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Guía para seguir la toma de posesión de Trump

La rotonda del Capitolio y un pabellón deportivo acogerán una atípica ceremonia que habrá que seguir por la televisión

Imagen del Mall de Washington, que permanecerá cerrado e hipervigilado este lunes para la toma de posesión de Donald Trump.
20/01/2025
5 min
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BarcelonaEste lunes, a las 12 en punto del mediodía, Joe Biden dejará de ser presidente de Estados Unidos y Donald Trump tomará, de nuevo, las riendas del país. El jefe del Tribunal Supremo de Estados Unidos, John Roberts, tomará juramento al magnate republicano en el interior del Capitolio, en el gran vestíbulo que se encuentra bajo la cúpula del edificio y que se conoce como la rotonda del Capitolio. Desde 1985, con Ronald Reagan, que ningún presidente utilizaba este espacio para la toma de posesión, en lugar de las tradicionales escaleras de la fachada oeste del edificio. Pero las bajas temperaturas que se esperan de entre -4 y -13 ºC este lunes han forzado a trasladar la investidura al interior, al igual que ocurrió hace 40 años.

Trump se convertirá el lunes en el 47º presidente de Estados Unidos, el segundo de la historia que vuelve a gobernar después de un primer mandato que no es consecutivo, después del presidente Grover Cleveland en el siglo XIX.

¿En qué consistirá la investidura?

Los actos arrancarán a primera hora de la mañana en la Casa Blanca, donde el presidente Joe Biden y la primera dama, Jill Biden, recibirán a los Trump para la tradicional ceremonia del té, que simboliza el traspaso de poderes. Una costumbre que no pudo hacerse hace cuatro años porque Trump abandonó la Casa Blanca una hora antes de la llegada de Biden afirmando: "Volveremos de alguna manera". Una promesa que cumplirá este lunes.

Después de esto, los cuatro se trasladarán al Capitolio, donde la ceremonia de juramento –en la rotonda del interior del edificio– arrancará un poco antes de las 12 h. Primero el vicepresidente JD Vance y después el presidente Donald Trump jurarán el cargo prometiendo proteger la Constitución con una mano sobre la Biblia. Trump lo hará de nuevo con dos biblias, la del presidente Abraham Lincoln y la que le regaló su madre de pequeño, al igual que hizo en el 2017. Una vez hecho esto será el momento del discurso, que suele durar un cuarto temprano, sin embargo en muchas ocasiones ha dejado frases para la historia.

Después los actos se trasladarán al estadio Capitol One Arena, un pabellón con capacidad para 20.000 personas, donde el público habrá seguido la jura por las pantallas y tendrán lugar las actuaciones. mismo Trump, también se hará allí, a cubierto, el tradicional "desfile" del presidente y la primera dama, que suele a hacerse a través de la avenida Pensilvania desde el Capitolio hasta la Casa Blanca

Tras la fiesta, Trump se trasladará a la Casa Blanca, donde se espera que firme sus primeros decretos u órdenes, ya ha avisado de que podrían servir para reanudar la construcción del muro en la frontera, iniciar nuevas explotaciones de petróleo y conceder el perdón a algunos de los asaltantes del Capitolio Después le quedarán tres bailes de gala en la Casa Blanca, con entrada restringida y todo el lujo y la pompa.

Lo que está claro es que el equipo de Trump no podrá decir esta vez que ha sido la ceremonia más multitudinaria de la historia, como hizo en el 2017 iniciando la era de los "hechos alternativos". El cambio de ubicación anunciado el viernes, que traslada todos los actos al interior por el frío, hará que la inmensa mayoría de las 200.000 personas que tenían una invitación (gratuita) para asistir al evento en los jardines del Capitolio deban buscar asiento en el pabellón deportivo Capital One o bien, en su mayoría, seguirlo a través de la televisión.

Washington blindatge Prossessió TRUMP 2024

Sin embargo, el dispositivo policial se mantiene. Más de 25.000 agentes de policía se desplegaron en Washington, en estado de alerta tanto por los dos intentos de asesinato contra Trump durante la campaña como por los dos ataques terroristas del día de Fin de Año. Francotiradores en las azoteas, equipos tácticos en el suelo y drones patrullando el cielo completan un despliegue que responde a "un ambiente de amenaza más alta", según explicaban fuentes del servicio secreto. El jefe de la policía del Capitolio, Thomas Manger, explicaba que les preocupan especialmente "los lobos solitarios" como el de Nueva Orleans, que mató a 14 personas.

La valla que rodea todo el centro de Washington, con una longitud de 48 kilómetros, es la más alta jamás erigida en la ciudad, según Reuters, con más de dos metros de altura para que nadie pueda escalarla. Todo el centro de la capital permanecerá cerrado al tráfico, con un bloqueo de barreras de hormigón en algunos puntos, para aislar la zona que va desde el Memorial de Lincoln hasta el Capitolio y engloba a la Casa Blanca.

¿Quién asistirá y quién no?

El propio Donald Trump contribuyó a elevar el riesgo al saltarse la costumbre de no invitar a líderes extranjeros, un escenario que se evitaba precisamente por motivos de seguridad. Trump ha invitado incluso al presidente de China, Xi Jinping, pero ya ha anunciado que no irá y que enviará a un alto representante en su lugar. Quienes sí han dicho que asistirán son mandatarios aliados de Trump como el presidente de Argentina, Javier Milei, o la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

Los mandatarios formarán parte del público exclusivo, y reducido, que podrá seguir la ceremonia dentro de la rotonda del Capitolio, con altos cargos del Congreso, el Tribunal Supremo y todos los expresidentes vivos de Estados Unidos. Trump rompió el protocolo hace cuatro años cuando se negó a asistir personalmente a la toma de posesión de Joe Biden, a quien nunca reconoció como presidente electo. Este año la sorpresa ha sido la de la exprimera dama Michelle Obama, que no asistirá a la investidura de Trump, según anunció su equipo –tampoco atendió al funeral de Jimmy Carter hace pocos días– sin dar explicación alguna.

¿Quién actuará y quién no?

La investidura de Biden hace cuatro años fue muy atípica, porque tuvo que celebrarse en plena pandemia de la cóvid-19, lo que redujo enormemente la cantidad de público, que asistía con mascarilla y se sentaba respetando la distancia social . Pero las restricciones sanitarias no deslucieron del todo la ceremonia, que contó con actuaciones tan destacadas como las de Lady Gaga o Jennifer López. A esto se añadió un programa televisivo especial, emitido en prime time esa misma noche, en la que celebrities como Katy Perry, Springsteen y Bon Jovi daban la bienvenida al nuevo presidente Biden, con la presentación de Tom Hanks.

La tendencia demócrata de casi todas las grandes estrellas del país ya le negó a Trump un repertorio a la altura en su primera investidura, en el 2017. Pero este año se ha resarcido un poco, porque una banda icónica como los Village People han accedido a tocar en su toma de posesión "por la unidad del país". Su canción mítica e himno gay, el YMCA, se ha convertido en himno del trumpismo a base de repetirla insistentemente en los mítines y actos de campaña de Trump. Pese a las propuestas perjudiciales al colectivo LGBTI+ con el que ha ganado las elecciones, en la toma de posesión de Trump también actuará otro icono gay, la cantante Carrie Underwood, además del cantante de ópera Christopher Macchio y la estrella del country y padre de Miley Cyrus Billy Ray Cyrus.

Como curiosidad, resulta que este año la toma de posesión, que siempre es un 20 de enero, coincide con el Día de Martin Luther King, el icónico luchador por los derechos civiles en Estados Unidos, que se celebra siempre el tercero lunes de enero.

¿Quién paga la fiesta?

Los actos oficiales de jura del cargo en el Capitolio se pagan con dinero público, pero después cada presidente tiene un comité de organización que añade actuaciones, bailes y desfiles con dinero recaudado por su equipo. Entre los donantes para la fiesta de inauguración del nuevo mandato de Trump se ha hecho público que, por ejemplo, el propietario de Amazon y del Washington Post (que en la pasada campaña electoral se negó por primera vez en la historia a apoyar a ninguno de los dos candidatos), Jeff Bezos, y el fundador de Facebook y propietario de Meta, Zack Zuckerberg, han dado un millón cada uno.

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