicia internacional. En este sentido, celebra la demanda que presentó Suráfrica contra Israel en el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), por una acusación de genocidio. Amnistía califica las órdenes emitidas contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el exministro de Defensa, Yoav Gallant, y el líder militar de Hamás, Mohammed al-Masri, por crímenes de guerra, como un "hito histórico". ha sancionado al TIJ y ha recibido Netanyahu en Washington, por el efecto rebote que puede tener en otros países.
Para poner fin a esta deriva autoritaria, Amnistía se remite a la fuerza de la ciudadanía. Un dato que considera decisivo es que el año electoral de 2024, en los que ha habido 64 comicios en el mundo, no se produjera ninguna "victoria abrumadora de las fuerzas contrarias a los derechos humanos" Al contrario, la mayoría de ciudadanos votaron a favor de "tomar otro camino y demostrar así que el auge de las prácticas autoritarias no es inevitable, que se puede combatir".